Se hacía tarde ya cuando tomándome un hombro
me ordenó:
“Anda y mátame a tu hijo”
Vamos -le repuse sonriendo- ¿me estás tomando
el pelo acaso?
"Bueno, si no quieres hacerlo es asunto tuyo,
pero recuerda quién soy, así que después
no
te quejes”
Conforme -me escuché contestarle- ¿y dónde
quieres que cometa ese asesinato?
Entonces, como si fuera el aullido del viento
quien hablase, El dijo:
“Lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile”
/CII/
Con la cara ensangrentada llamé a su puerta:
Podría ayudarme -le dije- tengo unos amigos
afuera
“Márchate de aquí -me contestó- antes de
que
te eche a patadas”
Vamos -le observé- usted sabe que también
rechazaron a Jesús.
“Tú no eres El -me respondió- ándate o
te
rompo la crisma. Yo no soy tu padre”
Por favor -le insistí- los tipos que están
afuera son hijos suyos...
“De acuerdo -contestó suavizándose- llévalos
a la tierra prometida’’
Bien: ¿pero dónde queda ese sitio? -pregunté-
Entonces, como si fuera una estrella la que
lo dijese, me respondió:
“Lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile”
/CIII/
Despertado de pronto en sueños lo oí
tras la
noche
"Oye Zurita -me dijo- toma a tu mujer y a tu
hijo y te largas de inmediato”
No macanees -le repuse- déjame dormir en paz,
soñaba con unas montañas que marchan...
“Olvida esas estupideces y apúrate -me urgió-
no vas a creer que tienes todo el tiempo del
mundo. El Duce se está acercando’’
Escúchame -contesté- recuerda que hace mucho
ya que me tienes a la sombra, no intentarás
repetirme el cuento. Yo no soy José.
“Sigue la carretera y no discutas. Muy pronto
sabrás la verdad”
Está bien -le repliqué casi llorando- ¿y
dónde
podrá ella alumbrar tranquila?
Entonces, como si fuera la misma Cruz la que se
iluminase, El contestó:
“Lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile”
CUMBRES DE LOS ANDES
LA MARCHA DE LAS CORDILLERAS
i. Y allí comenzaron a moverse las montañas
ii. Estremecidas y blancas ... ah
sí blancas son las heladas
... cumbres de los Andes
iii. Desligándose unas de otras igual que heridas que
se
... fueran abriendo ...
poco a poco... hasta que ni la nieve
... las curara
iv. Y entonces... erguidas...
como si un pensamiento las
... moviese ...
desde los mismos nevados ... desde
las mismas
... piedras...
desde los mismos vacíos...
comenzaron su
... marcha sin ley las impresionantes
cordilleras de Chile
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