Casa de
cuervos
porque te alimenté con esta realidad
.............. mal cocida
por tantas y
tan pobres flores del mal
por este absurdo vuelo a ras de
pantano
ego te absolvo de mí
................laberinto hijo
mío
no es tuya la culpa
ni mía
..............pobre pequeño mío
del
que hice este impecable retrato
forzando la oscuridad del
día
párpados de miel
................y la mejilla
constelada
cerrada a cualquier roce
y la hermosísima
distancia
de tu cuerpo
tu náusea es mía
la heredaste
como heredan los peces
.................la asfixia
y el color
de tus ojos
es también el color de mi ceguera
bajo el
que sombras tejen
.................sombras y
tentaciones
y es mía también la huella
de tu talón
estrecho
................ de
arcángel
apenas pasado en la entreabierta ventana
y
nuestra
.................. para
siempre
la música extranjera
de los cielos
batientes
ahora leoncillo
................ encarnación de mi
amor
juegas con mis huesos
y te ocultas entre tu
belleza
ciego sordo irredento
................. casi saciado y
libre
con tu sangre que ya no deja lugar
para nada ni
nadie
aquí me tienes como siempre
dispuesta a la
sorpresa
................ de tus
pasos
a todas las primaveras que inventas
y
destruyes
a tenderme .... nada
infinita
............... sobre
el mundo
hierba ceniza peste fuego
a lo que quieras por
una mirada tuya
...............
que ilumine mis restos
porque así es este amor
que nada
comprende
..............y nada
puede
bebes el filtro y te duermes
en ese abismo lleno
de ti
música que no ves
.............colores dichos
largamente
explicados al silencio
mezclados como se mezclan los
sueños
hasta ese torpe gris
.............. que es despertar
en la
gran palma de dios
calva vacía sin extremos
.............. y allí te
encuentras
sola y perdida en tu alma
sin más obstáculo
que tu cuerpo
sin más puerta que tu cuerpo
así este
amor
uno solo y el mismo
.............. con tantos nombres
que
a ninguno responde
y tú mirándome
como si no me
conocieras
..............
marchándote
como se va la luz del mundo
sin
promesas
................y otra
vez este prado
este prado de negro fuego abandonado
otra
vez esta casa vacía
que es mi cuerpo
a donde no has de
volver
(1980)
Último poema de junio
Pienso en esa flor que se enciende en mi cuerpo.
La
hermosa, la violenta flor del ridículo. Pétalo de carne
[y ..................................[hueso.
¿Pétalos? ¿Flores?
..................................[Preciosismobienvestido,
..................................[muertodehambre,
vaderretro.
Se trata simplemente de heridas congénitas y
..................................[felizmente
mortales.
Luz alta. Bermellón súbito bajo el que despiertas
de
pie, caminando a ninguna parte. Pies, absurdas
criaturas
sin ojos. No se parecen sino a otros pies.
Y además estas
manos y estos dientes, para mostrar-
los estúpidamente sin
haber aprendido nada de ellos.
Y encima de todo y todas las cosas, sobre tu
propia
cabeza, la aterciopelada corona del escarnio: un
som-
brero de fiesta, inglés y alto, listo para saludar
lo
invisible.
Rojos, divinos, celestes rojos de mi sangre y de
mi
corazón. Siena, cadmio, magenta, púrpuras,
carmi-
nes, cinabrios. Peligrosos, envenenados círculos
de
fuego irreconciliable.
¿Adónde te conducen? ¿A la vida o a la muerte?
¿Al
único sueño?
La flor de sangre sobre el sombrero de fiesta
(inglés
y alto) es una falsa noticia.
Revelación. Soy tu hija, tu agónica niña, flamante
y
negra como una aguja que atraviesa un collar de
ojos recién
abiertos. Todos míos, todos ciegos, todos
creados en un
abrir y cerrar de ojos.
El dolor es una maravillosa cerradura.
Arte negra: mirar sin ser visto a quien nos
mira
mirar.
Arte blanca: cerrar los ojos y vernos.
Ver: cerrar los ojos.
Abrir los ojos: dormir.
Facilidades de la noche y de la palabra.
Obscenidades
de la luz y del tiempo.
Y así, la flor que fue grande y violenta se deshoja
y
el otoño es una torpe caricia que mutila el rostro
más
amado.
Fuera, fuera ojos, nariz y boca. Y en polvo te
con-
viertes y, a veces, en imprudente y oscuro
recuerdo.
Dulce animal, tiernísima bestia que te repliegas
en
el olvido para asaltarme siempre. Eres la esfinge
que
finge, que sueña en voz alta, que me despierta.
(1993)