Los poetas abundan en la narrativa de Roberto Bolaño.
Pero como dijo Patricia Espinosa en un artículo suyo, sin embargo "éstos
siempre viajan para caer a un precipicio donde acaban degradados". El viaje
de los poetas en los cuentos, novelas, y poemas de Bolaño, podría ser
la metáfora del despeñadero de su propia poética ("realvisceralista" o
"infrarrealista" ) parecida a la de aquellos poetas de quinta columna que
más de alguien ha llamado el "Panteón Negro de la Literatura". Es decir,
Lautremont, Sade, Rimbaud, Jarry, Artaud, Roussel.
Sin duda, el más viajero de los poetas de aquel Panteón Negro, y que muy
joven abandonó Paris y la escritura de la poesía para siempre -aunque
continuaba leyendo y escribiendo cartas- fue Arthur Rimbaud. El mismo que
a los 26 años desapareció de Paris y Europa (arrancando por ser acusado
de un crimen que se le atribuía) para extraviarse en África en una vida de
aventura, convirtiéndose en un hombre de negocios. Aún así, según una
reciente edición en inglés de Las cartas de Rimbaud hecha y editada
por Wyatt Mason (2003), Rimbaud nunca perdió la comunicación con su
hermana más joven, Isabelle, quien vivía en Paris, ni tampoco rompió con su
madre, a las que regularmente escribía y les mandaba un dinerito mensual.
En cambio, los poetas latinoamericanos "realvisceralistas" de la novela Los
detectives salvajes de Bolaño (que no son los mismos que los
"Infrarrealistas" aunque se parecen), llevaron su degradación y
desaparecimiento, aniquilación total de su literatura o poesía, hasta
las últimas consecuencias. Cosa que no hicieron los "Estridentistas" o
vanguardistas mexicanos de principios de siglo por quienes Bolaño mismo
sintió una fuerte admiración y los que influirían poderosamente, en parte,
en su poética y en toda su obra futura. Incluyendo Los detectives
salvajes. Pero los jóvenes "realvisceralistas" no se parecieron
tanto a Rimbaud sino más bien al poeta "El Conde de Lautréamont", o
Isidore-Lucien Ducasse, quien desapareció durante la revuelta de la
Comuna de Paris entre el 18 de marzo y el 28 de mayo de 1871. Su única obra
fue un texto en prosa poética que tituló Les Chants de Maldoror.
No existe ninguna fotografía de él, y casi nada se sabe de su vida. Parece
que la policía lo mató en la revuelta aquella. Oscuro poeta uruguayo/francés
quien sería el precursor de todo el surrealismo y la vanguardia posterior
de aquel ya muy lejano comienzos del siglo XX.
No hay duda que la imagen del poeta en la obra de Bolaño, aquel que camina
hacia el abismo por su propia voluntad, no es más que la repetición y
re-actualización, durante comienzos de los 60 y 70 en América Latina, del
artista surrealista -o los de las primeras vanguardias- que como se sabe
aparecen desde mediados del siglo 19 y se hacen prolíferos en las primeras
décadas del siglo XX en diferentes manifestaciones artísticas (poesía,
pintura, cine, principalmente). Y claro, también se reproducen en América
Latina pues era por cierto "aires de época", como decía el estridentista
mexicano Maples Arce, en la entrevista que le hace Bolaño en 1976,
cito: "Los movimientos de vanguardia tomaron en Europa otras direcciones,
aunque obedecían al mismo fenómeno espiritual e intelectual, de
insatisfacción, inquietud y fineza perceptiva". (p.54,
"Tres estridentistas", Plural, 1976 ).
Es decir, los "realvisceralistas" de la novela Los detectives salvajes
desaparecieron para siempre sin dejar rastros de ninguna especie igualito
que el Conde de Lautréamont. Y en eso se diferenciaron de los
"estridentistas" mexicanos quienes siguieron vivos y, como decían ellos
mismos, finalmente "se burocratizaron" ("Tres Estridentistas", p. 59).
Es cierto, los poetas "realvisceralistas", los de la novela, no dejaron
textos escritos ni documentación poética por ninguna parte. En la literatura
exageraron lo anterior aunque no tanto en la realidad donde se llamaron
infrarrealistas, nombre que el propio Bolaño dio al grupo en 1976.
Otra cosa también: muchos de los poetas "infrarrealistas" sobrevivieron como
Bolaño mismo -y el que lo hizo mejor si duda, hasta ahora- para contar o
reinventar a esos muchachos desnudos bajo el arcoiris de fuego. Otros
sobrevivientes reales del Infrarrealismo aún viven como el caso del poeta
R.M. quien formó parte del grupo en Ciudad de México en 1976, es decir,
con Bolaño (o Arturo Belano en la novela); con Mario Santiago (o Ulises Lima
en la novela) quien falleció en 1997, atropellado por un auto la cruzar una
calle en Ciudad de México. Y el poeta Bruno Montané (otro personaje en la novela) que
ahora vive en algún país de Europa.
El asunto es que encontré a uno de los infrarrealistas vivos, especialmente
el poeta R. M. quien es ahora en 2004 académico en Estados Unidos y
ciertamente un albacea misterioso del grupo ( o por lo menos él quiere
serlo). Le pregunté a R.M, antes de comenzar a redactar esta ponencia, si él
era realmente, a lo mejor, el poeta García Madero de la novela. Se quedó
callado y no me respondió la pregunta hasta ahora. Quizás sí, quizás no.
En todo caso él únicamente sabe la verdad que no me quiso decir para,
probablemente, no destruir el misterio de Los detectives salvajes.
Pero de igual manera, el poeta-académico, ex-infrarrealista de los
70 en Ciudad de México, me ofreció generosamente un documento que pocos
han usado hasta ahora y pocos se han referido a si realmente existió
o no. Y en lo que he leído sobre Bolaño sólo Claudio Bolzman en un artículo
menciona la existencia de tal manifiesto y dice solo que apareció
en "una revista de difusion confidencial". En general, muchos hablan del
"Infrarrealismo" pero nadie de qué es lo que dice realmente el "Manifiesto".
Un documento que parecía perdido, quemado quizás, o puro mito de los
infrarrealistas, a la cabeza con Bolaño y Mario Santiago.
Ese documento que me ofreció el poeta R.M. fue el Primer Manifiesto
Infrarrealista de 1976, redactado enteramente por Bolaño (son casi
seis páginas y media, que en tamaño carta actual son tres páginas
aproximadamente). Publicado en la Revista INFRA o Revista Menstrual
(tal como lo oyen), Revista Menstrual del Movimiento Infrarrealista.
Octubre-Noviembre de 1977. Ciudad de México. Los integrantes allí son:
Jose Peguero, vivía en México (en esa época); Bruno Montané, instalado
también en Barcelona en esa fecha. R.M, en México. Carlos David Malfavón,
en México. Javier Suárez Mejia, en México también. Y Roberto Bolaño quien
ya vivía desde enero de 1977 en Barcelona.
Bolaño llegó con su familia al DF desde Chile en 1968 - me decía el poeta
R.M. con 15 años de edad- y ahí estuvo hasta principios del 73 donde
partió luego -con 20 años- en septiembre, a comienzos de la dictadura,
a Chile. Regresó ese mismo año de 1973 de vuelta a México para irse a
Barcelona en enero de 1977 (a los 24 años) y no volver nunca mas ni al D.F.
ni a México. O sea que pasó casi 10 años en México. La parte más fundamental
de la formación como joven poeta. Es decir, desde los 15 años hasta los
25 años.
Y finalmente, el último integrante que aparece mencionado
en la revista de los Infrarrealistas, es el mítico poeta que junto a Bolaño
son realmente los dos mejores poetas de aquel grupo. Lo pude constatar,
leyéndolos recién, al revisar la antología de poesía editada por Bolaño en
1976: Muchachos desnudos bajo el arcoiris de fuego. Me refiero al
poeta mexicano Mario Santiago -quien sería Ulises Lima en Los detectives
salvajes- y que en la revista aquella de 1976- sólo se dice:
"Vive en Israel".
Pero de aquel manifiesto infrarrealista hablaré en otra oportunidad. Aún no
puedo creer que haya dado con él por pura casualidad. Sólo doy evidencia de
que existió y existe , y estaba guardado en un casi olvidado archivo
del poeta igualmente infrarrealista, R.M, aún vivo, amigo de Roberto Bolaño
allá en la lejana Ciudad de México de 1976.
*Javier Campos es escritor y académico chileno residente en EE.UU. Su reciente
libro de cuentos "La Mujer que se parecía a Sharon Stone", lo publico RIL
editores. Este articulo es parte de una ponencia que se presentará en
Francia, junio 2004, en un panel que el autor organizó sobre la obra de
Roberto Bolaño.