MARIPOSAS PARA JUAN RULFO
Cómo fornicarán felices las mariposas
en el césped
oliendo
de aquí para allá
a Dios sin que vaca alguna
muja
encima de su transparencia,
jugando a jugar un juego
vertiginoso
a unos pasos blancos
del cementerio
con el mar
del verano zumbando
allá abajo ocio y maravilla.
Rulfo habrá soplado en ellas
tanta locura, Juan Rulfo
cuyo Logos fue el del Principio;
les habrá dicho:
-Ahora
hijas, nos vamos de una vez del páramo.
¿Y ellas? Ahora
¿qué
harán ellas sin Juan que cortó
tan lejos más allá de Comala en
caballo único
tan invisible?;
¿bailarán, seguirán
bailando
para él por si vuelve,
por si no ha pasado nada
y
de repente estamos todos otra vez?
Por mi parte nadie va a
llorar,
ni mi cabeza que vuela ni la otra que no duerme nunca.
Se ha ido y se acabó,
nadie corre peligro así
acostado
oyendo los murmullos aleteantes.
-Con tal de que no sea
una nueva noche.