.......... No es la primera vez en la
tradición poética que llega a nosotros algo parecido: los muertos que
hablan a Ulises (en el capítulo XI de la Odisea), los personajes de
Dante y Dante mismo en su Comedia, para nombrar dos ejemplos
centrales.
.......... Esta doble
pertenencia, agónica y borrosa -como las figuras que se intercalan en el
libro- proporciona un tono, una fuerza y posición únicos a esa voz para
lo que tiene imperiosamente que decir y para la manera de decirlo. Desde
esa curiosa instalación, viniendo de aquí para allá y viceversa,
cualquiera sea el asunto que aborde, la muerte aparece acompañando a
aquella voz, como un personaje cotidiano que, ya en Odio lo que odio,
rabio como rabio y hasta A peor vida circula entre sus
versos, habla, es invocada, imprecada, maldita, meditada:
Busco en vano la
puerta: no hay umbrales
todo e suelo y lugar donde solía
jugar
conmigo mismo a juegos tales
que no me atrevo a recordar hoy
día.
Golpeo el suelo con el puño, fuerte
y se abre un hoyo cuyo
nombre es muerte.
.......... La visión de Uribe
del "mas allá" semeja ser más homérica que propiamente cristiana. La
otra vida es peor vida, un hoyo que devora, región lóbrega. Allí, los
muertos no hacen nada; ni las acciones cotidianas (toser, perder los
anteojos, sonarse, encender la luz) ni amar. El deseo de morir, "el
muero porque no muero" que atraviesa incesantemente estos poemas, no es,
al modo de poesía mística clásica, un anhelo y reclamo apremiantes por
un más allá bienaventurado, sino por una verdadera muerte ("tres muertes
quisiera") que ponga término a una vida en suspenso y a una incapacidad
de morir, propia de esta persona a la vez "viviente y ya
muriente".
.......... En uno de los versos
más hermosos del libro el poeta declara : "muero de amor por lo que ya
no quiero", contradicción que recuerda el "Odio y Amo. Si me preguntan
como ello es posible. No lo sé. Pero sucede y me atormenta", de Catulo o
al "odio a la vida por amor a ella", de Fernando Pessoa, en el Libro
del desasosiego. Las críticas fluyen desde ese complejo de
emociones, distinto al simple desdén por la vida de "acá" de cara al
amor por una vida de "allá". Hay un desgarro, que el poeta experimenta y
siente en grado extremo, porque aun siendo esta vida muriente ("lo que
ya no quiero"), es vida preferible, en cierto modo, a la muerte
reclamada ("peor vida") y muere de amor por ella.
.......... En un poema situado al centro mismo del
libro, el poeta se describe e invoca a sí mismo como ya
muerto:
No soy viudo, soy
el muerto
que deja viudos a sus alrededores.
La agonía conozco, la
del huerto.
Lo sé muy bien: He muerto. No me llores.
Armando Uribe
yaces sin dolores
ya desde el día de tu concepción...
.......... En este diálogo del
poeta con Armando Uribe muerto, las referencias a Nerval y, sobre todo,
a Vallejo, se unen nuevamente a esa visión de sí mismo ("No me llores")
como un muerto que yace "sin dolores ya desde el día de tu concepción" y
desde ese momento vive en agonía ("la del huerto").
.......... Mencionar la tradición en la poesía de
Uribe no es accidental. El mismo en algún ensayo ha puesto hincapié en
la importancia de la pertenencia a ella: tradición poética chilena (una
de las más largas) y a la de Occidente. A lo cual habría que añadir, a
la tradición del propio poeta. En efecto, A peor vida
difícilmente puede ser entendido y estimado si no es a luz de la poesía
entera de este poeta y, sobre todo, de la serie de publicaciones que se
inauguraron con Odio lo que odio, rabio como rabio. No es
insensato conjeturar, a mi entender, una unidad (de asuntos, de estilo,
de formas, de tono) entre estas obras que permiten construir un solo
poema atravesándolas, poema que quizás se prolongue en otras obras
venideras.
.......... Uribe emplea un
castellano directo, seco, sin elocuencia ni desbordes, en el cual se
advierten los trazos de una época, de formas de sociabilidad y ambientes
identificables y concretos, los de aqui de Chile, de sus gentes y
lugares y modos de ser. "Gargüero", "Trutro", "leche nevada", "mocho del
hacha", "la hilacha que cuelga", son algunas de las palabras y
expresiones que usa, sin eludir a veces la cacofonía.
.......... En esa tradición el poeta es fiel a
opciones formales que le son propias: la rima asonante y consonante, las
aliteraciones y paranomasias y otros recursos de la poética tradicional.
Uribe emplea estos antiguos medios de manera libre, combinándolos en
cada verso y poemas según las necesidades internas de éstos. Queda claro
que no podría poetizar sin esas formas. Incluso cuando quien habla -como
se dijo- es un "muriente", un agónico, Uribe introduce un orden, una
musicalidad, una regla rítmica, a la que esa voz -que podríamos pensar
musitante, estertórea, incoherente- queda sometida.
.......... Quizás ese orden sea la contención que
el resto de amor a la vida oponga a la "peor vida" de la muerte. Hay,
pues, una insistencia en sobreponer el orden del poema a las fuerzas
fragmentadoras y aniquiladoras de la muerte y de la crítica lanzada
desde la muerte-vida. El equilibrio alcanzado entre esas dos tensiones
proporciona poemas belísimos tales como los antes citados o el siguiente
(en que el eco evangélico es imposible de no sentir):
Madura el
trigo
pero las uvas están verdes.
No se hace pan sino se muele el
trigo
y tú no serás tú si no te pierdes.
.......... Pero es difícil no
advertir que aquella insistencia a veces se trunca y falla. En algunos
poemas la idea poética se debilita y pierde originalidad y la forma no
consigue el efecto porque parece ser un esquema verbal impuesto casi con
violencia sobre las palaras. Parecen incomparables, así...:
Uno más uno es
más que uno más uno.
Cada oveja tontona se apareja.
Cada oveja
entontece a su pareja.
Entre abismos no puede haber un
itsmo.
.......... Con ese magnífico que cierra el
libro:
Padre mi padre el
travesaño
de la cruz en mis manos al espíritu
mi espíritu
encomiendo. Me haces daño
sin que yo te haga daño siendo
que yo
soy niño tu hijo y que me rindo
por qué me has hecho daño y me tienes
muriendo.
El Mercurio, 2 de junio 2001
A PEOR VIDA
LOM Ediciones, Santiago, 2000
214
páginas.
[ A PAGINA PRINCIPAL ] [ A ARCHIVO URIBE ]
letras.s5.com , proyecto patrimonio , Armando Uribe : Un
muriente en versos, por Cristobal Solari
mail : oso301@hotmail.com