Javier Riveros bromea acerca de su texto "Por mi
Pobreza" (festival de dramaturgia breve, Matucana 100, 2004),
dice que éste debió llamarse porno-pobreza. La
mesa se ríe, algunos entienden que en este neobautismo se evidencia
la directriz estético-ideológica de la obra de Riveros.
La población como contexto del diálogo y el corazón
es presentada desde su musicalidad, desde la bulla de la lengua periférica,
esa bella imposibilidad de un comprensión total del texto para
quien tiene los oídos y los ojos amaestrados para el lunfardo,
pero no para el coa, esa intraduccionabilidad. Como en "Pain"
(egreso 2004 de la Universidad Mayor), en donde en conjunto con la
dirección de Rodrigo Pérez, se dibuja un Chile de una
pobreza absolutamente xxx. En donde la patria es justamente la madre
histérica y en donde el hijo de la patria es el pequeño
niño marica con una polera con un snoopy mal estampado y unos
pantaloncitos cortados, tenida oficial de la desgracia 1989.
La población entra en choque directo con el Poder Primero,
al enfrentarse en "Provincia Señalada", también
dirigida por Pérez, con otra vulgaridad, la vulgaridad humana
de los aparatos represores de la Dictadura. La periferia, la triste
pornografía nacional, se presenta en un personaje (Amparo Noguera)
que Riveros Basoalto construye a partir de "la flaca Alejandra"
quien no soporta las torturas y se vuelve una soplona de la DINA.
Ella denuncia a sus compañeros mientras es abusada y mientras
es abusada espera amor, un poquito de amor más que sea. Ahí
un nuevo axioma en el trabajo de Riveros, ahí su fórmula
del triste amor, su único amor posible.
Se establece en la dramaturgia de este autor un claro e interesante
puente/diálogo con lo lírico, relacionándose
con poéticas jóvenes como las de Alejandra Gonzáles
o Diego Ramírez, con quienes coincide en el dibujo poblacional
y en la estructuración del amor, pero sobre todo en la pornografía
de la palabra, en la supresión del coqueteo retórico
para entrar en el territorio de la coitalidad, teniendo como resultado
un trabajo crudo, bello, doloroso y políticamente nítido.
amenaza terrorista
M.-
He fumado tanto, he culiado y me han chupado tanto que me doy asco,
me doy vergüenza. Mi alma y mi corazón se convirtieron
en una caca llena de moscas, en un estropajo sucio y lleno de grasa,
en un germen malo y cochino... me quiero morir: quiero pescar la Gillette
y cortarme el choro, cortarme entera, hacerme miles de tajos por todo
el cuerpo, rajar esta carne sucia que Dios me dio, mutilar mi cuerpo,
torturar mi piel, es que me lo merezco: por puta, por cochina y por
caliente. A mí me gusta culiar de noche, en la calle, de a
tres, de a cuatro, lo que venga; no le hago asco a ná, me tiro
a los güeones más asquerosos, a los más degenerao,
a los que les gusta decir cochinás por las orejas, a los que
les gusta morder y apretar hasta que una quea sangrando, a los que
les gusta sacarte la chucha, los que te la meten por atrás,
a los guatones chanchos, a los viejos pelaos, a los gueones hediondos,
al que sea, no me importa ná, con tal de tener un gueón
al lao que por último me agarre pa algo, no sé po, pa
darme un beso baboseao, pa meterme el pico, pa sacarme la chucha,
¡puta pa algo! Es que yo siempre he necesitao un hombre que
por último me quiera pa puro culiar, no vi que yo no valgo
ná...
de POR MI POBREZA