TROMPAS DE FALOPIO
Novela de Omar Pérez y Gabriel Caldés
Por Ramón Díaz
Eterovic
Gabriel
Caldés y Omar Peréz, acaban de publicar la novela "Trompas de
Falopio". Una
novela escrita a "cuatro manos" que representa una nueva etapa en el
trabajo literario desarrollado por ambos autores en sus anteriores
libros de poesía, cuentos y crónicas.
"Trompas de Falopio" gira en torno a la vida de dos estudiantes
de la carrera de Ciencias Políticas -Cipol- y retrata sus vivencias
durante el inicio de la década de los años setenta. Muchas de las
cosas que ellos relatan no las viví directamente, pero si supe de
ellas, porque cuando llegue a nuestra universidad, formaban parte de
cierta "mitología" de Cipol, que durante los años de la Unidad Popular
fue un centro de gran ebullición política, y de la cual egresaron
muchos estudiantes que más tarde, y aún en nuestros días, juegan un
reconocido rol en la actividad política chilena.
La
novela es el retrato emotivo, cargado de buen humor y punzante ironía,
de algunos alumnos de la escuela de Ciencias Políticas. Es un relato
ágil, entretenido, bien estructurado, lleno de personajes atractivos y
lograda calidad literaria. Actividades políticas, romances, chascarros
estudiantiles, son algunos de los elementos que encontramos en esta
novela. Julían Condeminas y Jordi Castell son dos antiguos estudiantes
que, a la vuelta de unos años se encuentran en el aeropuerto de
Copenhague. Han pasado 29 años desde la última vez que se vieron, y
como muchos otros de su generación, cargan con un pasado de
persecusiones, exilios, romances quebrados, desencantos y cierta dosis
de cinismo para mirar los cambios experimentados en sus vidas y en el
país de donde salieron. El encuentro detona los recuerdos y la
decisión de escribir un relato donde quede reflejada la época en que
-al decir de ellos- eran unos universitarios dedicados a vivir a
concho. El reencuentro de los amigos transcurre en los primeros
capítulos de la novela, y el resto corresponden a las vivencias del
pasado. "Trompas de Falopios" es por lo tanto una novela de añoranzas,
de ajuste de cuentas con la historia, y una novela de crecimiento, de
tránsito -con tonos inicialmente festivos y luego brutales- de una
adolescencia libertaria a una adultez de colores oscuros.
La
novela no se queda solo en el recuerdo de algunas vivencias. Apunta y
llega a algo mayor. En ella encontramos un retrato chispeante,
acertado, de los sentimientos que impulsaban a muchos jóvenes
universitarios de la época. Los personajes son muchachos que vibran y
comparten los cambios sociales y políticos que se viven. Son los años
del gobierno del presidente Allende y de un entusiasmo revolucionario
que se anida en los corazones de los jóvenes. Comparten sus estudios
con el quehacer político, sus primeros romances, insertos en una época
de mayor liberalidad. Por lo tanto, la novela aporta un retrato de
época. Aparecen los trabajos voluntarios, la Peña de Los Parras, las
tomas universitarias, la educación política, la alegría de ser parte
de un proceso histórico, de cambios que serían radicales.
Para
los que vivimos la época y los hechos que se narran, la novela tiene
el atractivo de las remembranzas, del reencuentro con sus propios
pasados y experiencias. Para los lectores jóvenes, el atractivo debe
estar en el retrato de un tiempo del que me parece aún no se ha
escrito lo suficiente en la narrativa chilena. La novela evade todo
tono pesado, quejumbroso, y la voz de los narradores suena como debió
ser en el tiempo relatado: festiva, demistificadora, vital. Como bien
dice uno de los protagonistas, mientras reflexiona acerca de lo que
cuenta, se trata de "iluminar mejor la embriaguez colectiva de
alegría, de fervor sexual, de rito y de juego y de cortejo transgresor
que nos imponía el medio". En "Trompas de Falopio" se respira la
chispa del momento, el pulso de un país que apostaba a un futuro
diferente. La historia, lo sabemos, se encargó de decir otras cosas, y
por eso creo que esta novela más que un llamado a la nostalgia, es una
invocación a la alegría, a creer como dice un eslogan que crece por
estos días, que otro mundo es posible.
RAMON DIAZ ETEROVIC (Punta Arenas, 1956). Ha publicado los
libros de poemas "El poeta derribado" y "Pasajero de la Ausencia". Los
libros de cuentos: "Obsesión de Año Nuevo", "Atrás sin golpe" y "Ese
viejo cuento de amar". Las novelas: "La ciudad está triste", "Solo en
la Oscuridad", "Nadie sabe más que los muertos", "Nunca enamores a un
forastero" "Angeles y Solitarios", "Correr tras el viento", "Los siete
hijos de Simenon" y "El ojo del alma".