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La Chica del
Trombón (texto escogido)
XXIII
... Cerca de un mes más tarde, ocurre algo
inesperado. ...
No sé si una va acumulando energías
imperceptibles con la rutina de semanas, hasta que de pronto, una mala
constelación de los astros, la malinterpretación de un gesto o una
frase, las ansias de precipitar el futuro porque uno no puede creer
cuando ya se van a cumplir los catorce años que la vida es nada más
que eso: una puja para que el destino muestre un resplandor, alguna
señal de dicha, un ventarrón que levante la crujiente hojarasca del
otoño en la plaza. ...
Entretanto se acumulan los infortunios,
y estas bestias agazapadas en la obscena oscuridad salen a la luz y
muestran los dientes ávidos. ... Con todo, el día había
comenzado óptimo. En las dos primeras horas hubo clases de inglés, y
el maestro, inspirado por un film en el cual un profe conseguía
maravillas de sus alumnos delincuentes haciéndoles oír música, trajo
su tocadiscos de 45 rpm, y nos puso algunos de los hits que
le gustaban. ... La mayoría eran sincopados y
bulliciosos, pues los adultos siempre creen que los jóvenes tenemos
sólo ruido en la cabeza, y que metiéndonos más estruendo nos hacen
felices. Pero en el verdadero fondo de mí, yo asumía como propios sólo
los temas románticos, y cuanto más violines y saxos desgarrados, tanto
más crecía mi emoción. ... Si la cantante era mujer yo
era capaz de entender en todos sus matices las razones de su
sufrimiento, y si el solista era un hombre yo era quien podría
consolarlo si el destino me lo pusiera a mano. Su tema favorito era
Cry de Johnny Ray, de quien se decía que era sordo. Si esta
infamia era verdad, entonces habría que agregar que era sordo como
Beethoven. ... "Gime con tal pulcritud que
las cuerdas vocales se impregnan de un gallito levemente fuera de tono
que humaniza y enciende de verdad la letra." ... Nos
la pusieron tres veces y yo obtuve mi siete reproduciendo con
perfecta fonética y regular gramática la letra entera. Aún hoy, en
esta tensa soledad, recuerdo la estrofa: "Si tu amada te envía una
carta donde te dice adiós, no es ningún secreto que te sentirás mejor
si te echas a llorar." ... El nono había dicho adiós y
yo caía últimamente en bruscos abatimientos pues no había llorado lo
bastante. Estaba en la fatalidad de la familia que no conociéramos a
nuestros padres, y en nuestra locura que eligiéramos aquello que ellos
no tuvieron robándoles sus nombres. Yo no había sabido ser Magdalena y
por ningún motivo quería fracasar no siendo Alia Emar. ...
Ahora yo iba a decir adiós y Jovana cocinaría para ella sola,
bebería el café con un cigarrillo, se limaría las uñas hasta el tedio,
y acaso una vez al mes Sepúlveda la llevara al cine a ver films de
contenido social. ... Una mañana con los ojos
rojos y el puño crispado, Sepúlveda nos recomendó que fuéramos al
teatro a ver Las uvas de la ira a ver si descubríamos que en el mundo
había algo más hermoso que empolvarse las mejillas o patear balones
entre dos piedras: la huelga. Remember sunshine can be found,
behind a cloudy sky, so let your head go down and go on and
cry. ...
En la pausa del mediodía, justo cuando
iba sola de vuelta a casa a prepararme la sopa del almuerzo, Sepúlveda
me interceptó con rostro agrio y voz ronca: ...
-Quiero hablarte. ... -Usted y yo no tenemos nada
que decirnos. Si no fuera por este colegio y por la mami yo ni
siquiera lo miraría. ... -Tú tampoco me eres
simpática. Pero esta vez colmaste la medida. ...
-¿Qué hice, profesor? ... En la esquina había un
restaurante donde ponían en el pizarrón el menú del día: "Cazuela de
vacuno." ... -Vamos a almorzar y te lo
diré. ... Me senté junto a la ventana y mis compañeras de
curso se pararon a vernos como si estuviéramos en una escena de la
pantalla. Sepúlveda extrajo un cigarro, escupió una mota sobre el
vidrio y lo mantuvo en la boca sin encenderlo. ...
Después se limpió las manos en las solapas y puso sobre la mesa una
tarjeta que reconocí con horror. Era el mensaje a Ray Coppeta,
Hollywood, Estados Unidos, estampado con varios timbres y un sello
granate y vociferante que rezaba: return to the sender.
Devuélvase al remitente. ... -¿Quién le dio permiso para
abrirla? ...
-Tu psiquiatra. ...
-¿Qué psiquiatra? ... -¡El que vas a tener! No
puedes andar por el mundo como una bobalicona con la cabeza llena de
huevadas que sacas del cine y calumniando a la gente. ...
-¿Acaso he dicho yo algo falso? ... -Me pintas igual
que si fuera el ogro de un cuento infantil. Un
comeniños. ... -Los comunistas se comen a
los niños. ... -Y a ti la propaganda
burguesa y tu arribismo pro yanki te ha comido el
coco. ... -No tengo el coco lleno de alambre de púas. Mi
cabeza no es un campo de concentración. ... -Escucha, bestia.
Si no hubiera sido por los comunistas en estos momentos todos estarían
prisioneros en campos de concentración es Costas de Malicia. No tienes
padre por que dio la vida peleando con los partisanos contra los
nazis. ¡Al menos el recuerdo de los héroes de tu familia debiera darte
alguna dignidad! ... -¿Y usted acaso respeta a mi
nono metiéndose con Jovana? ... -Ella y yo no tenemos otra
cosa que una bella amistad. ... -Ese texto lo conozco de
Casablanca. Le metió ideas en el coco. ...
-Esas ideas son el futuro de Chile. Libertad, oportunidad para todos,
igualdad. ...
-Y a los que no son iguales a ustedes
los van a colgar de las farolas. ... -¿Pero de dónde
sacas tanta mierda? ... La mesonera nos trajo las
sopas. Sepúlveda agarró un ají amarillo y lo cercenó como si fuera mi
hígado. Después encestó los trozos de un tirón en el caldo. Se puso a
mezclarlos con ira. Parecía que ya se hubiera comido el ají aun antes
de probarlo. Estaba rojo semáforo. Cuchareó rápido y se detuvo algunos
segundos para tomar su vaso de vino tinto. ... -¿Cuál es tu película predilecta? -lanzó de
repente. ... -M. ...
-¿Sabes de quien es? ... -Joseph
Losey. ...
-¡Y te quedas tan
tranquila! ... -¿Qué quieres que haga? ¿No
es de Losey? ...
-La que están dando es de Losey. Pero
muchos años atrás hubo la primera versión que dirigió Fritz Lang. Un
clásico. ... -No sé qué es un
clásico. ... -Una obra de arte a la que
el paso del tiempo no le hace daño. ¿Sabes por casualidad dónde está
Joseph Losey? ... -No veo por qué habría de
saberlo -cuchareé la sopa. ... -Porque en Hollywood, tu
paraíso de libertad, hay un Comité de Actividades Antiamericanas que
está persiguiendo a todos los grandes artistas por su simpatía con el
comunismo. ... -¿Y qué hicieron con
Losey? ... -Tuvo que irse a Europa. Y a lo mejor tu nono Ray
Coppeta ha tenido que ocultarse para que no lo metan a la
cárcel. ... Miró con odio la carta
marcando con un dedo fulminante el párrafo: ...
-"Dice que Tony Bennett es un marica." ¿Cuando he dicho yo esta
infamia? ... Bajé los ojos casi hasta
rozar mi nariz con la papa y el trozo de zapallo
hirviendo. ... -De un actor el otro día
dijo que era marica. ... -De Ronald Reagan lo dije
porque el muy maricón fue a delatar al Comité de Actividades
Antiamericanas a sus propios colegas. ... -¿Un acusete cara
de cuete? ... -Discute las cosas como
mujer y no como una niñita boba y caprichosa. Además Tony Bennett es
mi cantante favorito. ... No le creo, profesor.
Cualquiera que cante en inglés es para usted un
aliniado. ... Un alienado,
bestia. Alguien que no reconoce o reniega de su propia identidad
cultural, la historia de su patria, sus luchas de independencia, el
folklore, la artesanía. ... En un gesto nada de
espontáneo escupí de vuelta al plato la cucharada que me quemaba en la
boca. En mi grupo de amigas odiábamos meticulosamente el folklore y
las artesanías. Fingíamos vomitar delante de los manteles bordados con
la flor del copihue. La canción del gallo colorao que saltó la tapia y
se quedó enredao nos producía el efecto de un purgante. El organillero
con el chico del bombo que zapateaba cuecas nos hacía huir de la plaza
hacia la confitería de Gino para taparnos los oídos con copos de
helado. ... -¿Puedo preguntarle,
profesor, para qué me trajo a almorzar? ... -Para aclararte
que jamás he dicho que Tony Bennett es un marica. Además de que no
tengo nada contra los maricas que también tendrán su lugar en la
vanguardia de la revolución. ¿Conoces Old Man River por Paul
Robson? ... -Paul
Robson. ... -Un cantante negro.
Barítono. ... -¿Yanki? ...
-Yanki, negro y comunista. ¿Cuál te sabes de Bennett? ...
-From rags to riches. ¿Y usted? ... -Because of
you. ... -No le creo. ... Entonces
Sepúlveda de un tirón se sacó la servilleta que tenía de babero sobre
el pecho y, frotándose la boca con ella, carraspeó y se puso a cantar
con un entonado vozarrón en un volumen tan alto que temí que el espejo
de la taberna se hiciera trizas. ... No quiso recoger
la impresión del público, que había quedado con las cucharas a mitad
de camino sin tiempo para cerrar la boca. De un zarpazo hundió las
manos en el bolsillo del pantalón y puso un par de billetes sobre la
mesa. Con la servilleta se limpió un resto de sudor que el esfuerzo
lírico le había salpicado en la frente y, sin mirarme, se
marchó.
* * *
Al puerto de
Antofagasta, en Chile, arriba desde Europa un trombonista con
una niña de dos años para entregársela al emigrante malicioso
Esteban Coppeta, a quien le asegura que se trata de su nieta.
Pese a la dudosa filiación, éste la acepta y la chica del
trombón vive con él los años de infancia y adolescencia
procurando echar luz sobre su pasado y su
identidad. Enterada de que su probable abuela es Alia Emar,
una novia vejada por tropas enemigas durante su noche de bodas
en la adriática isla de Gema, decide asumir la fantasía, la
identidad y el nombre de ella para reivindicarla con su propia
vida. Si el real parentesco netre Esteban Coppeta y La Chica
del Trombón es cuestionable, la relación que se establece
entre ambos a través del amor, la ironía y el dolor crea lazos
de sangre más fuertes que los naturales. Como otros
emigrantes maliciosos en Chile, Alia Emar comparte con ellos
su amor por el cine, las heroínas románticas y su obsesión por
Nueva York, donde sueña con encontrar algún día a su tío
abuelo Reino Coppeta, probable fabricante del monstruo
cinematográfico King Kong. La búsqueda de aliados para su
aventura de escapar a Estados Unidos la une a deliciosos
personajes que alentarán u obstruirán su proyecto. Una
novela profunda, repleta de amor a la vida, que sabe
equilibrar dolor y ternura, contada con alegría,
espontaneidad, humor, y ese encanto de la prosa de Antonio
Skármeta que sedujo a los lectores de La Boda del Poeta y El
Cartero de Neruda.
(de la
contratapa)
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en La Chica del Trombón Editorial Sudamericana Primera Edición, mayo de 2001.
ANTONIO
SKARMETA nació en Antofagasta (Chile) y estudió
filosofía y literatura en su país y en Nueva York. Ha vivido
largo tiempo en Europa y Estados Unidos, donde ha sido
guinista, profesor y director de cine. Desde el año 2000 es el
embajador de Chile en Alemania. Sus libros de cuentos y
novelas han sido publicados en más de veinte idiomas y
El cartero de Neruda alcanzó un éxito
mundial. Su versión cinematográfica obtuvo cinco nominaciones
al Oscar. Su obra No pasó nada recibió el
Premio Boccaccio Europa. Su anterior novela, La boda
del poeta, inauguró su peculiar universo de
emigrantes maliciosos y obtuvo el Premio Altazor en Chile y el
Grinzane Cavour en Italia, que se concede a las mejores
novelas del año. La chica del trombón
traslada desde Europa a Chile las emocionantes aventuras de
sus maliciosos.
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