Pensamiento 
            y mística: el joven Blake
           A lo largo de la poética de Blake, se pueden encontrar diversos 
            puntos de vista e inclinaciones. Sin embargo, habría que resaltar 
            que durante su infancia jamás pisó una escuela. El joven 
            William Blake nació en una familia humilde, en donde el padre 
            se dedicaba a la venta y fabricación de medias. Peter Akroyd, 
            uno de los últimos biógrafos serios del poeta, señala 
            que fue el tercer hijo, por lo que la educación se centró 
            sobre el primogénito. 
Por 
            tal motivo, Blake fue autodidacta, aprendiendo y leyendo libros cuyo 
            interés requería con mayor asiduidad: "It is of 
            no consequence at this last date, except in one respect -all the evidence 
            of Blake´s art and writings suggests that he was imbued with 
            a religion of piety, enthusiams and vision"(1) 
            . 
          Dentro de sus influencias, investigadores y críticos coinciden 
            al señalar que procesó a su manera, ya que nunca tuvo 
            algún instructor que guiara su educación, textos como 
            la Biblia, el neoplatonismo, misticismo, alquímicos y diversos 
            poetas como Milton. En su ideología se fundamenta el pensamiento 
            místico, inclinado hacia una religión natural. Abandona 
            la cultura y los escritos de su tiempo. Se logra situar en el pensamiento 
            de la Ilustración, acentuándose en el romanticismo.
           Del misticismo alemán, el autor más influyente es 
            Boehme. Aprendió de él que la imaginación era 
            la emanación de la primera divinidad. De igual manera se inspiró 
            en el idealismo panteísta para deducir luego su optimismo radical 
            y su inmoralismo hedónico. Dentro de su poética comprendió 
            que el sí y el no son idénticos, ya que 
            la afirmación se confunde con la negación y en la Divinidad 
            ambos forman una misma cosa. El sí es un aspecto del 
            Ser infinito, pero también lo es el no. Dios es algo 
            más que el sí en el momento positivo, debe necesariamente 
            oponerse al no. En Dios, el sí es fundamentalmente 
            el no. Sin esta oposición no existiría sensibilidad, 
            ni alegría ni nada en general que tuviese relieve. Ninguna 
            puede existir sin la otra, ambas se complementan, de lo contrario 
            Dios o la Divinidad perdería su infinidad. De aquí deriva 
            el pensamiento que posteriormente se reflejará de mejor manera 
            en The marriage of Heaven and Hell(2) 
            . Edmundo González-Blanco explica:
           
            "De estos contrarios nacen lo que los 
              hombres religiosos llaman el bien y el mal. El bien es el elemento 
              pasivo, que obedece a la razón, y el mal es el elemento activo, 
              producido por la energía. El bien es el cielo y el mal el 
              infierno".
          
          Esta idea no es propia de Boëhme, la idea proviene de mucho 
            tiempo atrás. En el Kybalión, Hermes Trimegisto, 
            gracias al Principio de polaridad, explica esta noción de los 
            opuestos como elementos que complementan y forman la Unidad. 
          Sin embargo, será la obra de Swedenborg la que ocupará 
            un importante lugar dentro de la poética de Blake, incluso 
            este perteneció a la Iglesia que fundó el místico 
            sueco. Imbuido en aquella sabiduría, Blake logró tomar 
            para su poesía ciertos puntos que le parecían nodales 
            para su cosmovisión. Desde muy temprana edad el joven Blake 
            manifestó el don de tener visiones y de conversar, no sólo 
            con ángeles o personajes ilustres (entre ellos Swedenborg), 
            sino también con Dios o cualquier demonio. Akroyd señala 
            cómo ocurrió su primera visión:
           
             "On Peckham Rye (by Dulwich Hill) it is, as he will in after 
              years relate, that while quite a child, of eight or ten perhaps, 
              he has his 'first vision'. Sauntering along, the boy looks up and 
              sees a tree filled with angels, bright angelic wings bespangling 
              every bough like stars"(3). 
            
          
          A Swedenborg lo llamaba divine teacher, producto de las enseñanzas 
            que éste le impartía en sus tantas conversaciones. De 
            él tomó su especial manera de tratar e interpretar, 
            improvisadamente, las figuras poéticas de las Escrituras. De 
            igual manera la estructura del estilo bíblico, las emociones 
            hebraicas y místicas del Apocalipsis y las abstracciones del
 
            Cuarto Evangelio. La forma de exteriorizar sus visiones fue producto 
            del aleccionamiento del místico sueco. Ambos nos relatan detalladamente 
            y con mucha gravedad los diálogos que mantuvo con personajes 
            importantes de la antigüedad bíblica, o con mensajeros 
            del cielo o del infierno.
          La Ley de correspondencia fue otro de los postulados que Blake 
            asumió como parte de su cosmovisión. Esta ley conforma 
            la base de todas las artes adivinatorias, y también es aplicada 
            en la psicología objetivamente experimental, dígase 
            sugestión, hipnosis, sonambulismo, etc. Lo que supone esta 
            ley es que en el mundo físico existe conforme a una cosa del 
            mundo espiritual, cuya signatura constituye la señal de la 
            influencia de lo espiritual sobre lo físico. Este postulado 
            inca sus raíces en la filosofía hermética. Este 
            principio es uno de los más representativos para todo hermetista: 
            "Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba". 
            Es decir, todo lo que ocurra en uno de los dos mundos, se reflejará 
            en el otro y viceversa. 
           Sin embargo, habría que señalar las discrepancias 
            que Blake tuvo con su divine teacher. Le reprochó haber 
            trabajado en el fondo para la teología ortodoxa. Del mismo 
            modo, El poeta lo acusó de dejarse "esquilar por la Iglesia", 
            tal como le sucedió a Sansón. El argumento es que Swedenborg 
            sólo escuchó a los ángeles, en vez de recibir 
            la enseñanza de los demonios, cuyo pensamiento independiente 
            está más cerca de la verdad. A causa de su excesivo 
            orgullo espiritual rehusó entablar contacto oral con los demonios, 
            espíritus libres que detestan la religión. Blake antepone 
            el demonio al ángel y el infierno al cielo. Llama al Cielo 
            razón y al Infierno Energía. La energía es la 
            única vida, la alegría eterna y procede del cuerpo; 
            en tanto que la razón es el límite o circunferencia 
            exterior de la energía. Sin embargo, se podría objetar 
            que el poeta cae en un palmario materialismo, y para salir de ello 
            se vale de una paradoja: "El hombre no tiene cuerpo distinto 
            al de su alma, porque lo que se llama cuerpo es una parte del alma 
            percibida por los cinco sentidos, que, en nuestras actuales relaciones, 
            son las principales vías de entrada al mundo del espíritu". 
            Los sentidos sólo ofrecen al espíritu apariencias y 
            sombras, no realidades y existencias. El mundo sensible o externo 
            no es más que una ilusión, y los que como Bacon, Locke, 
            Newton, han fundado en él toda su ciencia, han sido víctimas, 
            según Blake, de un error trascendental. 
           Otro de las influencias de William Blake lo fue Giordano Bruno. 
            Éste postula que el cuerpo forma una misma cosa con el alma. 
            La unión de la materia con el espíritu es un misterio, 
            así como la separación de ambos. Lo que el alma imagina 
            oscuramente toma cuerpo en la actividad voluntaria; y cosas que la 
            fantasía nunca soñó se revelan gradualmente en 
            la vida de los sentidos, vida que en las obras de Blake se describe 
            en términos de filosofía mística. Siguiendo a 
            Bruno, la realidad no está en el ser sensible más que 
            como en el espejo, y únicamente en el alma se encuentra en 
            su viva y propia forma. La realidad plena sólo se encuentra 
            en Dios, causa, principio y unidad sin fin ni comienzo, y de ella 
            depende la existencia y el movimiento, desarrollándose a lo 
            lejos, tanto en longitud como en profundidad.
           Finalmente, de Leibniz toma el postulado: "la inteligencia 
            es el espejo del universo". La síntesis de los conceptos 
            de Leibniz se encuentra en los siguientes ocho dogmas:
           
             
              1. El hombre y Dios forman un mismo ser, por ende la dignidad 
                humana es divina.
                
                2. Dios es la unidad infinita, que envuelve una multiplicidad 
                sin límites en su potencia fecunda, y la fuerza universal, 
                que se transforma en todas las cosas sin dejar de ser la misma.
                
                3. La unidad específica del hombre implica la igualdad 
                para la humanidad.
                
                4. La unidad espiritual de la humanidad implica la fraternidad 
                para con los hombres y demás seres del universo.
                
                5. La individualidad es una ilusión y suprimiéndola 
                totalmente se cortará definitivamente con el egoísmo.
                
                6. La libertad es el mayor de los bienes humanos.
                
                7. Debe lucharse por la plenitud de la libertad.
                
                8. Mantener la comunicación directa con la humanidad.
            
          
          
            
            Simbología 
            e interpretación en Vision of the daughters of Albion
          La palabra en William Blake está llena de polisemia, forma 
            la base de la creatividad de su lenguaje, y éste aparece condensado 
            y contextualizado, lo que no impide una variedad de posibilidades. 
            Su léxico no experimenta la limitación connotativa y 
            conceptual exacta a la que está sometida la palabra. Sin embargo, 
            A veces acentúa determinado significado en una palabra, por 
            lo que el trabajo en aquélla es deliberado y llega a ser un 
            eje sígnico dentro del discurso poético. 
           Blake mantiene la preocupación por colocar cada palabra en 
            una determinada posición en la totalidad del texto. De este 
            modo, logra aumentar su carácter connotativo y referencial 
            inscritos en el verso. Inclusive, cada letra poseía una determinada 
            significación, por esta razón puede cambiar la letra 
            de una palabra, a veces elimina alguna o en otras la adiciona. No 
            constituye aquel artificio una muestra de la ignorancia gramatical 
            o sintáctica, sino por el contrario, aparte de acentuar la 
            polisemia también considera que la poesía no admite 
            ni un sonido, ni una letra que no sea significativa. Escoge una a 
            una las palabras y sílabas a fin de que no se rompa jamás 
            el ritmo apropiado; de que los acentos terribles se adecuen a las 
            estrofas más dramáticas y los dulces y tiernos correspondan 
            a las partes más suaves.
          Por este motivo la palabra es para Blake un objeto que se puede llevar 
            a la imaginación, y a ésta hacia el infinito, ya que 
            el objeto es una forma viva e imperecedera. Construye el universo 
            que tiene lugar en la acción narrativa, un mundo expansivo, 
            donde la métrica, puntuación y sintaxis aseguran conservar 
            la libertad de aquel mundo. Explora la etimología de la palabra, 
            en especial los adjetivos y nombres propios, logrando penetrar en 
            el centro mismo del fenómeno de la invención de la palabra. 
            Se produce una interacción dentro de los elementos constitutivos 
            de la palabra en relación con el receptor, contexto y experiencia. 
            En su discurso se podría hablar de polisemia ilustrada, dada 
            la particularidad de la representación gráfica que utiliza 
            con muchas palabras.
           En palabras de Blake, la poesía más sublime es una 
            alegoría que se dirige a la visión espiritual, permaneciendo 
            totalmente oculta al entendimiento. Hay que entender que la visión 
            o imaginación simbólica no es lo mismo que una alegoría. 
            La alegoría es una de las muchas representaciones posibles 
            de una cosa material o de un principio natural y corresponde a la 
            fantasía. El motor universal de toda creación artística 
            lo constituye la visión espiritual, ella es la idea madre. 
            Es la divina matriz en la que se gestará el Hombre Nuevo, fuera 
            del cual el individuo no llegará a trascender su condición 
            de animal arrogante.
            
            Pertenece a la tradición vitalista, en especial a la visionaria 
            y utópica de Moro y Erasmo. En ella se intenta preservar la 
            visión más pura del cristianismo. Sin embargo, cuando 
            esta corriente imaginativa se debilitaba, Blake recurría al 
            ocultismo o a la filosofía hermética. El autor británico 
            entiende por imaginación a la transformación de lo pasivo 
            (memoria) por lo activo y creativo.
           Según W. B. Yeats, el símbolo es la única expresión 
            posible de una esencia visible, una lámpara transparente en 
            torno a una llama espiritual. El símbolo corresponde a la imaginación, 
            ya que finalmente es una revelación(4) 
            . Blake era un simbolista obligado a inventar sus propios símbolos, 
            y sus condados de Inglaterra, correspondientes a las doce tribus de 
            Israel, o sus montes y ríos correspondientes a las partes del 
            cuerpo humano, obedecían a la creación de una particular 
            mitología.
          Mircea Eliade sostiene que el símbolo revela ciertos aspectos 
            de la realidad, los más profundos, que se niegan a cualquier 
            otro tipo de conocimiento. Imágenes, símbolos, mitos 
            no son creaciones irresponsables de la psique; responden a una necesidad 
            y llenan una función: dejar al desnudo las modalidades más 
            secretas del ser(5) . 
          En el poema Vision of the daughters of Albion, su autor recrea 
            una fábula en la cual el tema central es la pérdida 
            de la virginidad mediante el rapto y la posterior violación. 
            Oothoon, virgen manceba, está enamorada de Theotormon. La escena 
            se produce en el valle de Leutha, en la cual es secuestrada por Bromion. 
            Ante tal evento, Theotormon rechaza a su amada debido a que la considera 
            indigna, aunque para la ultrajada esto no la ha hecho perder su verdadera 
            pureza y libertad. Oothoon, al verse en semejante injusticia decide 
            invocar la ayuda de las hijas de Albion. Sin embargo, su empresa fracasa, 
            pues Theotormon no cambia su decisión. 
          Al parecer, este texto lírico es la única leyenda simbólica 
            de amor, claramente manifiesta, de Blake. Una de las posibles interpretaciones 
            de este poema lo considera como un alegato contra la castidad y el 
            matrimonio, es decir, una apología del amor. Si bien es cierto, 
            esta explicación un tanto feminista y anarquizante es un poco 
            superficial ya que no se toma en cuenta la simbología, se verá 
            que no es del todo trillada. En el grabado que acompañaba el 
            texto (recordemos que Blake imprimía, escribía, vendía 
            y hacía manualmente los grabados de sus poemas), se lee la 
            sentencia: "The Eye sees more than the Heart knows". Una 
            parte de la crítica, entre ellos González-Blanco, supone 
            que Albion no es únicamente Inglaterra, sino que el autor habría 
            querido compendiar en breves frases la triste historia de la humanidad. 
            Los gigantes (guibbórim) o hijos de Dios, de los que habla 
            la Biblia (Sepher Bereschith, VI; 2,4), fueron los primeros hombres, 
            y habrían llegado a las rocas de Albion. Sucede que al encontrarse 
            con las hijas de Albion, vieron que eran hermosas y las tomaron como 
            sus mujeres. La narración bíblica en este caso sería 
            tan simbólica como es la de Blake, en el cual las hijas de 
            Albion personificarían al espíritu humano en esclavitud, 
            suspirando por la libertad que iba a darle la Revolución en 
            América del norte. Alicia Ostriker señala un parentesco 
            de éste con el poema "Comus", de John Milton(6) 
            . El parentesco aludido se basa en una oposición. En 
            "Comus", Milton idealiza la castidad, mientras que Blake 
            defiende el amor libre. Ostriker se basa en ciertos versos del poema 
            para sustentar esta hipótesis.
           
            Oothoon pluck´d: En esta metáfora se alude 
              a la tradicional iniciación sexual: arrancar la flor, desgarramiento 
              de la inocencia (¿himen?). 
              
              Bromion rent her: Bromion la viola aprovechando su nuevo despertar, 
              y con esto la convierte en su mujer y esclava.
              
              Stamp with my signet: Comúnmente las esclavas eran 
              marcadas por sus amos.
              
              storms rent Theotormons limbs: Theotormon se muestra completamente 
              devastado por la violación de Oothoon, pero se mantiene pasivo. 
              
              
              Instead of morn... an eye/ … instead of night a … charnel house: 
              La mañana debería traer frescor a la vida y energía, 
              pero ahora el sol es sólo un ojo que juzga. La noche debería 
              traer calma y renovación, sin embargo ahora es mortal.
              
              In happy copulation: Copulación entre el ojo y su 
              objeto. Oothoon declara que la percepción visual es un acto 
              erótico.
          
          Por otro lado, un segmento de la crítica se inclina a darle 
            más importancia al contexto en que fue creado el poema y a 
            la simbología, determinando darle al texto un significado más 
            político que religioso, aunque ambas interpretaciones pueden 
            ser válidas. 
          El Plate primero se inicia con la imagen de las hijas de Albion 
            llorando. Es ahí en donde la voz se dispone a narrarnos lo 
            acontecido. La cultura para Blake no tiene un fundamento estatal sino 
            individual, es decir, el ciudadano ha de asentar su deber social y 
            político en cada momento de su vida. La cultura basada en el 
            estado, al igual que la religión era fuente de toda crueldad. 
            El sacerdote era símbolo de tiranía, ya que lo configuraba 
            como portavoz de las ciencias misteriosas del poder.
          "Visions of the daughters of Albion" fue publicado 
            en 1773, el mismo año que "America". Dentro del contexto, 
            esta etapa pertenece a la predominancia del tema político y 
            social del poeta. Por tal motivo, Oothoon simboliza los estados americanos, 
            o para ser más preciso, el alma dulce de América, y 
            rivaliza con Bromion por la lucha contra la tiranía, contra 
            el racionalismo, encarnado por éste: "For the soft soul 
            of America, Oothoon wandered in woe". En el verso: "O Urizen! 
            Creator of men! mistaken Demon of heaven" se alude a Inglaterra. 
            Esta alegoría política está encarnada en "Urizen", 
            (juego de palabras en inglés que significaría "your 
            reason"). Cabe resaltar que con este nombre Blake designa personajes 
            y circunstancias variados a lo largo de su obra poética. Por 
            ejemplo, Urizen puede ser el "Príncipe de la luz", 
            el intelecto humano, los límites, la abstracción. En 
            la eternidad es la fe y la certeza; en la caída duda. En este 
            poema simboliza sólo la tirana Inglaterra. Podría pensarse 
            que Theotormon, el bien amado, simboliza al falso salvador de las 
            naciones, que no se atreve a tomar la espada, y sólo se conforma 
            con estériles meditaciones y sueños de libertad. Berger 
            señala que el rapto y la violación que convierten en 
            prostituta a Oothoon podría significar cierto tipo de unión 
            legal, o en todo caso, y con mayor seguridad, representa a la acción 
            de los estados que maltratan y martirizan las naciones conquistadas.
          Finalmente, existe otra postura interpretativa un poco más 
            mundana que se relaciona más con el aspecto biográfico 
            del autor. Blake, en la época de composición de "Visions 
            of the daughters of Albion", trabajaba haciendo grabados para 
            John Steadman. En uno de los grabados de él, Narrative of 
            Surinam, y en otros como "Flagellation of a Female Samboe 
            Slave", "The execution of Breaking on the Rack" 
            y "A Negro hung alive by the Ribs to a Gallows", 
            Blake observó el maltrato al que estaba sometida la esclavitud 
            femenina. Visions debería ser un apologético 
            y una denuncia a favor de las esclavas. Reflexionar sobre el tráfico 
            y comercio de esclavos y el abuso sexual contra ellos, la explotación 
            de niños, la tiranía política y religiosa de 
            aquellos años, todo aquello en una solo premisa: esclavitud 
            versus libertad. Al respecto, Akroyd comenta que la posición 
            inferior de la mujer, la servidumbre africana está concentrada 
            en la expresión de un discurso lleno de energía a favor 
            de la libertad sexual, temática que para el siglo XVIII no 
            había algún referente literario. Hay que resaltar la 
            influencia del Ossian de Macpherson. Este autor escocés 
            luego de fracasar con la publicación de algunos poemas, recurrió 
            al ingenioso ardid de atribuir a un bardo gaélico del siglo 
            III, Ossian, la autoría de una serie de baladas. Blake toma 
            los nombres de los personajes de esta balada como base para su poema. 
            En Ossian se encuentran nombres como Oithona, Tonthormod y Brumo, 
            es decir, los correspondientes Oothoon, Theotormon y Bromion de Blake. 
            Para Akroyd hay cierta correspondencia entre las esclavas de Surinam 
            y las mujeres de Inglaterra: "Blake sees the connection between 
            the slaves of Surinam and the women of England, between commerce and 
            sexual brutality, between Lockean theories of sensation and religious 
            orthodoxy, all filaments in the web of the materialist mercantile 
            world." Para reforzar esta afirmación, cito la correspondencia 
            con los versos que engloban esta simbología en el poema:
          
            "They told me that the night & day were all that I could 
              see; 
              They told me that I had five senses to inclose me up.
              And they inclos´d my infinite my infinite brain into a narrow 
              circle.
              And sunk my heart into the Abyss, a red round globe hot burning" 
              (7) 
          
          Resta decir que es imposible e innecesario llegar a una "correcta 
            interpretación" del poema. Lo importante en él 
            es la relación del uso de la palabra con sus diversas valencias 
            llevando la palabra misma hasta conformar un símbolo y, dentro 
            de este símbolo creado, lo que interesa es la carga mística 
            e ideológica que transforma la poesía de Blake. Si bien 
            es innegable la carga sexual del poema, Blake la aleja del plano sensorial 
            y de la dimensión mundana a través del ejercicio alegórico, 
            retratando un tema muchas veces con matices míticos, signado 
            por la cadencia y la musicalidad que recrean un ambiente adecuado 
            a la propia ética de Blake.
           
          
           
          NOTAS
          (1) Akroyd, 
            Peter: Blake. New York, Ballantine Books. 1997. p. 18.
            
            (2) Es 
            cierto que este texto constituye una crítica al pensamiento 
            de Swedenborg, pero no se puede negar que la influencia de Boehme 
            constituye uno de los puntos centrales para la creación de 
            aquel poema. 
            
            (3) op. 
            cit. 34.
           (4) William 
            Butler Yeats: "William Blake y sus ilustraciones a la Divina 
            comedia". En: Obras escogidas de W. B. Yeats.
            
            (5) Mircea Eliade: Imágenes y 
            símbolos. Ensayos sobre el simbolismo mágico-religioso. 
            pág. 12
           (6) John 
            Milton: The poetical works. London, Frederick Warne and Co. 1945.
           (7) Blake, 
            William: The complete poems. pág. 199.
          
            
            Bibliografía 
          - Akroyd, Peter: Blake. 
            New York, Ballantine Books. 1997.
            
            - Blake, William: The complete poems. Penguin books. Edited 
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            - El matrimonio del Cielo y del Infierno. Edición de 
            Edmundo González- Blanco. Bogotá. Ed. Alma. 1947. 
            
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            - Eliade, Mircea: Imágenes y símbolos. Ensayos sobre 
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            - Lo sagrado y lo profano. Madrid. Taurus S.A. 1976.
            
            - Espinar, Jaime: El romanticismo. Buenos Aires. Ed. Atlántida 
            S.A. 1947. 
            
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            - Milton, John: The poetical works. London, Frederick Warne 
            and Co. 1945.
            
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            Kier. 1994.
            
            - William Butler Yeats: Obras escogidas de W. B. Yeats. Barcelona. 
            Seix Barral. 1975.