me dirijo
al Tigre un día lluvioso
mis botas mojadas
......
. .. . mis anteojos nublados
oigo más de lo que debería
escuchar
una
mañana cualquiera
...... . .. . en el tren
el inusitado ofrecimiento
...... . .. . de
cantar
el desemplumado oficio de contar
aunque todos rían
y sea
demasiado temprano
para desocupar las estrellas
y en mi cerebro
siga danzando
el polvo blanco de la noche
que aconteció
.....abro
y destruyo
el libreto que hice de mis palabras
y me acomodo en la levadura
del pan
y añoro el sexo que tantos sudores dejan
titilar como granitos
de nieve
en mi piel
me sumerjo en su solemnidad
de sábanas
vendedores —digo—
...... . .. . perdedores
—dicen—
veo más de lo que
corrientemente un ser humano
podría
presenciar
una mañana cualquiera
dirigiéndose al Tigre
......
. .. . una telaraña de cables
una intromisión de formas
no más pensamiento
ni ilusión
......
. .. . que
una ciudad que detiene la lluvia
unas muchachas
con
pinta de italianas
que arrastran rápidamente sus
bicicletas
......
. .. . al tren
para no mojarse
el graznido del acordeón
que el agua diluye
en un ofrecimiento
...... .
............ . más
que se impregna en las ventanas
como
una medida de fuerza
...... .¿cómo
deshacerme
de esta extraña intromisión
mientras arrugo con
el periódico
otra conversación anodina?
una ciudad
que
se esfuerza por invisibilizar
la lluvia
estas estúpidas
tarjetitas
que sin querer recibo
de una ciega
que su lazarillo empuja
hacia
mis manos
viajo consciente
de que nada conseguiré aclarar
......
. .. . a pesar de la lluvia
sabiendo que no me quedarán fuerzas
para
tomar un bote
e internarme en el Tigre
ni me interesaré
por alguno
de esos
curiosos nombres alemanes
ni mucho menos comeré salchichas
ni
beberé cerveza
viajo sin dejar que el silencio influya
que fluyan
los árboles
...... . .. . abandonarse
a
f l o r a r
hace días el rottweiler
del vecino nos ladra
y un olor insistente a pescado
parece invadir
con su campamento
de palitos y condimentos
descartables y gente
disfrutando
en
distintos idiomas
de un alegre globo rojo
en sus cocinas
las
casas de estilo inglés
las chimeneas inactivas
los manifestantes
que de pura rabia
quieren cercenar el cielo
de un tiempo para acá
me siento flotando
en las rejillas y preocupaciones de otros
de un tiempo
para atrás
el peso se ha desvanecido
en las pantallas de un televisor
el ruido es un mecanismo más
para entretener mis manos
bolivianas
......
. .. . empujando pesados bloques
......... . ..
.. .. .. . de cartón
coreanas
......cargando
a sus pequeños
tan blancos como barras de jabón
......son
todas iguales.... claro
menos tú ...corrige
el taxista
jura que le voy a creer
supone que le voy a estrujar la mano
arrancar
una a una más frasecitas
tan estúpidas como esa
cabezas
gachas
cabezas negras y apuradas
soledad de asfalto ...como
la mía
....cabezas peruanas...fósiles
emergiendo
de costales de baratijas
medias chinas y baterías coreanas
que los
rótulos fantasmales de los grandes teatros
convertían en incontenibles
llamaradas de gente
pensé que los había dejado reposando
en
las barracas eternas de la desmemoria
a las matronas sin trenzas
repartiendo
churros a peso devaluado
bajo la luz hosca de los negocios de comida
a los
maniquíes sin mirada
vendiendo tarjetas postales para llamar al perú
a
los bolivianos encogidos en poltronas de tocuyo
escuchando radio con la indiferencia
de
los mismos maniquíes que una cuadra atrás
me invitaban a detenerme
en un hueco oscuro
regentado por un judío agazapado
en un mostrador
con olor a tela
....mientras que desde otra
mirada
una muchacha abre un cartapacio
de cuentas y una multitud húmeda
....culebreándose
entre mis pies
trasforma sus ojos en gracias indiferentes
que devuelvo por
sobre el hombro
....en un desdeñoso rehacer
ir
y venir partir y regresar
... .. .. ...sin palabras