El
Transrealismo de Sergio Badilla
o La ruptura en la tradición vanguardista
chilena
de 1947
Por
Marco Leyva
Revista Acequias N°39, México
A)
Mi encuentro con el Transrealismo:
Navegando por la supercarretera del
inconsciente colectivo, en una tarde enteramente apocalíptica y serena
del año 2005 DC, escudriñando en la página oficial de Alejandro
Jodorowsky (AJ), encontré la referencia al Transrealismo del señor
Sergio Badilla (SB). Un lector de AJ, le preguntó si éste le conocía,
a lo que el psicomago le respondió que no, y dado el interés de
AJ por conocer a este bardo, me aventuré también en su búsqueda.
Me
puse en contacto con el señor y me respondió dos correos electrónicos
y me envió una copia de en que se basaba el transrealismo poético,
algo que jamás había escuchado, dice:
«La
energía de una partícula cuando absorbe o dispersa radiación
la que de acuerdo con Plank es proporcional a la frecuencia de la propia radiación...
en un mismo sentido mi poesía se relacionaba más con el micromundo,
con el universo de los corpúsculos y con la realidad probable.»(1)
Es
decir que su poesía es como el punto borgiano que a la vez late y emite
y absorbe energía, al igual que un hoyo negro. En este punto SB sincroniza
su discurso con la física cuantica tan en boga, es decir hace una amalgama
de poesía y física, que en algunos puntos son iguales en realidad:
como entender un año luz... un cuasar... un cuantum.
Dice tambien
que sus textos se apartaban de Hiudobro y de Nicanor Parra, es decir liberaba
su energía poética... pero se acercaba a poetas como «Edith
Södergrand, de Elmer Diktonius, o de Pentti Saarikoski que se habían
constituido en piedras basales de mis nuevos templos, más bien me hibridizaba,
y comenzaba a ser la respuesta de estos dos mundos tan distantes, que tenían,
en común, ser geográficamente los extremos de la tierra, hacia los
polos, pero que en mi mente estaban coligados y aparecían fantasmagóricamente
concurrentes..»(2)
B)
Lo inimaginado es real:
Para el investigador Felipe Arredondo, el Transrealizador
Badilla hace que los tiempos se yuxtapongan y creen tiempos imposibles, el presente,
el pasado y el futuro en un instante, tal y como lo pudiera ver Dios:
«
Sergio Badilla, genera la transposición del tiempo, es decir, conjunta
situaciones del pasado y las entrevera con el desarrollo textual de su hablante
lírico principal: por ejemplo está hablando de la Comuna de París
en unos de sus textos (ocurrida en 1871) e incorpora allí la muerte de
su hermano en 1986, como si fuera parte de un mismo todo histórico. El
tiempo adquiere aquí un carácter paracrónico que significa
borrar o alterar su presencia, para darle mayor importancia a la ficción,
a las otras dimensiones de este fenómeno y lo ucrónico ( aquello
que pudo ser y no fue).
En la poesía transreal, el tiempo
es un elemento circunstancial, multidimensional que se relaciona con la teoría
de la relatividad de Einstein y Planck y lo indeterminable y expansivo de la visión
del universo como lo ve Hawkins. El gran universo está en la capacidad
ficcional del cerebro, en las divagaciones que pueda alcanzar la mente en situaciones
de discontinuidad, sueños, paranormalismo, visiones, paroxismo. (Espontáneas
o inducidas)».(3)
Es
decir que el señor Badilla reivindica la enhorabuena labor de todo escritor
Es
un Dios creador de mundos ucrónicos, del Canto Onírico:
Detrás
de la piedra
..... Abramos la primera página
de nuestros estatutos
de piedra,
en esta madriguera
de fraguas
e individuos
que alejan el
horizonte
ahora,
cuando alguien quiere reír con nosotros.
Hay
mucha congoja en estas latitudes.
Hay coleópteros que serán longevos
por
venganza,
y presido esta reunión
con gestos guturales
y los ojos
boralmente
sumergidos.
Hablo de realidades:
recordemos el fuego
habitando
antiguas cicatrices,
la temperatura derretida en las calles,
de poros acontecidos,
de
uñas acontecidas
de humanos acontecidos
de yo acontecido.
C)
Sergio Badilla poeta del siglo XXI
Al romper con Huidobro, principalmente,
SB busca energetizarse con otros númenes poéticos de lugares tan
cercanos a su búsqueda, es un electrón peregrino que salta de orbita
hacia otra de igual importancia en el país de Suecia, es decir la probabilidad
de este electrón de encontarrase en un punto del átomo o molécula
del mundo se situa en Suecia, desde donde me envió un par de correos y
donde paladea su hambre por otras voces, basta leer su ensayo sobre los nuevos
poetas suecos «La literatura suecas del naciente siglo» en donde destaca
a Alejandro Leiva Wenger, chileno de nacimiento pero transplantado en Suecia desde
los nueve años, por introducir el hip-hop en su calambur híbrido.
En
el artículo de Maureen Lennon Zaninovic «El poeta que urga en la
dimensión desconocida» dice que el transrelismo es más conocido
en otros países como España, donde hay una revista muy cercana al
Transrealismo y en Argentina donde jóvenes como Jorge Martínez y
Rossana Ferlosio son sus seguidores más firmes.
Pero
dejemos que el propio Badilla nos envuelva en su parauniverso:
Oscuridad
en la floresta
Nos atrapó esa obscuridad
impenetrable en la floresta
difundiendo
la inmundicia de la noche en
nuestras tristes siluetas
cuando ya se había
ido la familia
y no quedaba ya ninguna botella de vino
que descorchar llegada
la madrugada.
Se nos vino la deshora
la negrura
la noche oscura y un
cobertizo fosco que se
priva de la legitimidad de las formas estoy
yo como
Sergio vanidoso?
Entre propiedad del sentido y yo
existe una inmensa cavidad
de ceguera con
la presteza de la vista atolondrada.
Nos atrapó esa
obscuridad
impenetrable en la floresta
y reconozco que no hay nada inseparable
de
uno mismo incluso en el más absoluto
dominio de la fecundidad del juicio
en
nuestra sensatez verídica ante una
certeza imaginada.
¿Qué
permanecerá de mí después de todo
en la dilatación
del cálculo?
Los años han pasado y han dejado cicatrices
que
se palpan en la vigilia y en la construida
ambigüedad
y así
el cobertizo
traslúcido para el sentido ciego
es inexpugnable impenetrable
hermético
lleno de negrura inabordable
de negrez desmesurada
de
negritud negra en mi mente.
Allí mismo en la certitud no hay nadie
en esa oscuridad no hay nadie sólo la
opacidad que nos detiene en la
representación
incólume de nadie.
C)
Sergio Badilla es Demiurgo de sí mismo:
El poeta chileno que
respira el aire sueco del siglo XXI, podría catalogarse como un ser global
en búsqueda de una voz fuera de su tradición latinoamericana, pero
no por ello se aleja de la realidad que vive como latino, pues noto una cercanía
muy cercana con Gonzalo Rojas, y para muestra el botón de poético
de 1948 «La miseria del Hombre» en que Rojas aborda lo real también:
Salmo
Real:
Realidad: líbrame de los pájaros
declamados en tu
nombre. Bástame con
mis órganos para poseerte desnuda, en tu
esencia
de lodo quemante. Dormía mi
volcán copiado por el lago del olvido
cuando
la tempestad rompió mi cráter
con su arado, y estalló
la semilla de la
acción en mi estrella.
...
Tú repartes
tu rostro, Realidad, para que
todos se vean en él.
Oh si todos los
hombres te supieran mirar
sin malicia y temor
tú estarías
en ellos como hoy estás en mí.
Te nombro, oh Realidad,
y renace
en tu nombre lo profundo
del abismo del Génesis,
como un pájaro
de
la corteza de mis secos labios.
Realidad: líbrame
de la entraña
roída de mi madre,
y de su espíritu,
pues mataré a
mis hijas
para hallar el origen de su pérdida.
...
Quiero poner
en
orden este fuego en que he nacido.
Oh Realidad:
dame tu sal
para enfriarme
en ti cual hondo río
Percibo
que Rojas(4) también quiere romper
la realidad para entrar en lo que Cortázar magistralmente plasmó
en «El perseguidor» al abrir esa puertita ingráivida en el
Be-bop, el Jazz místico de Charly Carter (¿Charly Parker?) y que
nos deje ver que hay más allá del más aca.
Badilla
quiere romper el lenguaje común y hacer uso de todo loe que le sirva apara
expresar lo real, y hace uso de todos los registros humanos (en términos
lingüísticos) pues de esa forma los moléculas-palabras dan
una totalidad verdadera de la materia verbal del mundo, al nombrar al mundo con
todo se puede de puede ver en lo cabal.
SB lanza una saeta
prometéica a la conciencia humana, le revela su poder sustancial y primigenio
de creador perse. Pocas veces hemos sido testigos de una poesía ungida,
iluminada tan epifanicamente. Reivindica el oficio creador de Dios y del poeta:
Dios-poeta de un mundo real-onírico, objectivo-subjetivo como todas las
verdades míticas. Estamos ante un poeta-marakame, un chamán-cientifico,
un Dios-átomo, tan grande como invisible a los ojos de lo concreto y lógico,
de nuestra conciencia amaestrada por los paradigmas de la sociedad-vaca moribunda.
Habla
SB en su Fundamento del transrealismo poético:
El espacio
con un tiempo alterado también se hacía artificial, y esto exigía
a que el lenguaje adoptara un carácter casi profético, iluminado,
donde se mezclaban abiertamente los planos entre el
yo lírico y el yo
fractual.
Pensé, asimismo, que, recurrir a la chamanización
del discurso poético, constituía también un punto de apoyo,
es decir, permitía al hablante lírico transformase, a las claras,
en un cabalista o
en un arúspice dotado de sobrenaturalidad, no porque
lo desee, sino por que vive la cotidianidad de lo sobrenatural.
Y
así encuentro este poema de los cuadernos de la doncella:
Prometeo
encadenado
La cubierta preñada de peces y también del
brillo
de los astros.
las balandras navegan lentamente río abajo
en plena
lluvia
...
Prometeo quedó allí, encadenado, al pie del
Volcán
Calbuco.
Así no más como héroe impasible
por matar
al águila que le devoraba las
entrañas.
Fui incapaz a través
de las aguas que he
visto fulgurar cada alborada
de salvarlo de las sombras
y de los grilletes que lo estacan.
...
Tus pechos me acogen con su
salobre decoro
y a partir de ese momento
eres naturaleza impetuosa, por
la tibieza
del estuario, mi apariencia
y el rumor del agua.
Más
tarde las secreciones apresuran la
hermosura de tu cuerpo
el sudor extiende
su filtro de apetencia
ahora cuando finges estar aletargada, y tus
labios
miman con
ímpetu mi pecho.
Los delirios se aceleran en las noches
de
borrasca frente a la salamandra
y mi solemnidad entonces, intranquiliza
tu
vientre.
Aunque pienso, transitoriamente, en
Prometeo encadenado al
pie del Volcán
Calbuco.
D)
Sergio Badilla es un punto que se expande al infinito y se contrae de nuevo:
Este
señor creador sólo se puede entender si percibimos el punto omnisciente
de Dios, asi como Hermes Trimegisto, Tot, el de cabeza de grulla (tres veces maestro)
hizo hace cinco mil años
en el antiguo Egipto, la mente de Dios creó
a la mente cósmica y la mente cósmica creó a la mente del
hombre, SB añadiría «y la mente de SB creó al Transrealismo
que crea la mente de Dios».
Habla SB en «EL fundamento.»
«Jugando
a ser Dios, estaba en condiciones ahora de alterar el tiempo.»
Citas:
1)
El
fundamento del Transrealismo.-Badilla, Sergio.
2)
Ibidem
3) El transrealismo poético, La nueva corriente del S.XXI.-
Arredondo, Felipe. Investigador at
The Department or Foreing Languages and
Literature at Southern IlIinois University.
4) La miseria del hombre.-
Rojas Gonzalo.
Todo la fuente de información fue obtenida de la
super carretera del inconciente colectivo:
www.
Marco
Leyva: Nace en Xochimilco, México, DF. Estudió Letras Hispanicas
en la Facultad de Filosofia y Letras de la UNAM. Autor del libro de poesía
Ruinas circulares.
marcoleyv@yahoo.com.mx