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CARA DE HEREJE
Editorial LOM Libros
del Ciudadano
Soliloquio del
intocable
Yo
soy el intocable. Primero fui suche en un negocio del
ramo (allí metí un poco las manos). Luego busqué un asunto
mejor rentado. Yo soy el intocable. Entonces tuve que
procurarme clientes, pescar peces gordos en el ambiente (ya me
ocuparía de los demás ingredientes). .............................. ¡Hacer una
estafa! Plata, plata, de dónde sacar más plata, reunir capital
para una empresa fantasma. Yo soy el intocable. Como
corresponde me vestí muy bien. Conseguí un crédito blando con no
sé quién. A los acreedores les dejé un mensaje en la
contestadora: Yo soy el intocable. Después logré birlar
un fondo mutuo valiéndome de toda clase de pitutos. Embauqué a
un tío marica y lo hice bufar. Engatusé a una tía rica y la
hice embalsamar. Yo soy el intocable. Pero no. También
me aburrí de las tretas políticas, el juego electoral no daba
garantías. Crear poderes fácticos me proponía. Yo soy el
intocable. Me asocié con la transnacional de unos
gringos, la cara salvaje del capitalismo, detrás del
maquillaje el más descarado de los canibalismos. Yo soy el
intocable. Puse en práctica toda clase de movidas. Las
ventas brujas no pagaban IVA. Fugas de capitales iban y
venían. Me preguntaron quiénes eran mis contactos. Contesté
que estaban muy bien colocados. Contesté que primero había que
mojarlos. Por último, formé mi propia compañía. Compré a huevo
una empresa del Estado que la dictadura había intervenido y me
sirvió de pantalla con todo sigilo; la convertí en un
holding muy competitivo. Pero el cuento es muy
largo. Para distraerme talé unos bosques nativos, crié
salmones, gané propuestas de todo tipo. Yo soy el
intocable. Hasta que empecé a cansarme de lo mismo. Los
negociados aburren, las coimas, los sobornos, los
donativos. Yo soy el intocable. Llegó el momento de
planear en grande. Falsificar dólares y toda clase de
desfalcos me ponían obsesivo. Opté por lavar dinero por mero
afán deportivo, para un Cartel, para otro Cartel hasta llegar
al Capo mismo. Aquí vengo yo, dije, cuidado conmigo, un
gobierno incorruptible dónde se ha visto o una megaempresa que
haga juego limpio. Parecía de ratas un nido. Así que me
propuse salvar al Occidente y hacer triunfar el
humanismo. Para vencer hay que arriesgar, lo digo sin
eufemismos. Yo soy el intocable. Mercado negro hacía en
la trastienda y uno que otro malabarismo, en pesos facturaba,
en dólares cobraba a espaldas del fisco. Si algún
incorruptible metía sus narices me rajaba las vestiduras de
patriotismo. También construí unas casas que se llovían, ya
era tiempo de demostrar mi altruismo. El tráfico de influencias
las puertas me abría. Yo soy el intocable. Tuve que
colocar algunos palos blancos, vender cobre a futuro y otros
espejismos. Crucé la cordillera por un paso secreto, permanecí
escondido para evitar un juicio, 40 ruedas de la Bolsa, 40
días igual que siglos, con 40 de mis socios en un confortable
laberinto. Yo soy el intocable. Luego vinieron unas
guerras urdidas por la CIA, todas las partes entraron en
conflicto. Mi misión era sembrar caos y alarmismo. Produje
pestes, epidemias, bombas de racimo ........................ y oculté la
mano. Se hicieron mil denuncias en los altos organismos, pero
nunca encontraron el cuerpo del delito. Trafiqué con drogas, la
panacea del escapismo. Uno tras otro empezaron a caer connotados
adictos. Yo soy el intocable. Intentaron asesinar mi
imagen propalando rumores, acusaciones sin destino, pero yo
movía mis peones, jueces venales, ......................... tontos
sumisos. Yo soy el intocable. Culturas enteras se
prostituyeron, sectas fanáticas florecieron en el new
age del politeísmo. Prometían el Cielo en la
Tierra, vendían evasión y conformismo. Yo soy el
intocable. Me especialicé en el tráfico de órganos, en los
pornovideos y el secuestro de niños. Yo soy el
intocable. Levanté una candidatura, pagué coimas en
efectivo, y para salir de dudas, volví a untar a intachables
ministros. Yo soy el intocable. Mejor será que me calle
la boca, parapetarme detrás del paraninfo y mantenerme en el
poder manejando el mundo ..............................................
con mis invisibles hilos. Por qué no: después de todo este
modelo es pan comido. |
CARA DE
HEREJE Manuel Silva
Acevedo Editorial LOM Libros del
Ciudadano
CARA DE HEREJE
aborda la fragilidad, la vulnerabilidad del individuo
contemporáneo. Es un texto radicalmente desublimador que a través
de lo sarcástico y grotesco da cuenta del azar en que vivimos, del
mundo del deseo y también del territorio del fracaso, de la
capacidad que tiene la realidad -una sociedad mercantil,
consumista y deshumanizada- de frustar nuestros sueños. Este
conjunto de textos poéticos tragicómicos ha sido representado por
La Mancha, Compañía de Teatro fundada en 1987. Su director,
Rodrigo Malbrán Conte, ha manifestado que "la sociedad de mercado
en su modalidad más descarnada nos lleva a convertirnos en
nuestras propias caricaturas". En este sentido, la puesta en
escena, basándose en el manejo y conocimiento de la media máscara
y de los arquetipos de la Comedia del Arte, ha sabido rescatar la
inadecuación a la hegemonía de los valores nacionalistas,
historicistas y referencialistas, proponiendo giros violentos y
extrañamientos que muestran una mirada moral o
existencial.
en la contratapa
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