La
Caída del Imperio Chileno
Por
Pablo Paredes M.
La Fiesta:
La
fiesta de Chile comienza a mostrar sus primeros aturdidos de baile y champagne,
se están peleando los dueños de casa/maipú. Los defensores
de la instituciones se radicalizan y ya no quieren soltarlas, quieren que su amigos
sean lentejuelas del traje democrático, mientras la derecha se da el lujo
y la miseria de levantar longueiras, como si el fracaso de la fiesta/concertación,
le permitiese ahorrarse sonrisas lavinescas y mostrarse así tal cual: populares
como Francos golfistas.
La Resaca:
El paternalismo
laguicida se revienta como un terrible secreto familiar, mientras Bachelet no
consigue cosechar el snobismo que la levantó y se le van desordenando los
pollitos y después las gallinas y ya van a estar las vacas contra los portones
del matadero. Sin embargo nada hace suponer que pudiésemos estar en el
mismo giro sudamericano que le ha puesto carita de indio al poder, pues el gremialismo
es la ley y la articulación una fantasía con la que sólo
se pajea el PC y La Zurda, si es que todavía existe el PC y La Zurda
La
Caída:
En cualquier momento cae el muro llamado Andes. La globalización
en estos términos sólo nos ha hecho generar resistencia, por enésima
vez resistencia, a estas alturas como una simulación de subversión
que rápidamente es asimilada para legitimar el nuevo Fascismo cuya trinidad
es Democracia, Diversidad y Tolerancia, cuyos semas se reordenan y sincronizan
para anular discrepancias, así democracia se vuelve un voto, diversidad
un pelo fucsia y tolerancia un aguántate no más.
La
Pena:
Volverá la fiesta/autopista con barquitos por el Mapocho.
Ganó el Sí, sueño todas las noches que ganó el Sí.
Parece que se vienen tiempos de aznaridad. El triunfo de esta democracia será
la Derecha Democrática, de eso se trataba, de nada más. Cuatro gobiernos
de la Concertación, cuatro de la Derecha, así hasta el fin de los
tiempos chilenos, la caída de nuestro imperio es su vuelo. Chile, un país
ganador y bonito, eso me gritan en mis sueños.