..... Este no es un
artículo de amigo. Tuve amistad y la conservo hacia Alberto Rubio
Riesco; pero me mueve la justicia al escribir sobre él y su poesía.
Fue y es un gran poeta de Chile. La poesía nuestra en el siglo XX y
hasta ahora es tan importante muestra del alma nacional como lo fuera
el culto a la historia y el derecho en el siglo XIX. Los poetas
salientes se sometieron a ella como a una disciplina moral e
intelectual cuyas expresiones han ido más allá del arte. Dan voz al
país entero, con sus diversas clases o castas; porque provienen de
todas ellas. El libro único de Pezoa Véliz, que inaugura esta fuerza
poética e intelectual se llama "Alma
Chilena".
..... Las palabras nobleza y
honor, seriedad y humanidad vienen a la boca al hablar de Alberto
Rubio. Para quien conoce su poesía y conoció su persona vienen también
los términos humor y sátira. "La greda vasija" de 1952, su libro de
cuando estudiaba leyes, contiene sátiras en verso llenas de
sentimiento y sinceridad, como el poema "Señoriales señoras"; y el
texto en tercetos, que de inmediato se hizo célebre entre escritores
"La Abuela", tiene en su inmensa piedad todos los rasgos de la
observación infantil cruda e ingenua: "Se puso tan mañosa"... "nadie
de su extraño pañuelo ahora la saca".
..... Como la "abuela
recóndita", Alberto Rubio en su vida de poeta "metióse en su labor".
Pocas veces salía de esa caverna de Alí Babá a la que no entran
ladrones, y en donde junto a la riqueza de sus propios poemas hay la
de los grandes poetas del siglo de oro español, los de América desde
"la Araucana" hasta el "Martín Fierro", y los de su siglo entre la
Mistral y Machado, David Rosenmann y otros pares
suyos.
..... Y su hijo; y su nieto.
Tan jóvenes ambos.
..... Rubio tuvo gran respeto
por las exigencias de la poesía en verso, y no se dio largonas o
farras de palabras zafadas, frívolas, torpes y a tropezones, de ésas
de libertos del idioma que llevan las marcas de su esclavitud con
vulgaridad de venidos a más, de nuevos ricos de
oropel.
..... Es un poeta que hace
honor a su lengua. La buena urbanidad de su vida se expresa en los
pocos libros que consintió publicar, el "Cuaderno" con grabados de
artista del Taller 99, en cien ejemplares de 1963, y "Trances" de 1987
en la antigua Editorial Universitaria.
..... Se cree en Chile que no
hay sucesores de Gabriela Mistral en poesía.
..... Lo es el poeta Rubio, y
como en los verdaderos linajes los rasgos de la abuela están sumidos
en un rostro distinto. También ello ocurre en la obra de su
contemporáneo amigo David Rosenmann Taub, tan quitado de bullas
exhibicionistas como Rubio y eximio hombre o ángel de
letras.
¿Fué Juez
de Letras de mayor cuantía por pura extravagancia de
poeta?
..... De ninguna manera. Este
caballero de respeto ejerció la justicia como buen varón, con pleno
conocimiento de causas y sensibilidad finísima, criterio agudo capaz
de discernir.
..... Uno es consciente,
cuando esto escribe, que produce en el desdichado Chile de ahora una
impresión de antigüedad, de arcaísmo. Pero se trata de valores
eternos, de humanidad civilizada; no de modas modernizantes.
..... Con todo, intervino en su vida de trabajo
civil una musa que no frecuenta tribunales: fue nombrado el primer
Juez que jamás hubo en Isla de Pascua. Las historias de que fue
entonces actor tienen rasgos de teatro; no, por desgracia, para este
artículo.
..... Cuando dejó Isla de
Pascua en pleno oceano, la misma musa lo hizo nombrar Juez en Isla de
Maipo, en plena tierra.
..... Era hombre
de horizontes extensos, sin miedo, y a la vez familiar de la tierra
que se pisa y cultiva; como en su pequeña viña cercana.
..... Recibió por "Trances" una distinción de
academia, y por el de toda su obra el premio Eduardo Anguita,
conferido a quien merecía mucho más que otros el Nacional.
..... Su elegía a su hijo muerto joven lo retrata
a él mismo. No por azar se titula "Padre". El efecto de la muerte
reciente de nuestro primer poeta Rubio está en una línea de esa
elegía:
..... "Piedad total -también
por mí-, infinita".
..... Las palabras nobleza y
honor, seriedad y humanidad vienen a la boca al hablar de Alberto
Rubio. Para quien conoce su poesía y conoció su persona vienen también
los términos humor y
sátira.