El libro "Territorio en fuga" reflexiona
acerca de la obra del escritor recientemente fallecido e incluye la
mirada de tres porteños.
Roberto Bolaño es reconocido como una de
las plumas nacionales más brillantes de las últimas
décadas. Una distinción que se hace más palpable
en países como España, México y Francia, donde
realizó
su carrera, que en el mundo literario criollo. Entre sus colegas,
su mordaz humor y su lengua sin tapujos le valió la enemistad
de muchos, aunque también la complicidad de amigos como Jorge
Edwards y Pedro Lemebel.
Su temprana muerte, ocurrida el lunes en Barcelona a causa de una
insuficiencia hepática, dejó varias deudas. Entre ellas
un Premio Nacional de Literatura que nunca llegó y, por otra
parte, la obra cumbre que prometía y que quizás venía
con la última novela que escribió, pero no alcanzó
a corregir: "2666", un relato sobre los asesinatos de mujeres
en Ciudad de Juárez, México.
El escritor porteño Víctor Rojas ("La gran enciclopedia
del mar") recuerda que "por lo que se veía, iba a
terminar escribiendo su gran novela a los 70 años. El ya había
renegado del ideario estético de 'Los detectives salvajes',
ya no le complacía, decía que en el futuro sería
mejor porque había aprendido a alejarse de sus ripios y a dominar
sus ritmos".
Incógnitas que no se despejarán sin su presencia, pero
que seguramente sus lectores y críticos desestimarán
frente a su legado en poesía, cuento y novela, versatilidad
que se refleja en títulos como "Los perros románticos",
"Llamadas telefónicas" (Premio Municipal de Santiago),
"Las putas asesinas", "Nocturno de Chile", "La
literatura nazi en América" y "Estrella distante".
Su trabajo es analizado en el libro "Territorios en fuga"
(290 páginas, Frasis), un proyecto que inició hace más
de un año la crítica literaria Patricia Espinosa, convocando
a quienes podían hacerse cargo de semejante tarea. Dieciocho
académicos de la vieja guardia, estudiosos y críticos,
entre ellos los porteños Marcelo Novoa, Alvaro Bisama e Iván
Quezada, utilizaron distintos puntos de vista para esbozar una mirada
local del Premio Rómulo Gallegos 1999. Algo así como
una radiografía a su legado y, a su vez, una muestra amplia
y transversal de la crítica literaria en el Chile actual, que
será presentada el próximo 22 de agosto en la Biblioteca
Nacional.
Por supuesto, la muerte del escritor dará otro cariz al lanzamiento.
Pero no se trata de un vendedor y oportuno homenaje póstumo,
como seguramente abundarán a última hora. "Esperábamos
que Bolaño siguiera produciendo, que quienes somos sus lectores
y que esperábamos año tras año un nuevo título,
pudiéramos tener mucho tiempo más en esa vigilia. Me
fascinaba la idea de que él conociera este libro", cuenta
Marco Antonio Coloma, editor de Frasis. Además, adelanta un
segundo volumen con las repercusiones del libro de cuentos "El
gaucho insufrible" que publicará Anagrama, y también
sobre "2666", con un arco completo de su obra.
Patricia Espinosa destaca la efervescencia que existe sobre el trabajo
de Bolaño y el entusiasmo que contagió a los participantes
de "Territorios…", pero lamenta las negativas que recibió
durante la convocatoria. "Me reservo el derecho a sospechar que
tras eso había un resentimiento en torno a la persona. Me sorprendió
mucho leer en un diario una opinión muy positiva de Sergio
Gómez sobre Bolaño y hace un año, cuando lo invité
a escribir en el libro, me respondió que no porque 'era una
mala persona'. Que un escritor no sea capaz de valorar un proyecto
estético literario y que se niegue a analizar un texto porque
le cae mal el autor, me parece una estupidez y envidia".
Sin embargo, a la hora de los balances, Espinosa es enfática
en afirmar que "fue un autor que no se equivocó nunca
en términos literarios, siempre fue notable, y eso es un gran
logro". "Rescato de 'Territorios..." que los críticos
hacen un análisis literario, pero lo cruzan con esa lectura
personal, íntima, que se da cuando se encuentra un texto que
te cambia la vida. Creo que Bolaño logró eso en una
época postmoderna, desencantada y sin mitos".
CRITICOS PORTEÑOS
Alvaro Bisama, crítico y profesor de literatura, no duda en
ubicar a Roberto Bolaño al nivel de José Donoso, gracias
a una obra que, asegura, "superó por mucho a los escritores
de su generación" y que entregó piezas claves para
la literatura nacional y latinoamericana. "Bolaño generó
una narrativa muy literaria porque habla de libros, pero también
es muy confesional, porque transformaba eso en símbolos políticos,
biográficos, testimoniales y jugaba un poco con el alter ego".
Iván Quezada, crítico y escritor, reflexiona en su
texto "La caída de Chile" acerca de la visión
que Bolaño transmite del país y que afirma "es
un poco desilusionada, pero también da cuenta de una crisis
de identidad". "Fue un escritor muy prolífico, con
una capacidad para ver las cosas con mucha ironía. Tenía
una tendencia fuerte al nihilismo y una visión desoladora de
la condición humana que tiende al escepticismo y que lo adscribió
con naturalidad en las corrientes conservadoras de la década
del 90. Tenía un conflicto con Chile y eso lo motivó
a morir fuera, pero tiene una visión del país, y sin
duda es un escritor chileno".
* * *
Asedios críticos
a Roberto Bolaño
en El Periodista, 31
de agosto de 2003.
La muerte de Roberto Bolaño, ocurrida el pasado
15 de julio en Barcelona, no hizo otra cosa que aumentar el interés
que su obra venía provocando en el último tiempo. Hace
más de un año que Patricia Espinosa, conocida crítica
literaria y académica de la Universidad Católica, ya
había convocado a un grupo de críticos y académicos
en torno a la obra del escritor. El volumen compilatorio resultado
de esa convocatoria se titula "Territorios en fuga. Estudios
críticos sobre la obra de Roberto Bolaño", y acaba
de ser lanzado bajo el sello FRASIS editores. Son 19 textos en un
espectro de aproximaciones críticas que van desde la nunca
bien ponderada escritura impresionista hasta lo más sofisticado
de las teorías post. Y es que el libro tiene la particularidad
de reunir una serie de plumas críticas en registros diversos
(digamos, desde la lengua académica a la crítica de
medios), y de generaciones distintas. Así, fogueados críticos
como Camilo Marks y Patricia Espinosa y destacados profesores como
José Promis y Grínor Rojo, comparten tribuna con incipientes
críticos jóvenes como Alvaro Bisama y Alejandro Zambra.
El resultado es el necesario asedio crítico a una de las obras
más singulares de la literatura chilena, la de Roberto Bolaño.
Territorios en fuga. Estudios críticos
sobre la obra de Roberto Bolaño
Patricia Espinosa (estudio preliminar y compilación)
FRASIS editores, 264 páginas.