A  manera de  prólogo al "Príncipe esquivo" de Ronald Castillo Florián
          Por 
          Leoncio Luque Ccota

En  lo alto del 
día eres aquel que vuelve 
a borrar de la arena la oquedad de su paso
el héroe miserable que escapó del combate
apoyado en su escudo mira arder la derrota.
José Emilio Pacheco	
        
 I 
La poesía es una cuestión de amor y principio, pero también de asombro e inteligencia; 
ejercicio y práctica de la memoria; principio o génesis que da nacimiento a la luz que 
es vida, y  ésta ilumina con sus imágenes, un cuadro verbal y trascendente, complejo y 
deslumbrante.  El mundo es un universo de imágenes que nos sugiere  temas a tratar que 
el poeta no escoge, sino,  sólo escribe como un dictado. Pero además, la poesía es un 
espacio donde se  "prueban las cosas del mundo."(1)
 y se vive experiencias sensibles y preocupaciones que sólo se despliega en el mundo 
interior del ser humano. 
En pleno siglo XXI seguimos hablando  de la soledad como integración, de la muerte como 
un acto imaginario y de emergencia, y del  amor, como existencia amenazada, que nos comunica
 e incomunica y borra distancia y  edades; pero nunca se extingue, sino vuelve a ser un tema
 recurrente, la más grande en la poesía peruana y universal. Y  si parafraseamos a San 
Agustín; amar será primero y después de amar todo. Pero hoy observamos que el mundo 
globalizado excluye, al amor como sentimiento de primera necesidad, para presentarnos 
imágenes borrosas y confusas, llena de muerte y violencia que carga nuestra memoria de
 insolidaridad, donde la solidaridad huye de emergencia y  entonces, sólo nos  toca hablar
 del amor solitario,  para salvar al AMOR  a través del AMOR que recrea  y nos cubre de 
 indiferencia y nos azota. De esto y otros motivos habla este libro, como un manifiesto 
existencial de drama y amor, que concluye como una visión exploratoria a través del 
monóculo que todo poeta utiliza para redimirse o mitigarse. 

Ronald Castillo Florián
II
El Príncipe esquivo de Ronald Castillo Florián, es un poemario digno de ser  
escenificada en una obra de teatro, ya que los personajes construyen un mundo de ilusiones, 
frustraciones y esperanzas, que se cruzan como fantasma en el sueño de los lectores y caminan
 por caminos separados, pero el amor a la distancia los  UNEN  mediante símbolos prefigurados
 que se abren paso a paso, bajo el cielo de sus sueños, y que  proyecta, además una luz 
que limpia el camino de la medianoche y sus desgracias, por un espacio de espera y 
detención del mundo. 
Es un poemario que se teje en el tiempo y nos enseña a esperar, pero a detener el
 tiempo a través de los ojos del amor que bajo la dicotomía de algunas palabras,  
se pierde a veces sin palabras sin sentido, pero al final, se celebra un encuentro 
de DOS  en UNO para desaparecer   "...en la frontera que aquí no dan libertad". La 
poesía de Ronald Castillo, es un libro que intenta romper el drama existencial de
 dos seres separados por el destino  y que a través de ese destino estigma, se esperan
 los amantes como letanía en el tiempo, llena de esperanzas y desesperanzas que nos 
hace soñar que detrás de estas imágenes hay una historia viva que nos interpela 
y nos dice que al final de un túnel oscuro, que parece nunca acabar, existe una
 antorcha del amor que siempre nos guía al encuentro.
III
Ronald Castillo Florián (Cañete,1979) poeta insular y místico, se presenta en la poesía
 peruana última,  premunido de ese dominio de la memoria, imaginación e inteligencia, 
donde se vuelve un arquitecto de  imagen totalizador, ya que construye un libro ensoñador,
 diseñado en cuatro visionales  partes, para ser escenificado en nuestra imaginación, 
producto de los retratos o sueños irreales que va  tomando cuerpo, a partir de  la doncella 
abandonada "pura y encantadora", que se confiesa y enlaza a leer y confirma, que detrás de 
esas palabras hay un abandono y  eterna espera. En la segunda parte del libro el príncipe 
se confiesa  haber "recorrido caminos/en busca de un sendero" y llamadas,  hasta el 
encuentro que se produce en la tercera parte del acto donde los personajes, se confunden 
"...en un cálido y enfermizo beso...", "Unido al tiempo" "como amor de esclavos" "Pero 
siempre/lejos/lejos/Lejos". Y finalmente, en la última parte del libro hay un verso 
que nos pregunta sin hacerlo, qué hay detrás de esas "fronteras que aquí no dan libertad" 
en un "pacto sublime". ¿Acaso el encuentro final es en el limbo o el cielo, que es lo
 mismo, como un lugar de descanso y paz?
"El príncipe esquivo",  de Ronald Castillo Florián, se liga a la emoción, al amor y a la 
ternura. Cada lector hará su propia lectura, solo me queda decir que he leído con emoción,
 entrega y alborozada pasión y goce, lo que ha sido escrito con pasión  y agonía, y palabras
 explosivas. 
A partir de la lectura de este poemario  "El amor ha cambiado de rostro" Emilio Adolfo
 Westphalen.
(1) Odiseo Elitys