Tan lúcido como los libros que ha escrito : “Un
viaje por mi biblioteca”, “Cien autoras y autores de hoy” y “La
Lucidez del abismo”, Pierre Jacomet conversó junto a Vivian Lavín y
Mario Valdovinos en el programa de literatura de la radio Universidad
de Chile.
Escritor, traductor, músico
y sobre todo lector, Jacomet habló de libros y de vida, anécdotas como
alumno de Jorge Luis Borges e incluso, de su pasada vida como exitoso
empresario.
por Raquel Azocar
Miercoles 19 de Noviembre de 2003
“Leer mucho es
bueno para la democracia -dice Pierre Jacomet - pero puede no
ser tanbueno para un escritor primerizo. Porque ser un
‘poco iletrado’ puede dar osadía para enfrentar la creación, la que le
falta a aquél que por leer mucho, ya sabe que no hay nada nuevo bajo
el sol”. Esta es la razón por la cual el escritor y músico publicó su
primer libro cuando ya pasa la sexta década.
“Todo lo que se
le pueda ocurrir a uno ya fue dicho y un cierto grado de incultura da
temeridad”, dice, con esa sabiduría que a él, más que los libros y la
erudición -que la tiene, y mucha- se la ha dado la vida.
Pierre Jacomet nos ha regalado su lucidez en cada uno de sus
libros, los que empezaron a llegar al público recién en el año 2000,
después que este autor fuera, entre otras cosas, un exitoso
empresario, pianista, traductor, y por sobre todo, amante de los
libros. Y como tal concibió “Un viaje por mi biblioteca”, como
una especie de guía para sus hijos y nietos, guía que ahora ha sido
adoptada como una verdadera “biblia” por muchos jóvenes, quienes son
sus más fervorosos seguidores.
“La sabiduría no
tiene mucho que ver con el conocimiento, sino con la forma de
capitalizar la experiencia de vida- asegura Jacomet-.El sabio está
conforme con lo que tiene y con lo que es; no odia lo que sobra ni
echa de menos lo que no tiene”. La infelicidad, agrega, surge por la
multiplicación de los deseos y no tiene nada que ver con el estatus
económico. Alguien que tiene mucho, siempre aspirará a tener más.
Y cita a Epicuro y a Séneca , quienes ya hablaron de esa
eterna tensión que surge en el hombre que no vive el hoy y está vuelto
hacia el pasado y el futuro, dos espacios que no existen, y que caen
en la nada, para el no creyente, o en la mente de Dios, para los que
creen.
“El futuro es una
opinión”, dice refiriéndose a ese “va a pasar algo, cuando la vida
siempre tiene más imaginación que nosotros”, señala.
GUIA DE VIAJE
“Soy un lector,
antes que nada, y admiro a todos los escritores”, explica, Jacomet
señalando que su elección es intuitiva, basada en el gusto, pues hay
libros que simplemente no le llegan.
Ante la pregunta sobre
qué criterio utilizó para crear este verdadero “cánon” literario
responde: “Ordené a los autores hacia atrás, en forma cronológica,
desde el presente al pasado, eligiendo los que más me gustaron”. Y da
algunas recomendaciones, como por ejemplo, evitar leer las críticas o
comentarios de un libro antes de leer el propio libro. “Los críticos
tienen una formación académica y se plantean de una manera
profesional”, dice, agregando que en nuestro país hay muy buenos
críticos literarios, “pero cuando uno los lee, queda desalentado”. Por
eso, la mejor política es ir directo al objetivo, enfatiza: El libro
que tenemos entre manos.
Era la postura de su maestro, Jorge Luis
Borges, a cuyas clases asistió en Buenos Aires. ”No lean nunca un
comentario, sólo escriban”, les decía en esas clases maravillosas,
verdaderas obras de arte de oratoria, recuerda.
Pierre Jacomet también
tiene su posición bien definida frente a las traducciones. Concuerda
con el “tradutore, traditore”, porque, “un idioma no puede evocar las
mismas imágenes que otro; es como tocar la Novena Sinfonía en
acordeón”. Pero así como Rilke no es lo mismo en alemán que en
español, también hay traducciones que han superado al original, como
Las Palmeras Salvajes, de William Faulkner, traducido por
Borges, o libros que se leen mejor en otro idioma, como Las
Crónicas Marcianas, que son mejores en español que en inglés”,
asegura.
Y Jacomet sabe de idiomas. Aprendió a leer –en
castellano y en francés-, a los 4 años y a los 6 ya dominaba el
inglés.
Por eso cree firmemente en el “traductor, traidor”, en
el caso de las traducciones de Milan Kundera al español, totalmente
dañadas, frente a las traducciones francesas, que, según dice, “son
una maravilla”.
También recordó, junto a los conductores, las
excelentes traducciones realizadas por escritores como Cortázar, Pablo
Neruda, Nicanor Parra., de autores como Whitman, Kafka,
Shakespeare.
Leer, dice Jacomet, “es como un viaje”. Y él tiene
su método para viajar por las páginas impresas. Aunque sólo se deja
llevar por la intuición y por el gusto, cada cita del autor le
señalará un nuevo viaje. Irá al autor citado y leerá los libros, una
forma de abarcar el universo al que se quiso apuntar, y de cotejar el
punto de vista del escritor que ha querido traer a colación algo dicho
en otra parte, por otro creador.
De libro en libro, Jacomet
tiene muy claro que el letrado podrá tener sus bemoles –como ser
tímido para lanzarse a escribir- pero a él no le contarán cuentos
.
“Los medios
visuales pueden manipular con mucha facilidad la opinión iletrada,
porque se cree que todo ocurre por primera vez. Pero la política, las
instituciones, ya estaban en Egipto, en Sumeria, en Roma; la rueda de
la historia es siempre la misma: éxito, desmesura, colapso”.
Cuando comienza a surgir el sarcasmo, dice– un Woody Allen, un
Oscar Wilde, un Voltaire, un Rabalais, un Quijote- viene la decadencia
del imperio. “Si todos leyeran, habría democracia, peor nunca
imperio”, reflexiona.
LUZ TRAS LA OSCURIDAD
En su último
libro, “La lucidez del abismo”, Pierre Jacomet deja un poco la
guía por las páginas impresas para explayarse en lo que nos puede
regalar a borbotones: Su lucidez, su experiencia de vida.
“Creo
que hay que penetrar en lo más profundo de uno mismo, hay que ir al
lado oscuro, llegar a conocernos y a perdonarnos, asumirnos, para
desde allí lograr la luz”, señala. “Mientras no nos conocemos,
actuamos sin lucidez, a ciegas; hay luz en el fondo de la quebrada,
pero hay que bajar al infierno para subir al paraíso”.
Su libro
quiere ser esperanzador, especialmente para la juventud. “Ellos
enfrentan un mundo terrible y están asustados, por eso busco la forma
de entregarles esta esperanza, aunque a veces es difícil”, dice.
Por eso distingue muy bien entre los agoreros, los que hablan de
todas las catástrofes –“porque ellos están hablando del imperio”-, y
los lúcidos, aquellos que pueden dar señales de la luz que podemos
alcanzar.
La pluma de Jacomet recién está comenzando a trabajar.
Ya prepara un Anecdotario, con las mil y una peripecias de su vida.
Una vida en que ha habido grandes transacciones internacionales, hasta
el secuestro propio y el de familiares directos. Y tan sorprendentes
como el encuentro con la anciana de 84 años que, después de una muy
buena propuesta y de pensarlo un poco, se negó a venderle una
financiera en Nueva York. Sus razones: “La financiera me da demasiados
problemas, si la vendo empezaré a inventármelos, y me moriré más
luego”.
Pierre Jacomet también habló del mundo griego, de su
democracia selectiva, y de la sexualidad “regulada”, porque el término
“homosexualidad” sólo existe desde el siglo XIX.
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* *
En
el Programa “Vuelan las Plumas” también se presentó el libro del
periodista y escritor Juan Pablo Meneses, autor de “Equipaje
de mano”. Son diez historias, diez viajes, dice, como los que él
mismo ha estado haciendo y que vive como “una condena”, sintiéndose
siempre como un extranjero. “Al final, dice resignado, todas las
ciudades son iguales”.
En el Programa
también se mencionó el lanzamiento del número 10 de la revista
Casagrande, iniciativa del colectivo de jóvenes que ha
organizado los “bombardeos” poéticos en La Moneda, en la ciudad de
Dubrovnik, y que se repetirán el próximo año en Hiroshima. Este número
–con mensajes de niños y y habitantes de todo el país-, es el que
llevará el astronauta chileno Klaus von Storch en la nave Soyuz TMA2
hacia la Biblioteca Espacial Internacional.
Los conductores
del Programa, Vivian Lavín y Mario Valdovinos, invitaron nuevamente a
los auditores a seguir participando en la última etapa del “Concurso
de Novela Vuelan las Plumas 2003”, que se definirá ya el próximo
miércoles 26 de noviembre.. Los auditores pueden votar en la página
web www.radio.uchile.cl, o en el teléfono 2641712.
También se
mencionó a los portales amigos, Consejodelacultura.cl, Letras. S5.com,
y Sepiensa.cl, con los cuales se seguirá trabajando por los libros y
la literatura.