Gonzalo Rojas regresó a
Guadalajara
en El
Mostrador
Con la presentación de Qué se ama cuando se ama, el
domingo en la feria del libro, el poeta chileno dio el vamos al
Salón Literario y se reencontró con sus admiradores
mexicanos.
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En un auditorio repleto de público -incluyendo un grueso número
de estudiantes enviados a hacer un trabajo escolar-, el poeta de El
Alumbrado leyó algunos poemas breves y bromeó con la concurrencia
como suele hacerlo en sus presentaciones públicas.
En vista de
que la numeración de las páginas resultaba prácticamente ilegible y
dificultó al poeta encontrar los poemas que buscaba, Rojas comentó con
su sonrisa de siempre: "Estos editores y diseñadores míos son
terribles".
Animal
pedregoso
Dos poetas y críticos, el argentino Saúl Yurkievich y el mexicano
Adolfo Castañón, tuvieron a su cargo la presentación de ¿Qué se
ama cuando se ama?
"Esta palabra -dijo Yurkievich- es
propiamente encarnada. Esta poesía es secreción, es río seminal. La suya
es poesía fogosa, para Gonzalo es sagrada la encarnación. Gonzalo está
ahí, presente en todo el libro, en el pasar de las páginas, en las hojas
impresas, en cada letra, palabra, fragmento, siempre está ahí "con el
deseo de ir más allá".
Castañón partió con una afirmación
temeraria: "Gonzalo Rojas es el nombre de un dragón", espetó: "Es un
músico que sabe tocarle todas las letras a las palabras, pero también es
un dragón monstruoso"
"El libro de Gonzalo Rojas reúne en sus
páginas una serie de autorretratos poéticos escritos contra el espejo
del amor. Cosecha una serie de fragmentos amorosos autobiográficos,
tatuados sobre el cuerpo que es palabra, el cuerpo amado que es palabra
amorosa", agregó Castañón.
Rojas retrucó afirmando que, además
de dragón, "también soy un animal pedregoso, creo en la pedregosidad de
nuestra América".
"Cuanto he escrito y desescrito de este mundo
-añadió el poeta de Lebu-, y no por juego ni desconsuelo, frente a la
diversidad de los minutos, ha sido un diálogo con la que siempre está
ahí, nosotros le decimos maternalmente 'la muerte', porque uno nace y
desnace al mismo tiempo".
Con esta actividad, Rojas se
reencuentra con su público mexicano (que repletó la Sala Juan Rulfo para
escucharlo) tras su notoria ausencia el año pasado, cuando Chile fue el
invitado especial en Guadalajara.
Martes, 28 de Noviembre de
2000
La Rosa
No me obstino en tocarte por sólo enardecerte. Tengo
experiencia: te amo Tengo violencia: te amo todavía +
hondo todavía más lejos que todos los delirios y -como
ellos- te cobro posesión implacable.
O flor única, nadie vió en tu naturaleza la libertad del
día como yo vi. Ninguno te supo descifrar, apacible
corola, maternidad
profunda.
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