He buscado tu mano en cada espiga
de tu voz de piel y cedro a mar y mar
de tus rincones caprinos y corales
de tu grupa entre grupas de centauras,
yo parí mi pulpa te declaro
y callé a pedazos a risco
y morimos los dos.
Visité tu casa y tu loza madre
me adueñé de tus espasmos de multitudes
hice de mí tu patria
hice de ti mi lucha
y lo grité al mundo barlovento
me fui lloviendo por todas partes desde el libro de los libros
me quedé contigo poeta
me quedé contigo.
Luché a tu lado entre racimos
construí armarios para acumular tus infinitas cosas
te hice la ventana mayor para que tu puerto no escape
troné a la luna para que cambiara de norte
me hice pan para que me llames
me hice sur a verde
me lloré
lloré de mí
lloré de palmo y pecho
y la leche fue derramada en esta tierra mía
y la tierra bebió de ella
y se olvidó.
Donde está la semilla de ti Neruda
a treinta años de un olvido han renegado de ti
cuelgan de tu nombre firmamentos
urgen palabras necias y honores que hostigan
tus poemas se escriben en boletos de micros
tu rostro se dibuja en cartones de comida
tu sombrero se pasea en pasarelas y galas
y tu nombre,
tu nombre es marca de venta en toda parte
tu nombre es timbre y sentencia de hiel,
más tú poeta, aún no lo sabes
tus hijos versos no están.
No está tu pena de hombre niño
tu nostalgia de silencio en un guiño de rostro
tu distancia a peñón bajo cepa india
tu morada mustia de Malva Marina
tu palpitar de bruma noche
tu alameda libertaria de oda
tus alas blancas y alegres y alegres,
nada de eso tuyo está.
Te busco poeta
en el libro de los libros,
he llovido duras veces
y ésta es la peor te declaro,
ésta es la última.