Hacia las Cartas de Violeta
Parra
EL
LIBRO MAYOR DE VIOLETA PARRA
Isabel Parra, Meridion,
1985, 221 páginas
por Luis
Vargas Saavedra
..... Con este libro se llega a conocerla
mejor. Pero no del todo. Leemos sus cartas, poemas y entrevistas.
Divisamos su cara y sus arpilleras y sus gredas. Pero el enigma no se
devela. ¿Cómo era realmente Violeta Parra? ¿Por qué se mató? ¿Quién
era el suizo Gilbert, a quien escribe cartas de
enamorada?
..... Se han
reunido fotos dispersas, se han escogido declaraciones de sus hijos,
se han copiado poemas de su hermano Nicanor, se han puesto recortes de
artículos, bibliografías y antologías, pero nadie ha aclarado -porque
tal vez esto no pueda ser dilucidado- por qué tantas cartas se van
flechadas a un hombre que aquí se queda como reacio y por allí casi
culpable.
..... A deducir
nos pone el libro. Se deduce que antes que sus hijos, estaba el canto,
lo cual es como decir que para Violeta Parra, el arte lo eclipsaba
todo. De allí el abandono del hogar, el descuido de los hijos, las
casas saqueadas. Pues, dentro del arte estaban las muestras,
exhibiciones, recitales y traslados, todo el precio de la trashumancia
que empobreció al hogar.
..... Declara
Angel Parra: "...ella nunca dudó de que lo que hacía era genial,
importante, único. La Violeta que lavaba su ropa en plena amanecida de
invierno, es la misma que expuso sus tapices en el Palacio del
Louvre..." (pág. 117). Entonces uno imagina la tremenda egolatría que
tantos o casi todos los creadores necesitan para no cejar en su
empeño. Es entonces cuando Violeta Parra se humaniza en cuanto más...
monstruo se vuelve. Sagrado monstruo, artista que hace de su arte una
fogata donde lanza a arder mundo y criaturas; y cuando flaquea la
llamarada, se arroja ella misma sobre el humo. ¿Por eso el balazo en
la carpa?
.....
Tipográficamente el libro
no es muy donoso que digamos: hay un exceso de diferencias en los
tipos de letras y hay páginas excesivamente densas de láminas y texto,
con abigarramiento visual. Su prólogo picotea sin abrir a fondo nada.
Pero todo ello es "hilachas sobre el poncho", porque aunque las fotos
estén mal reproducidas, aun así insinúan una personalidad a la vez
recia y frágil. Más aún, Violeta Parra habla a través de sus cartas
que embellecen este feucho libro. Habría que reunirlas enteramente y
cumplir con ellas el definitivo libro del que éste es el mero esbozo,
el simple tanteo.
..... La hermana
de todo un Nicanor Parra no se le queda a la zaga en aciertos
verbales, incluso a ratos, siendo más emotiva, lo aventaja. Es tamaña
la urgencia expresiva, que verso o prosa saltan zapateándole el
corazón. Y como lo que le urgía decir es congoja o júbilo, no tiene
interés en alambiquear sus palabras. Al revés del ingeniosísimo de su
hermano, que faena el poema como un slogan o grafitti en el que no
sobra ni falta vocablo; ella arroja, mana y acierta imprevisiblemente:
"Soy tuya hueso por hueso, vena por vena, pelo por pelo"; "Yo entiendo
que las cartas deben ser para atornillar la relación humana...";
"Gente que juega con la sagrada cama. Mujeres negativas que se mueren
contando historias de amor, mujeres que van de cama en cama,
obsesionadas por el sexo"; "600 kms., Gilbert, no es nada cuando no se
traiciona. Pero cuando sí, una cuadra es mucho"; "Yo no tengo siquiera
ni el cabello que dejas en el peine caído"; "¿Te imaginas el día que
te vea? / van a brillar la ampolletas / y en la profundidad de los
silencios / vamos a sepultar toda conversa"; "Un abrazo apretado para
cada uno, de la novia frustrada, que llora cantando, que borda sus
pesares y pinta sus tropezones".
.....
Así como Nicanor Parra convence intelectualmente, Violeta Parra
emociona cálidamente. En ella no hay búsqueda sino hallazgo -o no hay
huella de cacería, sólo trofeos- tampoco alardes, jamás jactancia;
siempre convite y disfrute: "Yo creo que todo artista debe aspirar a
tener como meta el fundirse; el fundir su trabajo con el contacto
directo con el público. Me conformo con mantener la carpa y trabajar
esta vez con elementos vivos, con el público cerquita de mí, al cual
yo puedo sentir, tocar, hablar e incorporar a mi alma" (pág.
140).
.....
Ante este caso de una
artista reconocida, si no por todos, por algunos; cabe suponer que su
triunfo no llegó a las cifras de los Beatles o de Madonna, porque
indeclinablemente ella era una cabal antiburguesa, y tanto, que ni sus
hijos podían acompañarla en su desprecio hasta de las comodidades más
nimias. Persona dispuesta a irse a vivir a o sioux en una carpa sobre
la tierra apisonada, no puede ser hecha mercadería para el consumo del
que hoy la escucha en su mejor "componente", en casa y con auto y
trago.
.....
Conventillera que rechazaba al musicólogo por "pituco" y al mecenas
por "futre", no podía ser auxiliada sino por los impudientes que sólo
folclor y cariño tenían para otorgarle. Clasista al revés, por
indómita fue repelida, por no transar tuvo que
eliminarse.
..... Léase este
libro, amateur y tosco, desgarbado acaso según el desgarbo de ella
misma, pero apréciese el testimonio de su soledad, de su estoicismo y
de su dedicación a Chile. ¡Que hayamos tenido esta artista que fue
como un Van Gogh de la guitarra, y no supiéramos apadrinarla para que
nos amadrinara! porque ( juego de palabras aparte ) de eso se trataba:
de darle para que nos diera sensibilidad.
..... Lo que hace el alma para el cuerpo, eso hace el
artista para su pueblo. Y cuanto más, cuando el artista es
pueblo.
en El
Mercurio. Suplemento 2 de diciembre de 1990.