Memorial de
Casa Grande de Rodolfo Hinostroza
PRESENTACIÓN*
Fernando de Diego Pérez
/ Universidad de Ottawa
Memorial de Casa Grande, último poemario de Rodolfo
Hinostroza después de unos años de silencio poético,
nos invita a la reflexión sobre la identidad peruana. La voz
lírica, homónima del autor, se sumerge en el árbol
genealógico de la familia Hinostroza para ir exponiendo, desde
el primer poema "Los tíos de Huaraz", el recorrido
de una familia que anclada en sus orígenes en el fundo de Huaraz
y "constructores de la legendaria ruta a Quincemil", se
desperdiga por la amplia mesocracia burguesa de la ciudad de Lima:
"Tomaron casa pues en La Victoria/ Que era el nuevo distrito
mesocrático/ De tiempos de Leguía...". El Memorial
se compone de dos grandes movimientos en los que se expone sucesivamente,
a forma de crónica, la vida de la familia y la del propio autor.
El poema final "Con el sol en los órganos" sirve
de anclaje con la realidad inmediata y constituye una reflexión
sobre el presente y el futuro de la voz poética.
Desde "Los tíos de Huaraz", el poema más extenso
del libro, y "Las bodas de la tía Luchita", se nos
expone no sólo el recuento de los avatares de la familia Hinostroza
sino que en filigrana van inscribiéndose en el discurso los
recuerdos y alusiones de la voz poética, que creo se puede
identificar sin temor a equivocarnos con la del propio autor. En "Los
tíos de Huaraz" se rememora la perdida Edad de Oro en
el fundo familiar, se recuerda el contexto cultural que rodeaba aquel
mundo desaparecido mediante la enumeración de la música
que escuchaban. El problema de la migración se plantea como
una pérdida sucesiva de la identidad. Lima representa no sólo
la pérdida de poder económico sino al mismo tiempo la
aparición de otros fenómenos producto del medio urbano.
Quizás sea la música evocada la que nos muestre esta
evolución. Del Bel Canto de Huaraz se pasa al bolero de María
Grever, y la incidencia de la música cubana, con Celia Cruz
como representante principal. La violencia de género también
se menciona aunque brevemente en relación con la vida de su
tía Berta. Pero acaso lo más interesante de esta parte
final del primer poema sea la rememoración de una Lima, acaso
perdida, centrada en torno al barrio de Barranco. El discurso de Hinostroza
en este poema adquiere carácter épico dejando de lado
las características esenciales de su poesía anterior.
El desencanto y el compromiso político presentes en Consejero
del lobo, dejan su lugar a una introspección en la que
el yo lírico se oculta tras la tercera persona del cronista
de Memorial. Las prédicas pacifista y libertaria de
las que nos hablaba J.A. Mazzotti(1)
al estudiar Consejero se han desplazado a un diálogo
con un pasado asumido en el que los registros coloquiales describen
prácticas culturales y ritos sociales de una familia venida
a menos en la Lima de la década de los 40.
En "Las bodas de tía Luchita", segundo poema de Memorial,
encontramos el origen de la pasión de Hinostroza por la gastronomía.
Las referencias a la pintura prerrafaelita para describirla se acompañan
de la descripción del origen multicultural de la cocina peruana
como marca de identidad nacional. El papel de la mujer en dicha sociedad
se define irónicamente por la "venta" de Luchita
a cambio del pago de las deudas paternas. Hinostroza recurre al corrido
mexicano para describir al macho encarnado por su tío Augusto.
En este poemas también encontramos referencia a otro personaje
teatral de su propia obra, el Hermano Iván de Cuadrando
el círculo, obra inédita del autor. De forma indirecta
y mediante la intertextualización de su propia obra, procedimiento
caro a Hinostroza, la astrología se inserta como elemento menor
en el poemario, tema ya desarrollado fundamentalmente en Contra
Natura.
En los dos poemas que le siguen: "Los hijos de Clausen"
y "Los huesos de mi padre", el poeta focaliza el objeto
de su discurso en su entorno más cercano. El paraíso
perdido de Huaraz se remplaza, en el primero de ellos, por el inalcanzable
de los Estados Unidos de América. De la Casa Grande hemos pasado
a la Casa Chica. El poeta desvela sin ningún pudor la historia
de la familia de su madre y del matrimonio de sus padres. El mundo
referencial que se intertextualiza en este poema es deudor del mundo
cinematográfico. Hinostroza expone el otro lado de la medalla
de la estructura social peruana, la historia de lo "otro",
de los "otros", de los miembros de las "casas chicas",
representada por todas las familias cuyo origen hay que buscarlo fuera
del linaje bendito por la Iglesia o el Estado. "Los huesos de
mi padre", poema que por primera vez aparece con un epígrafe
de Javier Heraud(2), es un homenaje
a la figura paterna, de la que ya nos habló en los poemas anteriores,
a su vida y a su obra poética. Las referencias literarias a
Jorge Manrique presentes en el poema sirven de entramado al dolor
ya anunciado en los versos de Heraud, la temática de la fugacidad
de la vida y del anonimato del poeta sin éxito completan el
poema. El poemario concluye con una reflexión sobre la muerte
y una elegía a la vida marcada por los últimos versos
y la imagen del sol como compañero de la experiencia de lo
vivido.
A modo de conclusión, podemos señalar que la palabra
del lenguaje poético de Hinostroza abandona en este poemario
"la honda y compleja oscuridad [...] su entraña visionaria
y onírica" de la que nos hablaba González Vigil(3),
para exponer en forma de memorial sus recuerdos y vivencias. Se abandona
el lenguaje poético cargado de metáforas y referencias
a los clásicos ingleses y de lengua castellana, su afecto por
la astrología y la cita erudita, sus reflexiones sobre el ajedrez
para recurrir a un lenguaje descarnado de figuras retóricas
pero cargado de referentes de la cultura popular, que fluye a lo largo
de sus versos y describe su historia familiar que nos recuerdan los
últimos versos de "Nudo borromeo":
"Y en un delirio de provisiones y de ropa limpia
Olorosa a lavanda ............................
Viajas en tus palabras .....................
...................
Y tus palabras viajan.".....
................
* "Presentación" de Memorial
de Casa Grande. Lima: Lustra Editores y Ediciones La Cuadrilla
de La Langosta, noviembre 2005, pp. 9-12.
NOTAS
(1)
José Antonio Mazzotti y Miguel Ángel Zapata. El bosque
de los huesos. Antología de la nueva poesía peruana
1963-1993. México: El Tucán de Virginia, 1995.
(2) Este poema apareció con anterioridad
(sin el mencionado epígrafe) en la revista Quehacer
114 (Lima: julio-agosto 1998: 90-93), y en el volumen Yacana. Antología
poética. 51 poetas (Lima: Librería Internacional
del Perú, agosto 2005, pp. 93-96).
(3) Ricardo González Vigil. "Presentación".
Consejero del lobo de Rodolfo Hinostroza. Lima: Tixi Producciones,
2003.