..... Tuve la suerte de ser amigo del gran escritor alemán. Aun
después de su muerte, y habiendo abandonado ya la diplomacia, habité
por diez años la antigua casa Camuzzi, en Montagnola, en la Suiza
italiana. Fue ésta la primera casa de Hesse en ese pueblito de
montañas, vecino de Lugano.
..... Es
absolutamente absurdo creer que Hermann Hesse "pasó de moda", como un
escritor para la juventud de hace cuarenta años. En verdad, a Hesse lo
pusieron artificialmente "de moda" y lo usaron con fines precisos para
desorientar a las nuevas generaciones de los años cincuenta y sesenta.
Recuerdo muy bien que "SurkhamVerlag", el editor alemán de Hermann
Hesse, tenía por obligación vender cuarenta mil ejemplares al mes de
la obra de Hesse y, para ello, se valía de toda clase de publicidad y
presión sobre las jóvenes generaciones de la época. Fue así como en
EE.UU. se falsificó y transformó a Hermann Hesse, haciéndole aparecer
como un "hippie", propiciador de la droga, etcétera.
..... Un día los hijos de Hermann Hesse me
buscaron en Montagnola para consultarme sobre la inminente adaptación
al cine de "El Lobo Estepario". Querían conocer mi opinión al
respecto. Acompañaba a Heiner Hesse el productor norteamericano y
guionista del pretendido filme. Les respondí diciéndoles que yo
recordaba muy bien una conversación con Ninón Auslander, la última
esposa de Hermann Hesse, quien me había revelado la opinión de su
marido (que también era la suya) en contra de cualquier filmación o
televisación de sus obras. Además, esto aparecía en el testamento de
Hermann Hesse, agregándose una salvedad: sólo si sus hijos estuvieran
en mala situación económica, él aceptaría que llevaran al cine alguno
de sus libros. Pregunté a los hijos de Hermann Hesse si éste era el
caso. Me respondieron que no, pero que ellos aceptaban la filmación a
objeto de "ayudar a las juventudes del mundo". Se despidieron y me
dejaron el manuscrito de un proyecto cinematográfico para la novela
"El Lobo Estepario". Me encarecieron que les diera mi opinión.
Debo decir que el autor del libreto era el mismo director de la obra
de James Joyce, "Ulises", que también fue llevada al
cine.
..... Leí el texto y, con
verdadera sorpresa, descubrí la invención de largos párrafos, que
jamás fueron escritos por Hermann Hesse.
..... Llamé por teléfono a Heiner Hesse y nos
volvimos a encontrar con el guionista en Montagnola. Les hice presente
mi opinión. Aceptaron que era un agregado, hecho a conciencia. Después
de esa explicación no me quedó más que devolverles el borrador del
libreto, diciendo que yo me oponía a la filmación.
..... "El Lobo Estepario" fue llevado al
cine sin mayor éxito.
Releer a
Hesse
.....
Desgraciadamente, el profundo escritor y poeta Hermann Hesse fue
falsificado y vulgarizado por un mundo de decadencia. Necesita ser
releído hoy por los mismos que antaño se estremecieran con su
misterio. "Demian", por ejemplo, fue siempre entendido por los
serios lectores de esa época como una obra simbólica, donde, además,
se refleja la leyenda masónica de Eva y los "'Hijos de la
Viuda"' (Demian, uno de ellos), y Sinclair (nombre representativo
de los grandes maestros hereditarios de la Masonería escocesa), quien
también interpreta la concepción junguiana del "Self"', o del
Sí-Mismo, con el"ánima" ya unida al Sí-Mismo; el Hombre-Absoluto. Eso
es el personaje de Demian (el "Self", de Sinclair). Demian también es
un seguidor del Dios gnóstico, Abraxas, que reúne en sí los
opuestos.
..... Ahora bien, "El
Lobo Estepario" es un maravilloso juego en la línea de "La
Flauta Mágica", de Mozart (músico que Hermann Hesse admiraba).
Pamino y Pamina, Papageno y Papagena, en la obra de Hesse son Hermann
(Harrier) y Hermine, el femenino de Hermann (desgraciadamente, en la
traducción al español se ha cambiado el nombre de Hermine). Es decir,
en esta obra de nuevo se presenta el misterioso y profundo juego
metafísico de Mozart y de Jung, de Orfeo y de Platón: del "ánima" y
del "ánimus".
..... Sobre la más
trascendental obra de Hesse, "El Juego de Abalorios", declaraba
el Secretario General de las Naciones Unidas de los años sesenta,
Hammarskjöld, que si él fuera confinado en una isla solitaria, lo
único que desearía tener consigo sería esta obra maravillosa. Y Henry
Miller, autor de "Trópico de Cáncer", me escribía diciéndome que para
él "Siddharta" era el libro más importante que había leído,
porque, en unas pocas páginas resumía todo el Budismo Zen. Y me
contaba, también, que en su cabecera siempre tenía el libro "El
Círculo Hermético", sobre mis conversaciones con el escritor.
Desgraciadamente, no había podido conocer personalmente a Hermann
Hesse, porque, habiendo ido a visitarlo a su casa en Montagnola, se
encontró en el portón de entrada con un letrero escrito en alemán que
decía: "Bitte keine Besüche". Miller conocía el alemán y pudo
traducirlo: "Por favor, no se admiten visitas". Por suerte yo no sabía
alemán, pude entrar, ser recibido por Hermann Hesse y hasta el día de
hoy sentir que fui un agraciado, un bendecido por los dioses, por
haber llegado a conocerlo y a honrarme con su amistad.
..... En recuerdo de esos grandes tiempos y de
ese misterio he deseado escribir estas líneas, haciendo ver que
Hermann Hesse es un escritor eterno, no de una época determinada, sino
para la inmortalidad.
..... ¡Sí! Hay
que volver a leer sus libros. Y resucitarlo...
en El Mercurio, Santiago de Chile, Domingo 10 de
Marzo de 2002