El ganador del Premio
Biblioteca Breve, de Seix Barral, por su novela La burla del tiempo,
conversó con Vivian Lavín y Mario Valdovinos sobre la
ausencia de denuncia política y de tesis en este exitoso libro
de "tinte autobiográfico", en el que se cuela también
la candidez y la improvisación de todos los sectores políticos
frente a la dictadura.
En el programa también
se dio a conocer el nombre del ganador del mes del Concurso "Cuentos
de copas", certamen que seguirá premiando los mejores
relatos de los auditores hasta fines de año. El premio al mejor
cuento fue para Bocón, de Felipe Bennett.
Mauricio
Electorat dice que la novela La burla del tiempo -ganadora
del Premio Biblioteca Breve 2004, de Seix Barral- es un intento de
recuperar su pasado, sin ira, con mucho sentido del humor. "No
tiene ni siquiera resentimiento", expresa, aludiendo a un encuentro
del protagonista con un compañero que había hecho las
veces de verdugo, y con quien, en el fondo, hay más cosas que
los unen que las que los separan.
Pablo Riutort, el personaje central, es el mismo Electorat, y en el
libro, sin duda, está la mirada del joven que fue. "Creo
que algo que remece, como es la muerte de una madre, te remite a tu
pasado y la memoria vinculada a mi madre es una memoria vinculada
a Chile", señala, refiriéndose a la carta que recibe
desde Chile y en la que se le comunica su fallecimiento.
Y es una carta, también, la que hace que su memoria recree
el momento de la acusación que le hace el rector de la época,
el general de caballería Agustín Toro Dávila,
de tirar sal y mostaza a un profesor acusado de soplón, y,
además, de propender a su linchamiento.
Esa carta, dice, le abrió las compuertas del pasado para que
comenzara a tomar forma esta novela que él califica "de
tinte autobiográfico, sin ser una autobiografía".
El es el mismo Pablo Riutort, el protagonista que también es
acusado por los representantes de la dictadura en la universidad.
Pero ni este elemento del pasado tiene atisbos de denuncia política
en el corpus de La burla del tiempo. Más bien está
la constatación de lo que él llama "la candidez
y la improvisación total".
Cree que en "aquella época nadie tenía idea sobre
qué es lo que había que hacer". Y eso se puede
aplicar, señala, a todos los partidos políticos por
igual. "Pienso que la famosa resistencia chilena es un mito literario;
la realidad era mucho más prosaica, nadie sabía qué
hacer ni cómo", reflexiona.
Literatura
chilena desde París
Mauricio Electorat vive desde 1981 fuera de Chile. Afincado en París,
dice que su materia sigue estando en Chile, así como Argentina
estuvo tan presente en la literatura de Julio Cortázar, habitante
empedernido de la "ciudad-luz", o como sigue México
atravesando la obra de Carlos Fuentes y Perú la de Mario Vargas
Llosa.
"No hay nada nuevo en esto. Escribo desde París sobre
Chile y para Chile". Y con la ventaja, agrega, de ser allá
un ser anónimo, transparente, a la intemperie, sin el paraguas
de los afectos, de lo conocido, lo que le da mayor libertad para escribir.
"Esa distancia es muy estimulante, porque te permite mirar lo
tuyo de otra forma".
Sobre la Nueva Narrativa , de la que él mismo forma parte,
dice que queda "harto poco" y que sigue creyendo que en
Chile la poesía es más interesante que la narrativa,
con extraordinarios representantes como Jorge Teillier, Enrique Lihn,
Nicanor Parra y Gonzalo Rojas.
"Un buen poema vale mil novelas". Esta frase, dice, es una
verdad insoslayable, pues la poesía, como lo expresa tan bien
Gonzalo Rojas, es "el arte mayor".
El mismo escribió poesía, pero, dice, "la poesía
me dejó a mí, yo no la dejé". Agrega que
para escribir versos hay que estar de otra manera en el mundo. La
poesía "es respiración, ritmo, silabeo", y
el novelista es un trabajador, un funcionario, al que su oficio le
exige mucho esfuerzo, constancia y disciplina.
Mauricio Electorat nació en Santiago en 1960. En 1981, luego
de estudiar dos años de Periodismo y Literatura en la Universidad
de Chile, se trasladó a Barcelona, donde se licenció
en Filología Hispánica en la Universidad Central. Ha
publicado los libros de poemas Un buey sobre mi lengua (1987)
y Fuerte mientre lorando (1989). En 1995 apareció su
primera novela, El Paraíso tres veces al día,
que fue distinguida con el Premio del Consejo Nacional del Libro y
la Lectura, y el Premio Municipal de Literatura. También es
autor del volumen de relatos Nunca fui a Tijuana y otros cuentos,
(Santiago, 1999), con el que obtuvo los mismos reconocimientos en
la categoría de cuento. Su obra, presente en múltiples
antologías, lo ubica en un lugar destacado dentro de la narrativa
latinoamericana actual. La burla del tiempo es su segunda novela.
El autor reside en París desde 1987.
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Al finalizar el programa Vuelan las Plumas el escritor recibió
un vino 35 Sur, por gentileza de CCU. Además se regalaron libros
a los auditores, enviados por las editoriales Catalonia, Edebé,
Norma, y el Taller de Libros Había una vez. Se recomendaron
libros de Ril Editores, Ediciones B y Lom Ediciones, todos especialmente
elegidos para celebrar el Día de la Madre.
Nuestro próximo invitado, el miércoles 12 de mayo:
El periodista y escritor Andrés Gómez.
Santiago, 6 de mayo de 2004.