.......... Todo escritor que crea es un mentiroso; la literatura es
mentira, pero de esa mentira sale una recreación de la realidad; recrear
la realidad es, pues, uno de los principios fundamentales de la
creación. Considero que hay tres pasos; así como en la sintaxis hay tres
puntos de apoyo: sujeto, verbo y complemento, así también en la
imaginación hay tres pasos: el primero de ellos es crear el personaje,
el segundo crear el ambiente donde ese personaje se va a mover y el
tercero es cómo va a hablar ese personaje, cómo se va a expresar, es
decir, darle forma. Estos tres puntos de apoyo son todo lo que se
requiere para contar una historia. Ahora, yo si le tengo temor a la hoja
en blanco, y sobre todo a lápiz, porque yo escribo a mano.
.......... Cuando empiezo a escribir no creo en la inspiración, el asunto
de escribir es un asunto de trabajo: ponerse a escribir a ver qué sale y
llenar páginas y páginas, para que de pronto aparezca una palabra que
nos dé la clave de lo que hay que hacer, de lo que va a ser aquello. A
veces resulta que escribo cinco, seis o diez páginas y no aparece aquel
personaje que yo quería que apareciera, aquel personaje vivo que tiene
que moverse por sí mismo; cuando de pronto aparece y surge, uno lo va
siguiendo, uno va tras él. En la medida en que el personaje adquiera
vida se puede entonces ver hacia dónde va; siguiendolo lo lleva a uno
por caminos desconocidos, pero que estando vivo conducen a una realidad
o a una irrealidad, si se quiere. Al mismo tiempo, se logra crear lo
que, al final, parece que sucedió o pudo haber sucedido o pudo suceder,
pero nunca ha sucedido. Entonces creo yo que en esta cuestión de la
creación es fundamental saber perfectamente que uno va a decir mentiras,
que si se entra en la verdad, en la realidad de las cosas conocidas, en
lo que uno ha visto o ha oído, está haciendo historia,
reportaje.
.......... A mí me han criticado mucho mis paisanos porque cuento mentiras,
porque no hago historia o porque todo lo que platico o escribo -dicen-
nunca ha sucedido; y así es. Para mi lo primordial es la imaginación.
Dentro de estos tres puntos de apoyo de que hablábamos antes está la
imaginación circulando; la imaginación es infinita, no tiene límites, y
hay que romper donde se cierra el círculo; hay una puerta, puede haber
una puerta de escape, y por esa puerta hay que desembocar, hay que irse.
Así aparece otra cosa que se llama intuición; la intuición lo lleva a
uno a adivinar algo que no ha sucedido, pero que está sucediendo en la
escritura.
.......... Concretando: se trabaja con imaginación, intuición y una verdad
aparente; cuando esto se consigue, entonces se logra la historia que uno
quiere dar a conocer. Creo que eso es, en principio, la base de todo
cuento, de toda historia que se quiere contar.