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Un libro de poesía es evidente que suscita muchas lecturas. Por
definición tiene muchas connotaciones. En el caso de este libro, a
veces yo mismo me entusiasmo, me pregunto por qué está esto aquí, cuál
es la red, cuál es la clave. En fin, no he deliberado mucho en torno a
los por qué, es difícil cuando uno es creador. En realidad esta es la
primera vez que me someto al análisis de la anécdota del discurso de
una creación mía. Dios quiera que nos funcione la grabación, este es
el momento más original de mis reflexiones. Yo no he pensado nada, no
soy precisamente un teórico de la literatura.
..... ¿Por qué Bruno Vidal? Cuando ustedes me
llamaron yo me dije "ésta es la primera pregunta que me gustaría que
me hicieran". Pero con toda honestidad me gustaría que la pregunta
inicial quede con una respuesta diferida. Se trata de que pudiéramos
descubrir "por qué Bruno Vidal" después de la entrevista. Entonces voy
a tener la suficiente valentía de decirte por qué Bruno Vidal o quizás
el misterio de esa identidad sea sagrado, qué se yo...
..... Para entender el origen de este libro hay
una anécdota que resulta imprescindible. En el año 87 se produjo una
convocatoria de la Editorial Sin Fronteras para un concurso de poesía
en el que podía participar quien quisiera. Había una especie de
mecenazgo: se ofrecía la publicación del libro y una cantidad de
dinero. Esto coincidió con que yo el año 83 me decidí, por diversas
circunstancias biográficas, a meterme a la poesía. En esa época me
interesaba lo de Rodrigo Lira, Juan Luis Martínez, Gonzalo Muñoz, y
otra serie de lecturas. Entonces yo dije una cosa muy absurda: "este
es un mundo interesante, que me fascina, me gusta, y yo en Chile no
voy a poder ser cineasta, jamás". Además que estaba muy desencajado
emocional y políticamente, y cuando se produjeron estas revelaciones
generacionales (no en el sentido literario) me decidí a comulgar.
Había que preparar el terreno. Esto sucedió el 83. El 87 se produjo la
propuesta de que hablaba y participé. Yo dije: "voy a participar en
este concurso y lo voy a ganar". Participé y efectivamente lo gané. Lo
más interesante es que el jurado era tremendamente atractivo. Estaba
Jorge Teillier, Humberto Díaz Casanueva, Gonzalo Millán, Jaime Quezada
y Enrique Lihn. Finalmente por razones que desconozco el jurado se
redujo a éstos últimos poetas. Cuando me dijeron que me había ido bien
me sorprendió mucho mi videncia, esta videncia burocrática y estúpida
de decir "yo voy a ganar el concurso". Me acuerdo que me puse equipo
de gimnasia y salí a correr como loco; di una vuelta olímpica
tremenda. Después compré un vino, volví a mi casa y celebré con mis
seres queridos. Tenía mucha distancia y temor con la publicación del
libro, porque me interesaba mucho la materialidad. Afortunadamente la
Editorial Sin Fronteras no lo publicó. En realidad yo noté que la
gente de la editorial estaba a disgusto, que no les gustó mucho el
libro. Decía que afortunadamente no se publicó porque yo quedé muy
"cachudo", me dije "cómo, no puede ser, me ha ido bien, es una prueba
de Dios, enhorabuena, una ordalía totalmente descompuesta". Pasó el
tiempo y el libro me molestaba, me pedía. Bruno Vidal me decía
"vieeejo, no te hagai el leso", Bruno me arrastraba el poncho. La cosa
es que junté la plata y Roberto Merino en una conversación muy
acalorada y lúdica me convenció de que esto de publicarlo era
oportuno. En esa época Merino era un rabino de la Plaza Italia. En
realidad yo estaba coqueteando a la vuelta de la esquina del Olimpo a
la diosa del desamor y del odio parido.
.....
Otra anécdota: un día estaba frente a la Escuela de Derecho y
vi a Enrique Lihn que iba desaforado con un amigo. Yo nunca había
hablado con Lihn, siempre he escabullido el ambiente literario. Le
golpeé el hombro y le digo: "señor". Y entonces Enrique me dice: "no".
Parece que pensó que le iba a pedir una limosna. Entonces yo le dije
"pero, pero, pero". "No, no, no" me dijo. Lo fui siguiendo hasta que
se detuvo, "lo que pasa es que yo gané el concurso de la Editorial Sin
Fronteras", le dije. "Ah" dijo, y nos dimos un abrazo muy bonito, muy
tierno, en que brillaron sus ojos y también los míos. Simpatizamos
inmediatamente con un par de frases acerca de que el estilo no era el
hombre sino la suma de sus incertidumbres. Después volvimos a
conversar el día que me entregaron la plata, el día de la ceremonia de
iniciación, en la Feria del Libro, el poeta me invitó un refrigerio y
el crepúsculo se nos hizo poco.
.....
Esos eran los episodios públicos de este libro que en realidad no es
un libro de poesía en estricto rigor. Más bien lo siento como aquello
que dijo, tal vez en tono de sorna, esa niña que endenantes estaba
aquí, que esto es una declaración de principios. Esto significa que
hay aquí una cuestión ética que me interesa correlacionar con las
diversas estructuras de nuestro país, me interesa averiguar lo que los
marxistas majaderamente, y quizás con cierta razón, llaman lucha de
clases. A mi modesto entender, desde una instancia moral, la poesía es
el vehículo más pertinente para llegar a detonar la verdad, más
todavía si se trata de desactivar todas esas maravillosas mentiras
piadosas que andan por ahí circulando como si nada. Si yo tuviera que
plantear poéticamente lo que han sido los últimos tiempos en nuestro
país... mira, todo parte por decir una fecha arbitraria: cuando el
Padre Hurtado se pregunto si Chile era o no un país católico. Esta
pregunta fue muy buena, muy buena porque va a ser eterna por los
siglos de los siglos. Te das cuenta tú, ahí empezó todo. Esta pregunta
abre la historia de Chile de manera inmediata. Mi propuesta poética
es, lisa y llanamente, tratar de darle una respuesta a esta pregunta.
Esta es una tarea harto difícil, quizás imposible, porque no son las
palabras donde está cifrada la respuesta a esa pregunta del Padre
Hurtado. Sencillamente son los hechos bíblicos los que van dando
santidad al Padre Hurtado.
..... Respecto del General Pinochet yo tengo una
relación muy sublime con su emblemática y su "misión cumplida", porque
resulta que yo empecé el 11 de Septiembre a luchar contra Pinochet,
pero cuando él deja de ser el jefe supremo yo terminé gritando
"Pinochet". El día que se produce la transmisión del mando fui al
Jaque Mate y me quedé en vigilia, me fui después a estar con él y a
acompañarlo. Yo tengo el honor poético, político fundamentalmente, de
ser el último pinochetista. Yo quise ser el último pinochetista.
Ahora, yo quiero advertir una cosa, tengo una admiración moral por
Salvador Allende que no me la quita nadie; creo que es un tipo
fantástico. El hecho de haber sido consecuente es loable. Su
consecuencia revolucionaria y personal es admirable. Sin perjuicio de
esto, creo que Pinochet es un tipo extraordinario, te lo juro por Dios
y por la patria, lo digo de verdad. Una de las personas que está
instalada en la lucidez en Chile es Pinochet, porque él mismo dijo "
yo sé todo lo que pasa aquí" y es así. Un tipo que tiene ese poder es
clarividente. Yo creo que todos queremos a Pinochet, fíjate.
..... Si tú quieres que te hable de mi conversión
religiosa a Pinochet te puedo decir que la poesía tiene que estar
siempre comprometida con la pureza, con lo que es revolucionario, y
Pinochet para mí es un revolucionario. La moral de Pinochet es
intachable. Es difícil encontrar a otra gente con una moral intachable
en Chile. Cuando uno encuentra a alguien así tiene que admirarlo,
tiene que reconocer sus fueros y sus caprichos. Con la virgen en la
ventanilla de Pinochet no sólo se produce la conversión mía -eso sería
demasiado narcisista- sino de todos. En ese momento la convocación
religiosa de Pinochet a la ventanilla inmaculada es muy importante
para tomar partido y esclarecernos con todas las de la ley.
..... Tú me preguntas que opino del gobierno de
Pinochet y si lo distingo de su persona, pero eso sería hablar de
política. Bueno, si quieres que hable de política debo decir que
vivimos en el país de las mil maravillas, viejo, y el reflejo más
exacto de este país de las mil maravillas es el iceberg que no se
derrite ni se derrretira jamás. El iceberg tiene que ver con Alonso de
Ercilla y con todos los toquis. Vivimos en un país estupendo; si
nosotros extrapolamos a Chile en el desconcierto de las naciones
contemporáneas tendríamos que ser muy mal agradecidos para no
reconocer los méritos y los logros del General Pinochet. Te das
cuenta, por otra parte nosotros a la épica latinoamericana aportamos
el ejemplo de Salvador Allende; eso es bonito, es fantástico. Ahora,
malcriados hay en todas partes, hay reinas que andan en
pelotas.
..... Bruno Vidal no es un
seudónimo, es un alter ego. Mi verdadero seudónimo, con el que
participé en el concurso, es Peón Cuatro Rey. Pero obviamente yo no me
puedo presentar "Peón Cuatro Rey", sería una locura. Lo único que
podría esperar de una dama con esa presentación es que me dijera
"enroque". Tal vez esa sea la verdadera ambición literaria mía, que
una musa me diga "enroque". Yo ahí me voy cortado.
..... El lenguaje que se ocupa en el libro es
cierto que es de la índole del CNI. Para saber dónde lo aprendí habría
que leer varios libros de psicología del aprendizaje, pero en un nivel
intuitivo, yo te diría que en el claustro materno. Ahí se aprende ese
lenguaje que es bestial, desenfadado y muy culto. Tienes que ponerte
serio con este lenguaje, impostado, muy alerta, muy inquieto, muy
fascinado con ese lenguaje y al mismo tiempo proponerle un test de
rigor. Ahí está la liberacion. Una digresión: me da susto la
grabación, pero creo que es bueno que se produzca el descubrimiento.
Es verdad ¿dónde aprendí este lenguaje? No lo aprendí, lo internalicé,
lo hemos internalizado demasiado. Entonces, quizás mi proposición es
la exasperación de ese lenguaje para poder descubrirlo de manera
pedagógica. Esto no significa que yo me transforme en un torturador ni
en un victimario, o tal vez sí. Fíjate tú que con esto se produce
comprensión, cosmovisión, una conciencia de sí mismo. El
acontecimiento propuesto por la dictadura y dicha esta expresión
-dictadura- en el más noble de los sentidos, es un abierto desafío a
la poesía después de Parra, después de Lihn. Yo frente a la dictadura
no le puedo decir: "Dictadura ¿cuál es mi residencia en la tierra?".
Pero tampoco me puedo arraigar en un escepticismo insobornable en la
propuesta de Enrique Lihn. No, hay que buscar otros terrenos, es
decir, lo que pasa con la poesía joven es que es demasiado joven.
¡¿Cómo salir del atolladero, viejo, cuando las musas andan con
dificulatdes domésticas porque vivimos en una dictadura?! Esa es la
cuestión. Vivimos esa ordinariez de ser los Hamlet de la literatura
marginal para inmisericordemente agarrar la calavera y jugar, un
partido de fútbol. ¿Cómo mantienes lo sagrado cuando se desacraliza
demasiado? ¿Cuál lucidez invocar? Entonces, uno de los acontecimientos
más excelsos de nuestra patria en el siglo XX es esto que hemos vivido
y uno no se da cuenta. Luego, cuando Pinochet dice que va a celebrar
el 11 de septiembre con 21 cañonazos, ¡qué fantástico! Eso me parece
serio. Estamos en una opereta y un tipo dice "veintiún cañonazos,
dejémonos de opereta"; ese es el gesto del director de cena que pone
en interdicción todo ese background chabacano y miserable de los
intelectuales orgánicos, de esa transición donde esos mal informados
no tienen el coraje de aceptar de buen grado la patria y potestad de
mi general.
..... ¿Te gustaría que te
criticara Valente? No, por una razón sencilla: Valente no puede
criticar este libro. Me parece un excelente crítico; creo mucho en él,
comulgo con muchas de sus ideas de crítica literaria. Yo no me siento
dolido porque no me haya criticado. No me había planteado el cómo me
criticaría Valente, pero mi intuición es que a él le gusta mi libro
porque una de mis proposiciones más intensas es proponer un
cristianismo, un cristianismo negro, pero sí un cristianismo. Si un
tipo tiene la inteligencia minimamente crítica y de sacerdote,
obviamente se tiene que sentir concernido por una propuesta de esta
naturaleza: un cristianismo negro, transgresor. Para entender lo que
suscita Valente en los escritores hay que volver a Pinochet. El
problema de Pinochet y de Valente no son ellos, el problema está en
otra parte.
..... Para entender esto del
cristianismo negro hay que indicar que el cristianismo puede vivirse
de muchas maneras según las órdenes. Yo quizás quiero fundar una
orden. Los sacramentos, los cantos gregorianos y los caminos a Roma
son los mismos, son iluminadores comunes, pero tú los vas vivir con tu
sacerdocio, con tu biografía, con tus avatares, con tus homilías. Por
ejemplo, yo me he arrodillado una sola vez en un confesionario, pero
me he confesado mil veces; me quedo parado en la calle y me confieso,
o cuando pasa un ciego me persigno porque quizás nos está mirando a
todos. Quizás sea un Cristo de poca monta que se quiere pasar de
listo. Lo más decisivo del cristianismo negro es negar la santísima
trinidad con tutti; no es sátira, ni sarcasmo, ni blasfemia, es lisa y
llanamente la obscenidad de la vía dolorosa con la conciencia de que
no está salvando a nadie, ni a Ratzinger. Eso complica el panorama de
Dios en Gólgota de última categoría. ¿Qué más puedo decir? De verdad
el tema es espinoso y no libre de excomunión, no me cabe la menor
duda. ¿Qué cantinela puede redimirme?
..... Mi libro ha tratado de ser una especie de
testimonio de estos años difíciles para Chile, sin ser algo
panfletario ni olvidarse de la inteligencia poética. Mi ambición sería
que gente como nosotros, interesados en el arte y la poesía, en 50
años más al preguntarse qué hicieron nuestros antepasados poéticos
respecto de lo que acaeció, es decir, qué es lo poéticamente
correlativo al informe Rettig, encuentre un Bruno Vidal que vio tal
cosa desde un clima poético, desde una instancia ambigua, en fin, con
todos los atributos de lo que puede ser un documento poético o una
declaración de principios a ultranza.
..... Antes de responderte si he tenido o no una
mujer me gustaría que cerraras la puerta de la cocina. Han habido
mujeres en mi vida, mujeres muy buenas. Esto entronca con el tema del
cigarro porque creo que los poetas, hablando en serio, siempre están
enamorados de la mujer ideal. Las mujeres de carne y hueso son
material desechable. El cine es prodigioso de mujeres ideales. Uno ama
el cine porque ama lo ideal, porque ama a las mujeres. Por de pronto,
la tontera de amar las tetas, hay muchos hombres que aman a la Sofía
Loren por razones obvias. Decía que esto entronca con el tema del
cigarro. Pienso en una película como Sin Aliento donde el tipo al
final sigue fumando en la agonía y ella no sabe lo que es el vicio.
Pero él le está diciendo que es una mierda en el fondo. Esto nos
remite al tema de la misoginia. Para ser poeta hay que amar a mujeres
ideales. Otra manera de ser radicalmente misógino es ver un documental
donde aparece la Marilyn cantando el cumpleaños feliz a Kennedy. Al
ver esto uno se da cuenta que el asesinato de Kennedy está totalmente
explicado: en la manera como la Marilyn le canta el cumpleaños
feliz.
..... Yo creo que Jaime (Guzmán)
tenía un problema radical con el Espíritu Santo. Jaime fue un hombre
de una gran epiritualidad, de un gran compromiso con la vida. Era un
enamorado de la vida al grado tal de enfrentarse a las huestes de la
ignominia más grande que ha tenido Chile: el marxismo. Jaime dio la
vida por la patria y es uno de los padres de la patria y eso va a ser
reconocido en unos cincuenta años más. Digo "Jaime" porque está
muerto; cuando un hombre como él está muerto y un hombre como yo estoy
vivo, no hay otras maneras de tratarnos.
..... Mi problema con el marxismo es que es muy cultural, muy
intelectual, encierra muchas verdades. "No es la conciencia de los
hombres la que determina su ser, su ser social determina su
conciencia"; esta es una verdad marxista que nadie puede negar. Pero
hay que pensar que el marxismo logró arrastre en el eslabón más débil
del capitalismo (estoy para fraseando a Lenin). El eslabón más débil
era el zar. La mecha no se encendió en Alemania, no se logro allí
alcanzar el poder total. El marxismo es una ignominia porque niega la
existencia de Dios, es la lucha de clases. Es el caldo de cultivo de
los resentimientos: sociales, psicológicos y esquizofrénicos. En
cambio el surrealismo, por decir algo que ya está en el museo, es otra
cosa, es un divertimento de muchachos neuróticos. Pero yo no sé porque
tanta preocupción por el marxismo. No nos pongamos perversos, ni
pobres gentes, si me preguntaras cuáles son las grutas del capitalismo
salvaje, yo te respondería con un entusiasmo de encíclica, pero
preocuparnos del marxismo es como caer en las disquisiciones de los
ultramontanos. Hablar de eso ya no se estila.
..... Yo fui "antidictadura" hasta el año 1986
cuando se produce el atentado a mi general. En ese momento Pinochet se
transformó en un verdadero lider de lo que es la historia política de
Chile en términos definitivos. Yo pensé mucho, y para decirlo en forma
literal, casi literariamente, ese día yo decidí rearmar la motocicleta
de los carabineros que iban anunciando el paso de Pinochet. Soy uno de
los subrogados del motociclismo y estoy verdaderamente entusiasmado en
abrirle el paso a Pinochet por las grandes alamedas. Y en eso estoy:
una tarea política, poética, cultural; una tarea en que los términos
metafísicos realmente se comprenden. Las pancartas están escritas en
alemán citando a Heidegger en los que vitorean a Pinochet. Vuelvo a
insistir en que el iceberg no se derrite ni se derretirá. El iceberg
es el mejor emblema de la parte blanca de la bandera de Chile. Pero lo
que muestra nuestro emblema nacional de Chile no es una película en
blanco y negro, es un película tricolor. Entonces yo creo que tenemos
que respetar a los padres de la patria que son: O´Higgins, irlandes;
Rodríguez, abogado; Carrera, rebelde sin causa. Pero también están los
padres de la patria contemporáneos: Jaime Guzmán, el gran
constitucionalista; Pinochet, el hombre de armas. En fin, así se va
construyendo la idiosincracia nacional.
..... No quiero que haya en estas líneas de
espontaneidad discursiva la idea de que yo estoy hablando entre
líneas. No, eso no es así. Yo simplemnte trato de construir una línea
imaginaria. Los verdaderos poetas o los verdaderos lectores atentos
son los capaces de trazar la línea imaginaria que atraviesa el corazón
ardiente de la página en blanco. Así es posible cualquier literatura
digna de sí misma y de la posteridad. Hay que decirlo: la dictadura es
una página en blanco. La dictadura literal ha permitido cultivar el
humor negro. Una vez estaba en una reunión del comité central del
Partido Comunista y mientras el secretario general leía en pleno, yo
lo interrumpí y dije que la dictadura era un chiste cruel; resulta que
la mitad de la militancia me aplaudió; se retiraron del debate. ¿Cómo
se explica en términos marxistas una cosa así? Por eso que en el
electorado el comunismo es minoría.
..... Si hoy predomina el capitalismo salvaje, la
propuesta responsable de la poesía insurgente, de ruptura y
transgresora es acuñar el término que suprima y deroga el capitalismo
salvaje. Es un problema de palabras, como siempre ha sido el progreso
humano. Hoy no existen los destacamentos de vanguardia necesarios para
una propuesta nueva, revolucionaria, progresista y mucho más preparada
que este salvajismo que hoy día impera. El estado de barbarie en que
estamos es tal, que, si uno quiere ser un poeta de verdad no puede
decir que es un hombre demasiado frágil; tiene que afirmar
rotundamente que es un sabio, que es radical. Y ser radical significa
resolver el problema por la raíz ¿Cómo en la actual situación poética
chilena se puede resolver el problema de raíz si nos dedicamos a
traducir a Shakespeare? No tiene sentido.
..... Si me estuviera entrevistando la revista
Cosas y me preguntara si yo pretendo ser más Maquieira que Maquieira
yo diría abiertamente "sí". Si me lo pregunta una revista de
literatura yo respondería "y quién es Maquieira". Si me lo preguntara
el New York Time yo diría "no me interrogue, no me insulte, yo soy yo;
divulgue la noticia rápidamente para que se agote la edición". No
tengo más que decir. Ahora, como es una entrevista grabada, me permito
una insolencia (aplaude), un aplauso grabado. Desde un punto de vista
estrictamente literario, en la pléyade de los poetas chilenos, yo me
siento muy cercano a poetas como Rodrigo Lira, Diego Maquieira y a
Elvira Hernández en su obra La Bandera de Chile. Respecto de
Zurita, prefiero el de la revista Manuscritos, no el de
Editorial Universitaria; desde luego a este pelmazo no perdono ser
agregado cultural de este gobierno en la Santa Sede, eso no tiene
nombre. Pero la posición mía es otra, totalmente distinta. La posición
mía es el derecho anglosajón, o sea, las costumbres, el
conservadurismo, y una cierta comprensión por los malditos irlandeses
que siempre fastidian.
..... Me
interesa, para ser negligente con mis palabas, el amor a la sabiduría,
me interesan los desembarcos en las cabezas de playa, la batalla que
dieron los héroes de la Concepción las proezas del Buin. Me interesa
Arturo Prat: era abogado y era marino. A los poetas a lo mejor lo
único que les interesa son las tetitas de la mamá, pero van a
responder que les interesa todo. En el fondo la vida de un poeta es
muy sencilla. Me interesaron mucho las tetas de la mamá pero eso ya se
olvidó, ya no son las mismas tetas ni los mismos encajes. Hay que
enfrentar la muerte con la máscara que te has forjado en la soledd
abyecta del miserere.
..... Mi mamá está
viva; ella no comprende mi poesía; ella es una mujer que llegó a la
sexta primaria y diría que mi madre es una mujer primaria, no puede ir
más allá de la imagen. Dicen que madre hay una sola, o ninguna, porque
cuando alguien se atreve a la intentona de ser poeta la primera
cuestión es pensar que no hay ninguna madre de por medio. Un poeta no
puede llegar a la poesía con el aval de la mamá, es imposible. El
Edipo tiene que salir solito a tirotear al esbirro de la tragedia.
Tiene que llegar convertido en una musa original. Si el poeta hace
valer a la mamá queda fuera de acción.
..... Nombrar las cosas por su nombre es valioso
en sí. Sí, hay una alusión a ciertos estratos sociales con sus señas,
índices, características, lenguajes, complicidades. Y si bien es
cierto que menciono a los Undurraga, a los Alessandri, a los
Echeñique, también es cierto que hablo de la Peni, o de la Pincoya, o
de que a fulana de tal no le gustaba correr por la pista de guano, una
expresión muy violenta. Hablar de eso es un lenguaje muy rico en lo
que de devastador es. Correr por la pista de guano es muy jodido, pero
muy atractivo poéticamente. Entonces, nombrar las cosas por su nombre
tiene la gracia de lograr la intertextualidad racial o de clase. Se
trata de citar con claridad y precisión, sin ambages, a los actores de
la escena social, con nombres y apellidos. ¿Cuál es la identidad
primaria? El nombre propio y el apellido.
..... La situación actual es tremendamente
provocativa para el poeta, pero también es tremendamente opresiva,
porque las voces de la poesía chilena son muy fuertes. Hay voces
demasiado altas. Entonces, ¿cómo tener la osadía de decir algo que sea
medianamente decente?, es muy difícil. Enrique Lihn es un ejemplo
fascinante de cómo configurar una proposición original con materiales
demasiado opresivos en una tarea creativa, léase la emergencia de
Parra y todo ese imperialismo poético de Neruda. Entonces, ser poeta
en Chile es como hacer un curso de magister y luego destronar al
maestro, al maestro de ceremonias. Se ha citado a Diego Maquieira. Yo
te digo, a mí me parece una voz muy fina, una voz my delineada.
Cualquier enunciación actual tiene que considerarlo para no caer en el
juego mimético, en el parafraseo, en la imitación bastarda. Dios
quiera que el poeta Maquieira mantenga la línea y no deje botado el
portaviones de los Reyes Católicos en la rada de Valparaíso. Ahora
bien, yo te digo que una de las condiciones históricas más atractivas
es lo que se vivió en el último tiempo, porque ha generado muchas
instancias de creación, de propuestas, de originalidad, es cosa de
inspirarse y apostarlo todo. Es notable que tengamos el arrastre de
los premios nobeles, porque así estamos destinados a seguir siendo los
desconocidos de siempre.
..... "Las
palabras son inocentes". Lo propongo como epígrafe de esta
conversación febril. Porque obviamente nunca me tragué la idea de una
entrevista. Podríamos incluso aventurar una definición de conversación
febril. Ésta está dada, en primer lugar, por un ritmo sincopado en que
las diversas melodías se conjugan unas con otras en una partitura de
silencios, contrasentidos y complicidades. Hemos participado en un
buen concierto de jazz melódico, un jazz triste, un jazz de esos que
uno siempre quisiera aspirar, un jazz de Boston, un jazz cercano al
blues. Entonces,cuando uno está pensando en el blues, está
dificilmente congestionado en las vías más tradicionales de lo oculto
y de lo popular y de lo tribal, fundamentalmente de esto último. Mal
que mal se ha dicho siempre en forma majadera que el poeta es la voz
de la tribu. Yo niego esa frase, porque ya está bueno de que el poeta
se vanaglorie de ser el portaestandarte de la cultura. El poeta, de
una vez por todas, tiene que transformarse en una voz cantante de la
propia melodía sin esperar nada, nada, nada; simplemente escribir,
escribir, escribir, hasta el cansancio, sin puntuaciones, sin versos
libre, sin claudicaciones, sino, digo de manera muy altanera, el poeta
tiene que dedicarse a escribir con la frente en alto dejando los
prejuicios de lado, ¡no!, sino que retomando los prejuicios para crear
otros prejuicios: los prejuicios de la pureza, los prejuicios de la
osadía, de la impostación, los prejuicios de una cultura diletante, de
una lucha revolucionaria en que no hay ningún limite y un negar
absolutamente a los lectores. Curioso, paradojal, un poeta que se
propone negar a los lectores. Sí, yo propongo negar al lector. Incluso
en mi libro yo hablo del "lector atento", pero me equivoco. La mayor
equivocación fue escribir el libro: ¿cómo no haber tenido la valentía
de mantenerme en silencio? ¿por qué soy tributario de nuevas
escrituras? ¿por qué soy esclavo de un nuevo libro? ¿por qué esta
conversación febril? Vaya, qué preguntas. No tengo remedio, no tengo
otra alternativa que deleitarme en buscar las palabras justas para
aparecer bien en esta escena. Pero no por malas artes, no porque el
actor esté acostumbrado a otra actuación más, sino que yo hoy día me
siento que he tomado un descanso. ¿Por qué? porque han venido mis
amigos íntimos a decirme "querido descansa, hoy es día de camarines".
Y aquí estoy, en mi tocador, con mis maquillajes, con mi certidumbre,
y con ese público que no es el público de las primeras butacas, sino
que es aquel público que se ha atrevido a llegar después de haber
estado en las butacas más miserables de las galerías. Eso es bueno,
que vengan, que logren detenerme y me digan "descansa".