Inédito
acto de reconciliación
Raúl Zurita leyó
en la Escuela Militar
........ ..... ... .... ... . poema
de amor a desaparecida
Por Ximena Jara
El Mostrador, 21 de Octubre de 2005
Ante cientos de uniformados
y cadetes, el escritor, notoriamente conmovido, recitó fragmentos
de su libro ''Canto a su amor desaparecido'', en un hecho sin
precedentes en el recinto castrense, cargado de simbolismos y con
ecos de heridas. Tras el encuentro los cuatro poetas -Zurita, Memet,
Silva Acevedo y Lienlaf- recibieron un reconocimiento especial del
Ejército.
En el escenario alfombrado, una veintena de lámparas
entrecruza sus haces para dar ambiente a la velada. Son las 19:00
en punto y el salón está repleto, aunque –sorprendentemente-
todos los que asisten
están sentados. Se respira rigor marcial. Nada de “voy a buscar
los cigarros”, ni “guárdame el asiento” de última hora.
Es una ocasión inédita: por primera vez, cuatro poetas
–José María Memet, Raúl Zurita, Manuel Silva
Acevedo y Leonel Lienlaf- leerán poesía en un salón
de la Escuela Militar, como parte del festival “Compartir el mundo”,
organizado por ChilePoesía.
En las filas centrales y en las laterales más cercanas al
escenario, el albo uniforme de quienes estudian para ser oficiales
diseña una “T” gigante. En las butacas traseras y en las columnas
laterales, el color es el gris de los futuros suboficiales. Antes
de iniciar el encuentro, suena por los parlantes el himno nacional,
que es coreado de pie -con las manos a los costados- y a viva voz
por los asistentes.
Aproximadamente a las 19:15 se inicia el recital. El poeta José
María Memet se acerca al micrófono y saluda. Inmediatamente,
los cientos de estudiantes, responden al unísono: “buenas noches”,
como los alumnos disciplinados que son. El escritor recita “La danza
de los arácnidos”, seguido por otros dos poemas más
o menos voluptuosos, y finaliza su intervención con “Un hombre”.
Le sigue Leonel Lienlaf, quien inicia su intervención con versos
en mapudungún, alternados con estrofas en español, y
con cánticos en su lengua étnica. Miguel Silva Acevedo,
el tercer poeta invitado, elige un homenaje a Enrique Lihn –“Lobos
y Ovejas”- para empezar. Sin embargo, el plato fuerte lo sirvió
Raúl Zurita. “Un poema con todo mi afecto para ustedes”, dice,
y comienza a leer un fragmento de “Canto a su amor desaparecido”,
en el que el hablante evoca a su amante, desaparecida, muerta.
Zurita lee con su tono característico, con cadencia rítmica,
con su voz lastimada, casi gastando el micrófono. Gime. Canta.
Es imposible saber qué sucede con los estudiantes, puesto que
ni un cruce de piernas, ni una sonrisa, ni un gesto los delata. Puede
ser que estén profundamente conmovidos. Puede ser que piensen
en otra cosa.
Cada uno de los poetas lee un texto más, y antes de retirarse,
el Ejército les entrega un recuerdo, un reconocimiento por
haber abierto la extraña puerta del lenguaje.
“Es un gesto simbólico”
“Al principio todos estábamos tensos”, dice José María
Memet a los pocos minutos de bajar del escenario. “Es primera vez
que esto se hace, es un inicio. Pero creo que es inolvidable”. Agrega
que “este recital era una contradicción desde su inicio, pero
no es tan solo una voluntad, sino una necesidad de país”.
Raúl Zurita sale al pasillo, todavía emocionado, con
los ojos vidriosos. Ha sido potente como metáfora lo que ha
ocurrido. Dice que siempre tuvo una cosa clara: el texto que iba a
leer. “Encuentro bastante conmovedor haber leído el “Canto
a su amor desaparecido” en la Escuela Militar -confiesa. Para mí
fue, ha sido una gran experiencia, y eso significa que, si es posible,
tal vez el arte pueda efectivamente cambiar el mundo”.
Para el poeta, la carga significativa del encuentro es lo que importa.
“Es un gesto simbólico y leímos acá lo que leemos
en cualquier parte de Chile: nuestro dolor, y también las señas
de nuestra esperanza. Eso significa mucho”.
La polémica
previa
El evento no estuvo desprovisto de detractores, puesto que el simbolismo
de que cuatro poetas de izquierda –Leonel Lienlaf, José María
Memet, Manuel Silva Acevedo y Raúl Zurita- decidan entregar
su poesía a soldados, en un recinto castrense, tiene mucho
de metáfora, tanto poética como política.
A algunos, la metáfora les resultó traumática.
Entre ellos está el actor nacional Nelson Villagra, quien personificara
al mítico “Chacal de Nahueltoro”, y que ahora reside en Canadá.
Para él, la imagen aparece como un desacierto. “Es un error
garrafal en mi consideración, porque se pretende un diálogo
poético con quienes han sido y siguen siendo formados bajo
la falacia mítica de que ellos son los guardianes de la Patria”,
asegura.
En opinión de Villagra, la situación del país
–en términos de falta de justicia- es demasiado potente como
para olvidarlo. “¿El señor (José María)
Memet desea iniciar un proceso de desmitificación con los militares
chilenos? Ha equivocado el método –asegura. No es un diálogo
poético lo que se necesita con las FF.AA. Son reformas profundas
del Estado lo que se requiere”.
El aludido explicó que le parecen respetables todas las opiniones
que se puedan generar respecto del encuentro, pero no se siente interpelado
por el actor. “No veo por dónde Nelson Villagra me va a dar
lecciones sobre qué hacer o no hacer en período de democracia.
Puede ser legítima su apreciación en términos
de que a él no le agrada, pero no hago las cosas porque me
agradan o no, sino porque tengo un sueño de país. Me
interesa construir el futuro. Seguir pegado en el odio me tiene harto”,
replicó.
El poeta, que trabajó durante años vinculado al tema
de los derechos humanos, asegura que comprende la angustia y la rabia
que pueden tener las personas que sufrieron durante la represión.
“Entiendo el dolor. Pero con Raúl (Zurita) no somos ni traidores,
ni compañeros de armas de los militares. Sé que se requiere
justicia, pero eso no implica que dejemos de existir como personas
o como país. Un país se construye levantándolo,
no destruyéndolo”, afirma, y agrega que fue él personalmente
quien propuso la idea de este recital poético, como un gesto,
y sin pretensiones grandilocuentes. “No se trata de cerrar heridas
–dice-, porque la memoria es potente, y no queremos borrarla. Pero
uno no puede vivir en un país pensando que el otro es tu enemigo
siempre. Creo que una de las cosas estructurales que permite ver el
futuro con cierto optimismo es hacer cosas en el presente.”
* * *
ChilePoesía
en la Escuela Militar:
Histórico
encuentro
Por
Maureen Lennon Zaninovic
El Mercurio,
Sábado 22 de octubre de 2005
En sus anteriores citas, ChilePoesía ha sumado
varios hitos. En 2001, La Moneda abrió sus puertas para recibir
a un contundente grupo de poetas, quienes leyeron ante un numeroso
público (con bombardeo de poemas incluido) y en 2003 los vates
llevaron sus versos a las cárceles y al Teatro Municipal.
En el espíritu de acercar la poesía a todos los chilenos
y llegar a lugares con un fuerte contenido histórico y político,
el jueves, Raúl Zurita, José María Memet, Manuel
Silva Acevedo y Leonel Lienlaf leyeron sus poemas en la Escuela Militar.
En una jornada marcada por un impecable orden, más de mil
uniformados hicieron su ingreso al teatro del castrense. A la entrada,
cada uno de ellos recibió un tríptico impreso por el
propio Ejército de Chile, con una pequeña reseña
de los autores participantes y extractos de su obra.
Vida y poesía
Después de escuchar el Himno Nacional, el poeta José
María Memet, director de ChilePoesía, abrió la
jornada con la lectura de "La danza de los arácnidos".
Leonel Lienlaf inició su intervención declamando en
mapudungun, lo que produjo asombro y cálidos aplausos en la
audiencia. Luego fue el turno de Manuel Silva Acevedo, quien ofreció
extractos de sus poemas más célebres, entre ellos "Lobos
y ovejas" y "A la manera de Apollinaire". Uno de los
momentos más álgidos y emocionantes de la velada ocurrió
con la participación de Raúl Zurita, Premio Nacional
de Literatura 2000, con su poema "Canto a su amor desaparecido",
cargado de resonancias políticas.
Tras finalizar la lectura, José María Memet, director
de ChilePoesía, confesó que "todos estábamos
un poco tensos, porque esta es una situación inédita.
Lo sentí como el inicio de una unión entre vida, poesía
y estamentos militares. El lenguaje tiene ese poder maravilloso de
convocar y compartir los valores de una misma patria".
José Weinstein, ministro de Cultura, celebró el encuentro
con entusiasmo: "Llevar los poemas a los militares me parece
un acto de audacia poética único y muy fértil.
Acá va a quedar un hábito, una semilla, un tipo de educación
que incorporará aspectos más sensibles".
"Esto fue un evento histórico. Llevo muchos años
en la Escuela Militar y nunca había vivido algo así.
Destaco mucho el trabajo de Leonel Lienlaf, quien nos conectó
con nuestras raíces mapuches", dijo feliz el comandante
Hernán Hernández, jefe del departamento de comunicaciones
de la Escuela.
"La poesía de Manuel Silva Acevedo me llegó al
corazón. Sentí que el denominador común fue la
geografía y el cariño a nuestra tierra", comentó
Francisco Cuadra (21 subalférez).
"Canto a su amor
desaparcido" de Raúl Zurita en memoriachilena.cl
http://www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/documento_detalle.asp?id=MC0011216