ensayo
Los Poetas se
jactan
por Armando Uribe
Arce
.......... La primera
disciplina intelectual chilena del siglo veinte ha sido la poesía en
verso. Esto parece ridículo; y tal vez lo es.
.......... ¿País tan sin sentido que la métrica
sólo, y unos metros incompletos o, más frecuentemente, desmesurados, le
pongan orden?
.......... ¿Y de qué viene
esto, personas tan segundonas como los poetícolas versificadores
establezcan reglas sobre cómo son (o deberían ser) las cosas, la
naturaleza y hasta la política del territorio nativo?
.......... Casi inexplicable. Trataremos de
desenredar una madeja inextricable, tirando de algunos hilos.
.......... Una religión venerable, una larga
tradición política y social, no garantizan que exista cultura en
aglomeraciones de creaturas humanas parlantes en la misma
lengua.
.......... ¿Cuán venerables sus
maneras religiosas? ¿Y cuán larga en el tiempo tal historia? ¿Hay
derecho a considerar los ritos que provienen de ambas fuentes (acaso ya
cegadas a medias) como disciplinas intelectuales que aseguren el orden
en la ciudad?
.......... Se produjo a
fines del siglo pasado en Chile la bancarrota de su historia. Los que
mandaban renunciaron a que el país mandado fuera una gran nación, al
menos a gusto de los mandamases. El sueño de Portales con Bello de que
se organizara una clase dirigente de gran formato se fue en el humo
creado por una plutocracia que se daba humos, pero eran de cigarros
habanos importados de Cuba, novel colonia norteamericana, con las platas
del salitre.
.......... Crisis moral, ya
disecada a principios del XX por gentes como MacIver y V. Letelier, y
poco después por el desdichado profesor Venegas bajo el seudónimo de
Doctor Valdés Canje. En esos años, antes de su nefasta y triste muerte,
Pezoa Véliz, dando cuenta de la República, la observaba también
recordando la guerra civil del 91. Todos en prosa. Pero Pezoa era
también poeta en verso. Los suyos, sobre la situación social del bajo
pueblo de altas aspiraciones sojuzgadas, y de los marginados de toda
figuración, revelan capacidades de autopsia mayores que las practicadas
por políticos, universitarios, historiadores y juristas.
.......... ¿No era Chile país de juristas e
historiadores?
.......... Era.
.......... Los principales historiadores del siglo
XX no son muy serios para probar sus asertos. Sus ideologías -no muy
disimuladas- se los comen. Son, cuando mejores, más intuitivos que
intelectuales serios. Tienden a ser ensayistas y, varias veces,
memorialísticos, expresándolo o no. Así Encina, A. Edwards, J.
Eyzaguirre; algunos de ellos excelentes escritores, con visos
literarios. La salvedad, porque era lo básico serio, fue M. Góngora. Los
juristas, ¿para qué decir? Burócratas del pensamiento; lejos de D. A.
Bello, Así han salido las leyes...
.......... Le escribí a un amigo.
.......... "Querido Pedro:
.......... El peruano Julio Ortega, la vez que
estuvo en la casa, la víspera de su vuelta a EE UU, me dijo: "Chile en
el XIX fue considerado país de juristas e historiadores; y la verdad es
que los había y buenos. Derecho e Historia eran las disciplinas
destacadas que caracterizaban a su país. ¿Cuál sería la disciplina
intelectual saliente en el Chile de este siglo?"
.......... Le contesté de inmediato (no sé qué me
vino): -La poesía es la principal disciplina intelectual chilena de
este siglo.
.......... Recuerdo que
recién le había mostrado unas tres o cuatro hojas en que había escrito
"Chile tiene una poesía de veras" (que está en Imagenes
Quebradas).
.......... Desde entonces,
hace unos meses, le estoy dando vueltas a eso: la poesía, ¿puede ser
disciplina intelectual?
.......... Hacia
donde apuntan mis ocurrencias, es que en el caso de este pobre país lo
único que permite identificar lo que serían los chilenos, y aun sus
maneras de ser, hasta de comer (te cito la notable Epopeya de las
Comidas y Bebidas en Chile de Pablo de Rokha), y de pensar o
fantasear, incluso los tímidos intentos de "metafísica", las penurias,
pretensiones, deseos ocultos, desgracias públicas, en fin, los avatares
de ser chileno en el país, estaría en la poesía y (para peor) en verso.
.......... Estoy tratando de poner tinta
en papel acerca de esto; pero no sé bien cómo. ¿Se te ocurre algo? No me
digas que no tienes elementos (lecturas, etc.). Piensa en el problema de
base: ¿Puede la poesía (la alta literatura) ser una disciplina
intelectual dominante? Ojalá me digas". Te abraza tu padre.
.......... Me respondió: "La pregunta me parece
difícil porque impone dos premisas, quizás: I. Que la poesía
tiene un valor social y colectivo, más allá de la producción individual
apreciada por los "happy few". 2. Que la poesía posee un carácter
nacional y que incluso puede crear ese carácter.
.......... El primer punto tiene un aspecto
prosaico: la cuestión puramente cuantitativa del número de lectores y
autores; a lo que se podría objetar que un pueblo se puede identificar
con un autor poco leído. Una élite intelectual es probablemente ya una
realidad colectiva, aunque de un número reducido; quizás no sea la
cantidad sino la mera existencia y cohesión del grupo, lo que le da una
representatividad a una élite intelectual. En cuanto al segundo punto,
el carácter nacional, uno podría referirse a periódos tan diferentes
como el de la Grecia clásica, en que los autores trágicos son Grecia,
hasta el punto que sus obras son objeto de una competencia, un concurso,
precisamente como disciplinas nacionales. Que reciben premio. (En este
sentido, la existencia de un premio Nobel de literatura para dos poetas
chilenos, le da carácter oficial, por lo menos, a este estatuto de
disciplina nacional, medible en una competencia). El estado griego toma
en serio a esos poetas. Otro periódo sería Francia a fines del siglo
XIX, en que la literatura, las artes y la poesía conocen un renacimiento
famoso".
.......... Sí; lo hemos dicho
separadamente: la poesía chilena del vigésimo siglo tiene duración
coherente desde hace más de noventa años; y su categoría se admite como
alta entre las literaturas de la lengua castellana en America y
fuera.
.......... ¿Cuáles son los rasgos
que caracterizan a tales obras en verso y a sus autores?
.......... Han sido enumerados así.
.......... (El que escribe, versificador él mismo,
se da cuenta que está redactando con rimas mentales muy pobres, medio
didácticas, ramplonas; se aburre a sí mismo, ¿qué será del lector que
tuviere? En otras palabras, esto no contiene poesía alguna, si por ella
se entiende la energía y el sentido llevados al extremo más excesivo, el
que sobrepasa las medidas de lo posible y banal, lo que con garra mueve
a otros a la acción, aunque esta acción sea sólo intelectual).
.......... Han sido enumerados estos rubros de lo
que no admite rúbricas, por quien ahora se repite, en los siguientes
términos:
Uno es que los poetas del pais escriben sus
versos tal como se habla aquí. Son de los oarales. Nturalmente depende
de qué distintos mundillos de la sociedad nativa provienen o a cuáles
amistades se juntan. Hay poetas más caballeros que otros; los hay más
rotos, o bien populares, o más picantemente, de medio pelaje hirsuto, o
siúticos, o medianamente decentes, según cuanto sector social admita
nombre propio entre nosotros. Este es un don que no se da en todas las
literaturas.
Otro carácter curioso (por raro), es que los poetas
considerables de Chile son de inteligencia despejada, no sólo en sus
escritos sino además en la vida que han hecho. Han tenido actividades
ajenas a escribir sus versos, en que demostraron capacidad para entender
y a veces controlar o dirigir sus conductas personales en la realidad
del país y, si les tocó, fuera de él, en el extranjero.
Ah, muy singular, lo tercero. Si partimos del principio
(¡qué principio!, es una fatalidad) que la vida chilena, en su historia,
con su geografía, a traves de la política, en el naufragio acostumbrado
en lo económico, y en medio de los odios y las rabietas, consiste en un
gran y recurrente desgarro, hay que reconocer que los poetas chilenos,
en sus versos son unos tremendos degarrados.
Cuarto punto. El humor, los humores; los sarcasmos, la
sátira, la soma, la carcajada con irritación, los malos humores. También
la picardía; en veces, la grosera chirigota. El humor. Con el desgarro
adentro, el poeta se domina y lo empequeñece; sin mucha piedad lo
humilla o se ríe de su inoportunidad o del tremendo dolor que produce.
Si no se ríe, marca el rictus que la deja y lo perpetúa como si fuese
honorable. Podría mencionar en los mismos poetas citados, los momentos
en que así ocurre. Pero no repitamos sus chistes trágicos.
La extravagancia es lo quinto. No la excentricidad, porque
este país no tiene centro. Sus poetas son ambulatorios, en vagabundaje
material a veces, más frecuentemente mental y de emociones. Ninguna
tacañería en los gestos. Nada sedentario. Tal extravagancia no es
imaginativa ni creadora de mundos nuevos reflejados en visiones: se
reduce a la fantasía que combina de manera inesperada los datos de la
realidad concreta. Lo que crea son creaturas y entes que a menudo sufren
(y gozan) de deformidad. Culto, en efecto, de lo feo: invunches e
imbunches.
Apurémosnos.
Sexto. "Una tendencia a hacer trascender
en metafísica lo que es material y, en bastantes ocasiones, brutal y
bestial, sin lograrlo sino a duras penas, y poco, en modo
incompleto."
Estamos copiándonos. Así lo setimo y último sería, en
especificación embrollada: "Escasez de ternura, rareza de la suavidad
métrica y medida, rechazo de las elocuencias, aspereza en el fraseo,
aceptación de las cacofonías ineludibles del idioma castellano,
predominio de la sequedad, soberbia apenas reprimida, seriedad tétrica
aun cuando se hacen gracias, delectación en lo absurdo (las
insensateces, como en juegos y cantos de niños, o en refranes y
adivinanzas, el doble sentido, erótico y anal, las repeticiones dignas
de estupidarios); el gusto por la ignorancia incluso crasa, por lo
obtuso..."
.......... Más allá de las
apariencias actuales, lo que tales versos de nuestro siglo dirían, es
cómo son hasta hoy los que comenzaron a llamarse chilenos en el siglo
XVI. Esos criollos antiguos conforman la base social más amplia de la
población.
.......... Habría que admitir
que los poetas han tenido mayor coraje que los intelectuales y políticos
y hombres de negocios y eclesiásticos (por ejemplo) para enfrentar en sí
mismos y en los medios en que se han movido, las realidades profundas de
esta rara comunidad que les ha tocado en suerte y en muerte.
.......... Tanto los poetas en prosa como aquéllos
en verso.
.......... Porque nos
rectificamos. Toda la mayor literatura que ha tenido lugar en el país
durante el siglo, revela a su pueblo. Es verdad que, en tal tarea,
resulta más numerosa en autores y más cuantiosa quizá incluso en líneas,
la poesía en verso chilena que la que elige la prosa. Como sea, la
"poesía de las situaciones" que se da en novelas o ensayos, en libros de
historia y de otras camas, cuando se da (como en Manuel Rojas o en Luis
Oyarzún, o aun en F.A. Encina e incluso Alberto Edwards, y por cierto en
Joaquín Edwards Bello, y un buen número de prosistas), es reveladora de
realidades profundas, de psicología y vida social y familiar y política
y financiera; no menos que en los versos donde también aparecen la
política y las apreturas económicas, la forma en que en Chile se ama y
se odia y se rabia.
.......... Con todo,
en nuestra opinión, más desenvoltura muestran los poetas en verso para
facilitar que el lenguaje se pegue en la piel de cómo somos.
.......... Esto se entiende porque la poesía a
partir de Pezoa Véliz, y con sucesión no interrumpida hasta los
deshilachados fines del siglo, nació de dos fuentes (que no estaban en
el verso de antes): las crónicas que relatan realidades, desde las del
siglo XVI, sea en forma de historias y relaciones, sea hasta en verso
-las epopeyas, escasas pero encabezadas por la primordial Araucana-, sea
también en correspondencias o memoriales. Veamos cómo en el siglo XIX
bien se reconoce que los Recuerdos del Pasado son nuestro mejor libro; y
correspondería discernir en el Epistolario de Portales muchos trozos de
alta literatura de acción; y después ello continuó: La tiranía en
Chile y En las prisiones políticas de Chile (la mejor prosa
del siglo según juicio, no escrito pero oído, de Neruda), ambas de
Carlos Vicuña Fuentes resaltan; como la Mistral en sus Cartas, como
Hernán Díaz Arrieta en sus crónicas.
..........
Detengamos las citas de nombres. ¿No se terminaría? Si, tantos no
son; pero el tema es otro. Estas obras en prosa han sido fuentes de
poesía. Junto a ellas hay una vertiente acaso más clandestina y, de
seguro, mas vigorosa: la tradición oral en verso o cercana a lo
versificado, que se ha transmitido desde la noche de los siglos en
apariencia anónimos, por via de las madres y de las fuentes populares de
las casas, antes solamente casi desde los campos, pero siempre en
muchísimos de los actos de la vida social, desde nacimientos y bautizos,
por casamientos y andanzas, hasta muerte y responsos.
.......... La poesía nace o surge espontánea de los
hechos críticos, extremos, que comprometen a los individuos y a lo
colectivo con la realidad y en ella, a golpazos (pues sólo a veces
fluye). Las palabras usadas en esos casos, que pueden manifestar lo
emocional de las honduras, la bestialidad cruel e incluso el pensamiento
hirviente, pueden tomar expresiones poéticas porque las situaciones
mismas y las conductas ante o dentro de ellas, están cargadas de sentido
y energía hasta el máximo imposible, con exceso.
.......... Vuelta literatura, las palabras
fundentes toman forma, siguen reglas conectadas con el análisis lógico
de frases que pueden comprenderse porque alguna estructura de raciocinio
conservan.
.......... Si en tal caso, las
palabras chilenas proyectan de modo a lo menos en parte inteligible, las
realidades verdaderas del país y la identidad efectiva de quienes lo
habitan, puede con seriedad afirmarse: la poesía es la principal
disciplina intelectual chilena.
en ROCINANTE , marzo
1999