Sí es duro y
porfiado, pero sus libros se leen fácil, porque su escritura es fluida
y directa. Autor de varios superventas que están siendo llevados al
cine, discípulo literario del recientemente fallecido Francisco
Coloane, ecologista combativo, acusado de mentiroso por la prensa
nacional, justo este viernes presenta en Chile su novela "Hot line".
Como "hot" y "cool"- es esta conversación.
por Marcia Scantlebury,
desde Gijón
El
viento barre las hojas tramposas que se adelantan al otoño en el
jardín de los Sepúlveda Yáñez. En torno a la mesa, un grupo de niños
de diversas edades, colores de ojos y tonos de piel, grita o chapurrea
en español, disputando el contenido de un gigantesco pote de helado
de chocolate.
..... Los protagonistas de
esta escena, que tiene algo de torre de Babel y mucho de spot de
Benetton, son los hijos y el nieto -falta otro de la hija ecuatoriana
del escritor- que se reúnen todos los años en esta época en la casa de
la pareja ubicada en Gijón, esta ciudad asturiana que se despliega
frente al golfo de Vizcaya.
..... "Los
suyos, los nuestros y los míos", se ríe con dulzura la poetisa Carmen
Yañez, ex y actual mujer de Sepúlveda. A pocos metros, desde una silla
de la terraza, Luis Sepúlveda levanta la cabeza desde el libro que
tiene entre las manos y da una ojeada a la situación. Luego toma un
sorbo de vino blanco y ofrece a su hijo Carlos otra copa y un
apetitoso pedazo de jamón serrano. A estas alturas del partido, este
hombre aventurero hijo de un hogar humilde y con ganas de ser, está
seguro de que su familia es la parte más gratificante de su azarosa
biografía.
..... "Biografía de
fugitivo", dice, que se inicia en 1949, con su casual nacimiento en
una habitación del hotel Chile en Ovalle, ciudad de la que hoy es hijo
ilustre. "Mi madre era menor de edad y habían escapado porque su
padre, que había denunciado al novio por rapto, se oponía tenazmente
al romance". Asegura que su venida al mundo durante esta fuga de amor
bajo mandato de captura, lo marcó dejándole una extraña sensación: "Es
raro pensar que tu patria es un hotel y ni siquiera de cinco
estrellas".
..... Luis -Lucho para sus
amigos- fue el primogénito de la modesta familia integrada por José
Sepúlveda, un militante comunista dueño de un restaurante, su madre,
la enfermera de origen mapuche Irma Calfucura (que en mapudungun
quiere decir "piedra azul") y su hermano Carlos. Él reivindica sus
orígenes sociales y culturales. "Soy un tipo que creció en San Miguel,
un barrio proleta y cuando vuelvo a mi país, sólo me siento a mis
anchas al traspasar la barrera del paradero uno de la Gran Avenida".
Admite que nadie le quita las partidas de cacho y los traguitos que se
toma en el City, zona socialmente neutral.
..... Tranquilo, serio, creativo y parado en la
hilacha, vivió su infancia leyendo, escribiendo, aburriéndose
mortalmente con los juegos infantiles de sus coetáneos y ahorrando
cada centavo para instalarse en los cines rotativos a regalarse hasta
cuatro películas al hilo. Las imágenes de la pantalla lo invitaban a
conocer otros paisajes. Y a los 13 años descubrió su vocación de
trotamundos, recorriendo el país de norte a sur en bus, en tren o en
bicicleta.
..... Dio sus primeros pasos
como escritor en el Instituto Nacional inspirado por una profesora de
historia, dotada de una fuerte carga erótica. Un día se sentó frente a
la vieja Remington de su abuelo, metió un original y cinco copias con
papel carbón y escribió su primer cuento: Las excitantes aventuras
de una profesora de historia. Con la venta de esta obra que
bordeaba la pornografía, Lucho ganó sus primeros pesos y alcanzó la
fama: las hojas pasaron de mano en mano con éxito total. Sin embargo,
el quinto episodio cayó en manos del director del plantel.
-Pensé
de inmediato que me expulsarían, pero, cuál no sería mi sorpresa, al
ver que él leía la historia, me miraba y arremetía: "¿Sabes que
escribes bastante bien? Déjate de estas estupideces y ponte a escribir
en nuestra revista literaria".
.....
Para entonces, Sepúlveda seguía haciendo poesía e inventando cuentos
al por mayor y estaba más que convencido de que lo suyo era la
literatura. A los 17 años, como el restaurante de su padre era
frecuentado por muchos periodistas, uno de ellos le consiguió trabajo
como redactor policial de El Clarín, tan de actualidad por
estos días.
..... Sepúlveda partía a
diario hacia la comisaría y allí cambiaba algunas sugerencias para las
carreras de caballos por un permiso para subirse en el radiopatrulla:
"En esas rondas vi gente cogoteada o asesinada de maneras feroces".
Después volvía al diario y entregaba su crónica al jefe de redacción,
un tal Zurita, que, según la leyenda, no dormía nunca, tomaba veinte
litros de café al día y fumaba cien cigarrillos. "Él tomaba mis
crónicas y me decía: `Esto es una mierda, es pura literatura. Aquí
tienes que escribir como periodista'. Y me tocaba rehacer el artículo
una, dos, tres veces".
..... Mientras
mira el humo de su delgado cigarrillo de tabaco negro, se confiesa
afortunado por haber nacido "rojo, profundamente rojo". Confiesa las
huellas que dejaron en su formación Gerardo, el abuelo paterno, "un
anarquista andaluz maravilloso y un tío que fue voluntario en las
Brigadas Internacionales en España y cuyo único patrimonio fue una
foto donde aparece con Hemingway". En 1964 ingresó a la Jota, lo
expulsaron en 1968 y luego pasó a militar en una fracción del Partido
Socialista llamada Ejercito de Liberación Nacional ("los
helenos").
..... Su padre lo había
inscrito en un liceo comercial para que estudiase contabilidad, pero
no era lo suyo. Y, a los 16 años, después de leer a Coloane, se empleó
en un barco ballenero como pinche de cocina. En 1969 trabajaba
escribiendo libretos para el programa de radio Portales
Confidencias de un espejo, cuando un amigo juntó un puñado de
sus escritos y los mandó al concurso de Casa de las Américas de La
Habana. Esa colección de cuentos breves llamada Crónicas de Pedro
Nadie, salió triunfante. El mismo año obtuvo una beca de estudios
para la Universidad de Lomonosov en Moscú. Y confiesa que a su
regreso, en 1970, "nunca durmió menos". Era bombero, no se perdía los
partidos del Magallanes, hacía teatro -montó con Víctor Jara su amigo
y profesor, la escenografía de Seis personajes en busca de un
autor, de Pirandello- y estudiaba literatura.
..... Sepúlveda se declara autodidacto -dice ser
una mezcla de intuición e intelecto- y la única formación de la que se
siente orgulloso es de la recibida del poeta Pablo de Rokha: "En su
casa de la calle Valladolid, mientras cascábamos nueces, picábamos
apios y manejábamos mil hierbas del sur para sus formidables mistelas,
me contagió su pasión por el romanticismo alemán y me enseñó las
posibilidades de la expresión literaria".
..... No vacila en describir los años de la
Unidad Popular
Carmen Yañez, ex y actual mujer de Luis Sepúlveda (el
está atrás, jugando con sus
perros)
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como
los más felices de su vida. "Entonces fui interventor en una
agroindustria y formé parte del GAP del presidente Salvador Allende.
Fue una etapa dolorosa y conflictiva, pero formidable y, si tuviera la
posibilidad de volver a nacer, escogería de nuevo el año 1949". Había
conocido a Carmen Yañez en 1967, cuando el tenía 18 años y ella 15.
Los unían una gran atracción física, la literatura y la militancia; él
era socialista y ella militaba en el Partido Comunista Revolucionario
(pro chino).
..... En 1971 se casaron y
en 1973 nació Carlos Lenín (músico, casado con una sueca y padre de
Daniel). El matrimonio duró sólo tres años porque, como él acota, "la
nuestra no era una vida, sino una vorágine". Se reencontraron 20 años
después en Alemania y él promete un libro sobre esa bella historia de
amor de la que fue protagonista.
EL VERBO MENTIR
.....
Personaje exuberante y controvertido, en varias oportunidades ha sido
calificado de mitómano por la prensa chilena o por algunos de sus
pares que han llegado a poner en duda su calidad de GAP y de preso
político. Él va al grano y comenta con ironía que las cosas han ido
aún más lejos, "porque un cretino puso en duda hasta mi propia
existencia, y tuvo que salir a la palestra un respetable pediatra para
dejar constancia de ella". Agrega que la envidia podría ser el
principal rubro de exportación de Chile. Y concluye: "Como todo el
mundo, tuve un padre y una madre, y hasta hay un certificado de
nacimiento que asegura que nací".
-¿Nada de mentiras entonces?
"Mentir es un verbo y yo
soy un escritor de ficciones, que se nutre de la realidad por una
cuestión de ética, y que vuelve a presentar esa realidad a través del
prisma de la ficción. No soy un mitómano, pero no caeré jamás en el
juego de la prensa amarilla, que pretende crear `controversias´ que no
existen. Me han inventado `polémicas´ con varios sujetos, pero de
Pablo de Rokha aprendí que el hombre se mide por la calidad de sus
polemistas y sus enemigos, y ninguno de esos sujetos tiene calidad
para polemizar conmigo, menos aún para ser mi enemigo".
..... Por su parte, Carmen Yañez dio a "El
Sábado" su versión de lo vivido a partir del 11 de septiembre de 1973
por ella y su marido: "Mi padre, que era comunista, fue detenido a los
dos días del golpe. Nosotros vivíamos con él y mi madre. Y, al poco
tiempo, el Partido Socialista mandó a Lucho a Temuco".
..... Días después, una llamada anónima le avisó
que su marido había sido detenido en esa ciudad y ella viajó para
tratar de ubicarlo. Allá se enteró de que estaba en el regimiento
Tucapel, pero allí no pudo hacer nada y se devolvió a hacer trámites
en Santiago.
-Al poco tiempo partí de nuevo con mi hijo en brazos a
Temuco. Y esta vez permanecí allí hasta que lo liberaron. Lucho salió
irreconocible, con el pelo cortado al rape y con el cuerpo marcado por
aureolas amarillas y violáceas.
.....
Agrega que Sepúlveda casi no podía caminar y que Francisca, una
mujer a la que había conocido en el lugar, la ayudó a acercarlo hasta
el río. En la orilla ella se apartó diciendo: "¡Tienes que bañarlo
para que le salgan todos los demonios!". Carmen cuenta que esa noche
quemó su ropa llena de piojos y pulgas "y dormí abrazada a él,
sobresaltada pero calentita bajo una frazada mapuche".
..... De vuelta en Santiago, ambos pasaron a la
clandestinidad. Sus vidas se separaron. En 1975, ella cayó en manos de
la DINA y estuvo en Villa Grimaldi. Ya libre, en 1980, nuevamente la
casa de Carmen fue allanada y ella decidió partir al exilio. Fue a dar
a Suecia, donde se enteró de que Lucho viviá en Hamburgo con una chica
alemana.
-Después de un tiempo, nos reencontramos y hablamos, pero
quedó en el aire lo que no nos atrevimos a decir. Yo tuve otro
compañero y otro hijo, me separé, dejé Estocolmo y me instalé en
Gotemburgo. Entonces recibí su primera llamada, a la que siguieron
otras en distintos momentos y a cualquier hora de la noche, cartas,
una foto para despertar la nostalgia.
..... Luis Sepúlveda fue liberado gracias a la
intervención de Amnistía Internacional, y en 1977 abandonó Chile.
"Tenía que ir a Suecia, pero me bajé en Buenos Aires. Allí la
situación estaba peor, así que me fuí a Montevideo, luego a Brasil y
después al Pacífico. A dedo, en bus, en tren; crucé a Paraguay,
Bolivia, Perú, Ecuador, donde me quedé algún tiempo".
..... En Quito, trabajando en una investigación
de la Unesco, conoció a los indios shuar, sus tradiciones y su amor
por los delicados equilibrios de la madre tierra. Allí quedó la
semilla de lo que sería luego la novela que lo lanzó a la fama: El
viejo que leía novelas de amor.
..... En Ecuador, entró a la Brigada
Internacional Simón Bolivar, con la que a inicios de 1979 partió a
Nicaragua para participar en las batallas sandinistas. Poco después
del triunfo, por conflictos con la dirección revolucionaria, dejó
Managua rumbo a Alemania. "Por primera vez en mi vida estaba cansado".
Se instaló en Hamburgo, donde se incorporó al movimiento ecologista y
vivió allí 14 años, hasta 1996, junto a su segunda mujer, Margarita
Seven, con quien tuvo tres hijos. Entre 1983 y 1988, como corresponsal
de Greenpeace, atravesó los mares del mundo.
..... Después de separarse por segunda vez, entre
1993 y 1995, se trasladó a París -"la cosa más estupida que he hecho
en mi vida porque es una ciudad llena de esnobs insoportables" - y
comenzó a sentirse triste y solo. Así se lo confidenció a su ex mujer
alemana que seguía siendo su gran amiga.
..... "Vamos", le dijo ella, "déjate de cosas, tú
has estado siempre enamorado de Carmen y ahora ha llegado el momento
para que intentes de nuevo". Entonces organizó una fiesta en Alemania,
en la Selva Negra, donde tenían una casa y convidó a Luis y a
Carmen.
..... "Cuando llegué y la vi
casi me caí de espaldas, pero luego la invité a pasear por el jardín.
Ahí mismo decidimos partir al día siguiente a París y constatamos que
del antiguo fuego no sólo quedaban cenizas, sino una gran hoguera.
Como ves, siempre se vuelve al primer amor", cuenta
emocionado.
..... Terminaron untos en
Gijón, donde viven con Jorge, el hijo que Carmen tuvo en el intermedio
sentimental. Y para las vacaciones reciben al resto de la tribu.
"Tengo cinco hijos y una hija, una nieta y un nieto. Soy una especie
de patriarca fundador de una famlia cosmopolita, porque a mi mesa
familiar se sientan chilenos, ecuatorianos, suecos y alemanes, se
hablan cuatro idiomas y todo mi clan siente un enorme desprecio por la
palabra patria", comenta, orgulloso.
en El
Sábado
Septiembre
2002