Ludy
D
Poesía
de Roxana Crisólogo
yo
era una niña
mi primer poema retumbaba
en las orejas de mis vecinos
como
un vendedor callejero
todo lo que nos sirve
se extiende sobre la lengua
amplia
y puntiaguda de la tarde
si hubiera habido agua para lavar
la
melena sedosa del sol
la urdimbre de orfebrería que el deseo
acantonó
en plazas de una existencia
inmóvil
ah muslos de las dunas deshojadas
atravesar
el denso tapiz de la neblina
que las palmeras impregnan
de una incomprensible
laboriosidad
que aqueja
volarle los sesos a la luna
es verdad
no había
agua para regar un jardín
el desierto era aquella humanidad
y el
polvo
que mi madre empuja con la escoba
trepar corrientes
cuanto
edificio antiguo y bien conservado
estire su tronco blanco
de institutriz
los
libros que allí compré
el mohín de lo antiguo varado tardíamente
sobre
algún pasado
que los transeúntes patean
y arrastran como la
cola alta y desvencijada
de una novia
que sin embargo también poco
a poco olvidan
basta hojear las paredes atrincheradas en los edificios
del
centro
las excusas de los bancos para justificar el blindaje
a prueba de
pedradas
que deben de robarle el sol a sus empleados
arremetió suspendido
en la nada
un taxista
el mohín aceitunado de las piedras que los
libertadores
parecen dirigir desde el vacío umbilical de una plaza
afanosos
cuidadores de perros
empujando cachorros como racimos de uva
caminan el
zigzag desgastado de la rutina
adoran la exactitud
corrigió el
aire
ahogándose en la infinidad de voces que pudieron gritarlo
no
resultaría raro encontrarse con un grupo de manifestantes
banderola
en mano
sofocando el acostumbrado ruido de los autos
en un son de matracas
y bombos
la marcha
bajo una llovizna de algo más contundente
que una desmesurada teatralidad
realidad y luz
revelan
voy
de bote en bote hasta dar con el hilo de pescar
la pista de baile es un
charco
y no he hecho más que zambullirme y someterme
a los caprichos
de un conocido clavadista
cuando la luz se pone y el sol se malforma
en
la transparencia agreste de otras playas
para el dj invitado
los peces
dilapidan su oxígeno de país entero
intentando dar vida a esta
cadena alimenticia
de malos entendidos y formas
abren sus ojos
en su
lugar la gente habla
en distintas direcciones
los ruidos son mercaderes
que
cuelgan de la iniciación de las rocas
estiran sus cabellos filosos
marcas
de un cielo estrellado
imagínate a vallejo caminando por el puerto
animando
a los que cada viernes por la noche
secretamente
se compenetran desde el
tallo débil
apenas se escurren las sombras góticas
de algún
estudiante
escondido en el hábito transexual del otro
el trance
que
la monotonía insiste en regular
la drag queen repitiendo que un horario
justo
de trabajo no la traería aquí
el viento
no tienes
ni la más puta idea
de lo que es desplumarse aquí
el
aliño de cada noche sin estrellas
el metal que es el fondo de las
cosas
cuando parece que todo ha vuelto
a la normalidad y el empleo
no
se reducirá más
que a la forma de acogotarse
sin sentido
en un rincón
quiero bailar hasta que no haya aire
verme en un
cielo de pájaros
cada piedra se buscaba en el estertor de otra
más
musical ... menos sonora
sentí mis cicatrices
como un lienzo de colores
extraños
..........
expandiéndose
la unción de brazos y piernas que la música
embadurna
de incandescente saliva
Mohamed se ha cansado de explicarme
cómo
los desiertos se sobreponen
al espejismo del agua
yo te hablaría
si supiera qué decir
Mohamed
tocaría esa línea
imaginaria que se interna
en una roja e impenetrable
carretera
sólo
que esa lengua se me hace ininteligible
las luces atormentadas por la ansiedad
del polvo
no me dejan ver
la aureola aceitosa del pueblo
con el que
empiezo a fantasear
y cubrir de verde una colina de autos
o era un cementerio
de autos
o era un cementerio de cosas
no existe más que la verdad
y eso duele
me separo de mi hija sin
mala conciencia
la oscuridad no se detiene
hace lo que una bola de
grasa
en un paisaje empantanado de ojos
yo terminaría esta novela
con
una frase de Bolaño
pero no es Chile ... se
trata del Perú
y eso puede tomar tiempo
y el desierto no termina
y
mi hija sabe que su madre anda
extraviada
en alguna carretera
de innavegados
cactus
y lo perdona
y levanta sus alas
las palomas arañan
los edificios más altos
una antena con dedos de mujer
sostiene un
monumento arcano a la sed
todos van colgados a una sed que no termina
como
a un prójimo
el anuncio comercial
que me acuesta desnuda sobre
un botellar de cervezas
y me expulsa del paraíso
nadie sabe que
desde ahí domino el mundo
del agua
desde mi triste traje de baño
cantonés
siento frío y hambre
las jarcias son fronteras que
difícilmente
me separarán del muelle
un lenguaje una obsesión
que no termina
sobre las piedras zigzaguea
una
tierna y malviviente mohosidad
sé que alimentaré su apetito
sin
proponérmelo
sé que su aliento puro y radical
devorará
mis plantas
excretando el carbono
de sus axilas
afeitando el poco pelo
del
animal perezoso
que viaja montado en mi piel
mientras la arena ficticia
de
una alfombra
extenderá sus tenazas de cangrejo
hasta asfixiarse
yo
seguiré tosiendo
bajo el solaz de unos pulmones
felizmente sanos
enarbolando
un sprite
para disciplinar mi respiración
ensayando golpes acrobáticos
de aire
orgullosa de exhalar una baba ardiente
de tóxicos y limpieza
a
veces un metal precioso
colgando de mi nariz como un arete
de mi nariz un
hilo adiamantado
de conjeturas y esporas
objetos de una realidad irrespirable
y
amado moco
robándome la respiración
de pronto caer
un paisaje acolchonado de flores-colores
... verde-lila-amarillo-ámbar
un par de paisanos sentados en
una banquita arrinconada en la puerta
ocre de quizás una fonda o un
bebedero de animales pestilentes
los dos tenían rasgos duros y no conversaban
... pero para todos
quedaba claro .—no
hacían más que sonreírle— ..rendían
el tradicional
tributo a la madre naturaleza ...
¿existirá algo parecido a los personajes
de los cuadros que se
venden en las plazas cusqueñas?
¿el sol rutilante y delgado que
me sobrevive en la piel?
El aire morado de las madrugadas occidentales
brilla
en una laguna de aire desafinado y distante
flota como una bandera
pirata en las pizzerías
en las bocas desmedidamente pintadas de las
picanterías
embaldosando las sombras de discretos
funcionarios que
es imposible reconocer bajo el fragor
de tantas cocinas ardiendo
... Es el Huerto de los Olivos
la Torre Eiffel que alguno lleva colgada
al pecho como una
virgen que sangra y descuidadamente besa y ahora reclama
la
misma distancia y el temblor con que yo beso al israelí
tras un vidrio
embaldosado de un trance de repeticiones y rejas
Un campo pedregoso
de tulipanes y diablos azules que el Cusco
arroja al cuello apertrechado del
israelí que orgulloso me muestra
un zoológico de tatuajes que
una linterna ilumina en suaves
codazos y arañazos
................ .................. bailamos o así creí gozamos
o así sentí
brotaban las peñas de un algodonoso olvido
. de un precipicio genital
a un cielo ilimitado de formas
. ¿Llanto? . jamás se llora
me
golpeaba el cuerpo en la caída ... sentí
el dolor en la esponja
de los pies ... el llamado
arrítmico de aquellas flores que desaparecerán
como los golondrinos
en el pecho rojo de unos hermosos telares
mi hermana me dio la mano en un
acto instintivo
yo no quería desvanecer
...................
.............. .. me tendió su mano de hermana
Una calle sin
pasamanos ni franela roja donde limpiarse los pies
abandonar los recuerdos
... tomar un minuto en blanco
olvidarse de nada
... quedar en nada
mar que se bebe su botella
sin el buque hundido dentro