Días 0
Nunca mi padre hoja de lata cortó un
árbol para construir un navío.
Después de Jorge y
seis empleos sin prestaciones y asfixia, derribo un árbol en un bosque
de 20 000 habitantes.
Y veo mi barco - grande - con todo y tripulación.
Pero
el mar no tiene fijación por memoria y enfurece en cada esquina
Unos cinco siglos antes cepille tantas veces la proa y no levantó
una cumbre. Quedó semiaventurado; desde esa época faltaba el
timón pero tenía el casco largo. Quedó hecho enorme con
el color de un charco, dónde Jorge es capitán, cuando el viento
irrumpe en el patio y blande la hierba.
Nadie
salió a despedir el navío que llevo dentro.
Huirá
de mí la noche que habitan los perros.
Día
1
No quiero el horizonte, tampoco sortear la calle, sus automóviles
y sus niños.
Regresar . ......... ... .. ..
.. .. .. .. Regresar . ...... ... .. .. .. .. .. ..
Regresar .
No regresar .
Regresar:
es ver una cortina en reposo que oculta la mano. La mano es de mi esposa: 17 de
mayo del 70. Intenta coleccionar ranas de porcelana. Mantiene el hombro terso.
Sus ojos ayer sufrieron insomnio, y el foco de la entrada siempre queda encendido,
dice apenas en una carta.
Me detengo.
Alguien avanza en el otro extremo del mundo.
Creo
que soy yo
................ ... .. .. .. .. .. ..
un punto.
Frente a semejantes novedades
en los cielos, ahora faltaba transitar el camino de la unificación
de las leyes, debía intentar explicar cómo era que sucedían
las cosas en la Tierra.
Más tarde
Un hombre me atraviesa como fantasma.
Hay rocas que suben hasta
un acantilado, un mar que no para, niebla y espanto.
Lejos, un planeta
opaco sale de órbita y camina lento, errante.
Día
2, sábado
Acarreo la distancia. Esta versión es visible
desde una sonda espacial. Apenas los hombres mueven sus labios y tardan en hablar
en esta lejanía que nos corresponde.
Lo entiendo, hay ciudades
maestras que nunca se detienen y tragan. Al cruzar la calle, en mis hombros la
pena se apoya como un ciego. Sucede la lluvia y aquí caen sus primeras
gotas.
Día 3
Quiero
tener un auto azul, que deje atrás a as camionetas de paquetería
internacional, que deje atrás a los turistas de bronceado perfecto y ropa
cara, con esposa e hijos caros, que deje a los policías en su hora de almuerzo,
y a los migrantes que llevan en una mochila, un trozo de pan y agua en una botella
de plástico, como yo, que pienso en ese auto de la defensa cromada, con
la sonrisa reflejada en la portezuela.
Más
tarde
Un cielo azul / no corresponde a lo que veo.
Parte
de mí / y se extiende por mis pies.
Distante / es la palabra
más cercana.
Día
4
Sobre la carretera avanzo.
Al otro lado, el vientre
hinchado de un bovino estalla.
No corre sangre, sólo un líquido
blanco
...... ... .. .. .. .... .. .. .. . ... ..
.. .. .. .. .. .. .. .. .. y tenía sus ojos abiertos.
Martes
Avanzo
kilómetros y entre mi ropa sigo oliendo a muerta.
Avanzo,
sé que avanzo.
Todo llegará.
Más tarde
Será la muerte un árbol
gris que blande ramas como serpientes,
con altura de asombro / sin alas / sin
trino.
Oración
Oh!
Glorioso nuestro protector San Francisco de ( ...... ...
.) que pasaste por el mundo realizando tantos milagros, y ahora desde la
gloria del Cielo, con tu intercesión proteges incesantemente todavía
a los hombres con los tesoros de la gracia y bendiciones divinas: danos piadoso
tu protección a nosotros, humildes servidores y consíguenos el perdón
de nuestras culpas llevándonos por el camino del bien para conseguir nuestra
eterna salvación. Inflámanos de aquella caridad donde fue encendido
tu corazón; socórrenos en nuestras necesidades espirituales y temporales.
Logra que sobre nosotros triunfe la misericordia de Dios; así como tu valiosísima
intercesión merezcamos gozar la eterna gloria del Paraíso. Amén.
El
paisaje: es una ranura luminosa que muestra el mundo. Todo cabe.
Silencio.
Vienen los árboles:
Soy un punto.
Avanzo en la curva de la tierra.
Nada
dijo
pero soy otra.
En
la noche
El pie derecho me duele, he caminado kilómetros
y la noche de ayer pasé frío.
Un DC-10 se aleja, algo
llama nuestra atención y desaparece el punto de luz que lo trajo. También
desaparece la idea de que vamos sentados con una manta roja en las rodillas a
punto de recibir la cena, viendo el seno de una aeromoza.
Día
5
Hace frío de borracho. No hay malentendido en la política.
El clima cambia. Soy un perro lleno de instinto, rechacé los mapas. Salí
temprano rumbo a cualquier trabajo. Y aún no atravieso la frontera.
Sí,
de eso estoy hecho: la distancia.
Viernes
de 1991
Aplausos por salir de la frontera, por tolerar a las razas,
aprender el alfabeto hasta llenar una sopa de letras sin faltas en las verticales
y jugar scrabel y mostrar los domingos en la plaza una camioneta amarilla con
llantas anchas, dos casas, una con piscina, la colección completa de friends,
otra / otras mujeres, una llaga por los vegetales y una detención matutina
frente a un Wal-Mart en un anuncio del periódico.
Migrante:
una voz que habla cerca / en cualquier parte
Día 8
Estoy cansada y ofrezco mi cuerpo al primer
camión de construcción que aparezca. ESTÁS AHÍ JESÚS.
¿Te gustan las hamburguesas? Uno no sabe. Contesta. Voy dando la vuelta
sobre la 14.
En un momento estoy contigo.
A
kilómetros
Jorge señala mi retrato en la sala a sus
amigos. Una definición fuera de foco la de su padre. El marco tiene un
retoque con pintura para calzado. Cuando alguien lo quite, quedará un rectángulo
amarillo y nadie sabrá qué imagen tenía el paisaje, la familia,
el hombre, la camisa.
Día 10
En
la mañana abrí los ojos.
Un ruido
......
... .. .. .. .. .. .. y desconocí el dormitorio.
Casi
sonrío.
Estiré mi brazo entumido
y toqué
la frialdad de una piedra.
Domingo
Cualquier
caminata es la evaluación de un derrumbe, para no rompernos de hambre,
digamos, para mantener la ilusión cinematográfica que salimos del
mercado y regresaremos a casa en unos minutos, levemente cansadas y sudorosas.
Quizá
tardemos horas, días. Virgen Santa. Para qué contar los meses. Hay
qué dejar que todo llegue.
Pero todo lo percibe el olfato
de un perro. Apenas levanta el arco de sus ojos y calla, por el cuerpo que camina
pegado a la pared.
Miércoles
por la tarde
La vida es una bolsa de plástico que baila con
el viento l e n t a m e n t e. Cae sugiriendo formas de dolor. Tardará,
quizá, 500 años en desintegrase.
Discúlpeme, discúlpenme
todos, tengo que inventar y creer en algo.
Día
11
Me despedí de mi madre como si acabara de morir. Algo
me alejaba rápido. Hacia mucho ruido, como hélices de barco. No
conozco los barcos ni mucho menos a los hélices, pero creo que los hélices
impulsan a los barcos, por eso creo que hacen mucho ruido. Hoy hace buen clima.
No un soy barco, pero me gustaría serlo, para salir corriendo y disolverme.
Sé que no puedo disolverme en el horizonte.
Pero algo se disolvía
esa noche. Llegaré tarde al trabajo. Me disculpan. Son, tal vez, las siete.
Me llamo Juan y tengo13 al despuntar el día.
Ese mismo día de 1997
Todo era una suma: un hombre
que lo tocaba la lluvia y parecía no saber que hacer, el llanto de un niño,
la madre en brazos de una roca, un grupo de jóvenes con gorras de beisbolista.
Nos
manteníamos quietos, como delante de una pared con el corazón más
rápido, con los ojos abiertos, esperando, y la lluvia era un batallón.
Alguien
/ todos. Esperábamos las descargas, y el hombre, del cual nadie sabía
su nombre, era un palo flaco clavado en el campo, con los zapatos inundados.
Y
no sabíamos que hacer.
Por la
tarde
La frontera se extiende desde la hierba tupida que rodea mi
casa y juega con mis hijos, hasta la fronda que me cobija y dobla.
Hay
que abandonarlo todo, ser valiente y sentir que hay futuro.
Más
allá, sin levantar la vista, veo la franja como una bodega para aviones.
Y sentí que había pasado mucho tiempo.
más tarde
en la luz
algo
se apaga
Al día
siguiente
montañas
... .. .. .. .. . .. montañas ... .. .. ..
.. . .. montañas
.....montañas
... .. .. .. ... .. .. .. .. . .. .. . ..
montañas
MONTAÑAS
AZULES
y la cresta encendida.
Vi atrás
una noche oscura
pero nunca el cielo.
Enero,
2005
El vacío que acarreo transforma el paisaje, provoca
montañas más altas, alarga el sonido y la cresta del gallo. Respiro
vidrios e insulto al aire y a la garganta. Que mierda de poema. Bajo la mirada
y el pasto se hunde como un mantel sucio en la ropa sucia, en los zapatos sucios.
Brilla el sol, no retrocede, no juzga, y por momentos, apenado,
se esconde.
Nada me detengo, y voraz, trago esta descomposición.
Y no sé si vuelve el gallo.
Minúsculo y cansado cierro
mis ojos. Soy tragado a mí mismo. Y las manos no pueden hacer nada.
Hernán,
brother:
El paisaje es ahora este húmedo puñal. El
horizonte, entero, una de sus caras.
Día
14, viernes, 2001
Todos parecen muchos bajo la sombra que escurre
de los árboles. Serán ojos o el sol que no detiene en las primeras
hojas.
Aquí el destino es el compañero de viaje mudo
que cabe sin trabajo en un hueco del pantalón. Y los cuervos descansan
los trapos de sus alas en la cima del poste.
A la orilla de la vía,
café y ocre, la impaciencia se mide por la mirada clavada apenas arriba
del horizonte, y por segundos, es más monstruosa que toda el hambre enlazada
de estos hombres que esperan el tren como cetáceos varados, apenas moviendo
los brazos para espantar las moscas.
Martes,
1999
Levantaron el descanso los cuervos y los migrantes reviven
sus músculos, frotan sus manos, escupen la saliva seca y buscan sus pertenencias
como a un hijo y los hijos se acomodan en los brazos como bolsas llenas de mercado
y de una ola de calor asciende el murmullo del tren.
12:30
Parezco
otra en medio de la hierba, pero soy la misma.
Cansada, pero la misma.
tengo
el miedo de un pájaro
ante las
garras de otro pájaro
13, 19,
17, 18, 17, 20, 21.
Esas eran sus edades, según el reporte del forense.
Sé,
no sé porqué,
pero estoy en cada uno de ellos.
Lunes
Unos
metros de niebla hicieron cerrar mis ojos por un momento
y no ver
nada cuando los abría.
Martes
de 2005
Entonces allá es el border, el límite.
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Ahí
dice, en ese letrero que cuelga del muro, qué no sabe leer, dijiste en
una forma tranquila.
Y qué hay allá,
No
sé, es todo lo que veo.
Soy
punta de anzuelo a un segundo de la presa
boca de anzuelo a un segundo de la muerte.
en
cada día esperan la noche, en cada minuto, en el aire, un caballo, no,
muchos caballos intentan brincar un ancho muro y correr, beber y descansar
brinco
brinco
rompo
la tierra,
que belleza el aire
lento
caigo
caigo
después
de los disparos
no grito
miro
silencio
silencio
ya
pertenezco
Carta
Ma
que ganas tienes de correr cinco kilómetros diarios, de tener un canto
lento y un amor, otro amor, entre un cerro y otro cerro. Otro amor, uno que te
quiera más allá de los platos y la comida caliente y puntual, a
las dos. Ma tus manos brillan, no te imagino descalza, jugando a los coches, comiendo
verduras hervidas. Mira que te quieren tus hermanos. Y tus canastas de mimbre
colgadas en el polvo. Ma no eres la mártir del calvario, tus lágrimas
no riegan flores, tampoco eres la sirena chaparrita, eres un pájaro blanco
que se va volando. Ma qué pena, se me hace tarde, ayer cumplí 32,
ahora dios y el rezo están más cerca de ti que yo aquí en
la tierra. Y no es el fin del mundo, con los ojos cerrados explicaba a mi terapeuta.
Día
25, 1998
Nada me corona en esta ciudad de muros anchos. El invierno
esta por venir. Mañana, despertaré en mi cama, yo el hermoso, a
un lado de mi esposa, en mi casa: Laurel 39. Abriré la puerta que el sol
abraza y estaré a 100 mil kilómetros, listo para trabajar limpiando
un comercio, atendiendo al cliente en lo que pida. No pierdo de vista la foto
de mi madre.
Mas noche
diré: aquí termina el océano.
Jesús
desnuda su torso tatuado. Tira la bolsa de una hamburguesa. La calle es de todos
los cometas. Entra al agua. No es una flecha. No es un navío. Pero flotará.
Jesús.
Un hombre. Camina por la ciudad. No vacancy. Jesús tiene trabajo.
Sábado 11 de junio de 1995
La frontera es un mecanismo
de antaño, un día que se prolonga, es algo que no se ve pero sabemos
que termina cuando cerramos la puerta de nuestra casa y empezamos a sorber la
sopa. Y cuando digo esto, avanza, en un latido que sobrevive, en una tormenta
eléctrica. Es un péndulo, filoso, que pasa cerca del vientre en
una tirada de dados, hasta que los lados de la frontera o de los dados dejan de
bailar y se quedan quietos -no he dicho mudos- pues en sus caras se dibuja la
mueca que brilla en tus ojos.
Y caminas, todo, sin saberlo.
El hombre ... ... es un pájaro
que
golpea millones de tierra
y con eso
... ... construyen un poema.
Sábado
A la
derecha encontramos la estatua al migrante, donada por un grupo internacional
y vecinos de la comunidad que atienden y ayudan a las personas que por una u otra
razón deciden abandonar su patria...
Una mujer pasa delante
del pedestal, su cuerpo, torcido, se refleja en la portezuela de un auto y los
perros levantan el arco de sus ojos.
Día
29
4: 01 ... ... Regreso la mirada por
el camino
4:15 ... ... Y no recuerdo haber pasado
por ningún sendero
5:20 ... ... El regreso
no puede ser el mismo
Todos los días
camino
días sin pena, luego días de tormenta como una rémora pegada
a la tierra. Inhalo, luego sufro otra inhalación por convicción,
más corta y tímida y una exhalación repentina para no caer
Más
tarde
A 30 000 kilómetros no hay marea que cumpla un barco.
A veces, asusta la distancia.
Y en la luz, insisto, algo se apaga.
Sólo niebla.
Tapo mi rostro y se enfrían mis
manos.
Intento tapar mis manos, pero ya no tengo.
Día
34
Por eso salí corriendo de casa. En estos días mi
hermana camina con sus zapatos blancos. No sabe del viento. También como
usted, cierra sus ojos. Ahora sí, quiere más agua… le traigo la
cuenta. Es mi primer día, me gusta el sol, como a usted. Silencio, alguien
me llama para limpiar la mierda de sus perros.
Después
de 7 años, mi padre …. …se fue disolviendo
y conmigo todas las cosas
A
la altura de mi hombro se abrieron los árboles y vi visiones de ti. Eran
tantas, que no me alcanzaban las manos todas para llenarte y en mis brazos te
repetías y de un lado te desprendiste, eras un niño con parte de
mi rostro. Avanzabas hacia delante y cuando andabas no te movías. Se levantaba
la tierra y descansabas sobre mis ojos.
Al
otro día
Las cosas pierden sus nombres, toman otras calles,
otras fiestas. Aparecen nuevos letreros, otro color de pintura en las banquetas.
Una mujer pierde su bolsa y se encuentra con el vacío que ya tiene su juego
listo. Con el tiempo abandono todo, menos la piel, y las cosas se distinguen de
sus nombres y la conjugación de las palabras.
Discúlpeme,
no entiendo lo que dice.
Día
36, 2002
Tal vez nunca reconozcan la derrota sentada en su sala.
Y lo felicito amigo, bonita corbata. Yo vendré cada vez que levante la
mano para tomar en esta libreta su orden, y al final, recoger puntual la propina
que se le antoje.
No puedo hablar más. El capitán
me observa y mis hijas ahora piensan en su padre. Como le dijo: no tomo descansos,
clavo un hierro para sostener mi madera. Tengo problemas en la columna. Soy un
barco en una avenida transitada.
Una tarde
quisimos salir a la calle, dar vueltas, girar y girar y girar.
Era
inútil
teníamos un clavo.
El
otro día
Me quedé sentada en esta banca, cruzando
las piernas, observando el tráfico. Gracias, no fumo. Lindo coche. Contando
las veces que atropellan a ese animal. Ya empieza el frío… y de vez en
cuando leeré los anuncios: Se solicita mujer de limpieza. T q m Diego.
No estacionarse. Llame: 439-782. NO PASE. Aikido en 10 lecciones. Se busca pastor
alemán negro. Responde al nombre de Rosko. No sabe cruzar las calles. Se
me parte el corazón. Robo bancario. Jesús ya viene. Ofertas. Todo,
por un instante será perdonado.
Octubre
de 1977
Algún día te darás cuenta, acarreamos
el derrumbe a primera hora sobre una ciudad que aparece en los libros, que porta
un disfraz de vieja bondadosa y enferma, que tose en un pañuelo púrpura
sus flemas después de la cena, y no nos deja dormir tranquilos, por eso
platicamos de noche, y te dijo: somos parte de la estadística.