Sombras en la Comala de Chile
              
              
              Por Milton Aguilar
              Revista Rocinante N°83, Septiembre 
              de 2005.
             
          
          Con Tridente, el séptimo libro de poesía de Tomás 
            Harris, nuevamente encontramos esa oscura visión de la realidad 
            que atraviesa toda su producción poética. Subsiste también 
            la conciencia de esa radical extrañeza del hombre en un universo 
            incomprensible, que se desplaza en el entrecruce de tiempos, personajes 
            e historias distintas. En las tres partes del poemario encontramos 
            a un Edipo androide desterrado en Colono. Aquí la cita de William 
            Gibson (acuñó el término "ciberespacio" y 
            anticipó el impacto de Internet y de la realidad virtual) es 
            importante para entender el desarrollo del deambular y el intercambio 
            epistolar de este personaje del fin de los tiempos; a Timothy McVeigh, 
            condecorado en la primera guerra del golfo, condenado a muerte por 
            poner una bomba en un edificio de Oklahoma, da sus razones por las 
            que cometió aquel acto; y a Goya, a través de sus pinturas 
            negras en las que escenifica la guerra, la tortura, el sufrimiento, 
            el aquelarre, la brujería, "los sueños de la razón", 
            que producen tantos monstruos. Tres momentos que podríamos 
            ejemplificar con el simbolismo religioso de la India: el "tridente" 
            hace referencia al dios Shiva, es decir, a sus tres aspectos (creación, 
            ser, destrucción), o a su pasado, presente y futuro.
 
            (acuñó el término "ciberespacio" y 
            anticipó el impacto de Internet y de la realidad virtual) es 
            importante para entender el desarrollo del deambular y el intercambio 
            epistolar de este personaje del fin de los tiempos; a Timothy McVeigh, 
            condecorado en la primera guerra del golfo, condenado a muerte por 
            poner una bomba en un edificio de Oklahoma, da sus razones por las 
            que cometió aquel acto; y a Goya, a través de sus pinturas 
            negras en las que escenifica la guerra, la tortura, el sufrimiento, 
            el aquelarre, la brujería, "los sueños de la razón", 
            que producen tantos monstruos. Tres momentos que podríamos 
            ejemplificar con el simbolismo religioso de la India: el "tridente" 
            hace referencia al dios Shiva, es decir, a sus tres aspectos (creación, 
            ser, destrucción), o a su pasado, presente y futuro.
            
            Dos propensiones generales marcan este libro: de un lado la posibilidad 
            de desarrollar una poesía meditativa, a partir de la anécdota, 
            pero trascendiéndola; sentir el pensamiento y pensar el sentimiento. 
            Y otra inclinación es la utilización del coloquialismo 
            -voz coloquial y razonante- más absoluto, que se traduce en 
            la plasmación poética de lo que llamaron los norteamericanos 
            dirty realism o realismo sucio. De ahí que incorpora 
            en sus poemas objetos de gusto kitsch, un léxico suntuoso 
            o muy tecnicista, referencias al cine, a la música -el jazz, 
            el blues- y los mitos clásicos como los nuevos que se van conformando 
            a través de los mass media, con lo cual se da cabida 
            a largas enumeraciones, referencias, glosas y citas de pintores, directores 
            y actores de cine y los maestros Cavafis, Celan, Pound. Las referencias 
            culturales se acumulan. Sus temas versan en torno a la juventud perdida, 
            al cuerpo, la violencia, las relaciones de poder, los vaivenes del 
            erotismo y la ciudad como espacio de aventura y placer.
            
            Una poesía de alto contenido vital en que se "narran" 
            pasajes, anécdotas de una vida, describiendo estas vivencias 
            y evocando a un personaje histórico o de ficción. Características 
            que se pueden reducir a la readaptación de la épica. 
            Epicidad que se apoya en la fuerte presencia de elementos individualistas 
            y a la elección del espacio urbano y la temática urbana 
            como fuentes de inspiración, como marco y como escenografía 
            apropiada para el desarrollo del acontecimiento poético. Creando 
            esos espacios irreales, soñados o fantásticos a partir 
            de la realidad cotidiana, hiperbolizando aquellos aspectos que le 
            parecen más atractivos, Tomás Harris, nuevamente no 
            deja al lector indiferente, sino que lo remece y le inocula el horror 
            que nos está rodeando.