Víctor
Montoya entre la política y la literatura
Por
Luis Rumbaut
(Editor del periódico
Metrópolis en Washington)
El
escritor boliviano Víctor Montoya*, radicado en Estocolmo desde 1977, rememora
su forzado exilio, habla sobre la vida en Suecia y reflexiona en torno a su prolífica
obra literaria. Escribió su primer libro de testimonios en la cárcel,
durante la dictadura militar de Hugo Banzer Suárez.
-¿En
qué parte y tiempo de Bolivia naciste y creciste?
-Nací
en la ciudad de La Paz, el mismo día en que se celebra el Año Nuevo
aymara. Sin embargo, desde mi más tierna infancia, crecí y me eduqué
en las poblaciones mineras del norte de Potosí.
-¿Cuándo
y cómo decidiste que serías escritor?
-No fue una
decisión consciente, sino hasta que comprendí que escribía
mucho más por una necesidad existencial, que por asumir una pose intelectual.
Empecé escribiendo en la escuela secundaria, en una pequeña revista
editada por el Centro de Estudiantes. Esta mi inquietud -o quizás vocación-se
reafirmó cuando, al cabo de cumplir dieciocho años, fui encarcelado
por la dictadura militar de Hugo Banzer Suárez. Fue allí, en un
rincón de mi celda, donde escribí mi primer libro de testimonio
"Huelga y represión".
-Saliste
al exilio en 1977. ¿Qué te impulsó a salir?
-En
realidad salí al exilio gracias a una campaña de Amnistía
Internacional, que me adoptó como uno de sus presos de conciencia. Lo cierto
es que no salí voluntariamente, sino obligado por las circunstancias, pero
con el firme propósito de volver a ingresar en el país clandestinamente;
un hecho que, empero, no se concretó debido a diversas razones difíciles
de explicar de manera breve.
-¿Cómo
sopesas la influencia en tus escritos de tu vida personal desde niño versus
la influencia de la sociedad más amplia?
-Un escritor, como
cualquier individuo, es la hechura de sus experiencias personales y las influencias
del entorno social. Por eso mismo, la vida de un autor, de un modo consciente
o inconsciente, se refleja en su obra. No en vano se advierte: "Dime qué
escribes y te diré quién eres". En mi caso, por darte un ejemplo,
las vivencias de mi infancia, junto al hilo sutil de la imaginación y el
compromiso social, han sido fundamentales a la hora de concebir las ideas y escribir
mis libros, salvo en los ensayos que son de carácter más técnico
y menos intimistas.
-¿Cómo te ves
en ese país de nieves blancas y noches largas, de cosas ordenadas, sensatas,
y prácticas, y del bienestar común, lejos de las imágenes
y los conflictos alucinantes de Latinoamérica?
-Me veo como
cualquier latinoamericano de los años 70, que, tras el advenimiento de
los regímenes autoritarios en el Cono Sur, fue acogido con los brazos abiertos
por la solidaridad de los suecos, quienes, por entonces, estaban identificados
plenamente con los movimientos de liberación en el llamado Tercer Mundo.
De modo que no tuve demasiado tiempo para reflexionar en la abundante nieve ni
en las noches largas del invierno escandinavo. Pero eso sí, lo que más
me llamó la atención fue el bienestar colectivo y el consumismo
impresionante. No lograba entender cómo un país, ubicado en el techo
del mundo, podía ser tan rico siendo tan pequeño en comparación
con cualquier país latinoamericano. En Suecia, por otro lado, los conflictos
sociales eran -y siguen siendo-menos beligerantes que los que se viven en América
Latina, donde las diferencias sociales, raciales y sexuales están más
polarizadas.
-¿Qué podemos aprender
de Suecia y los países nórdicos?
-El buen manejo de
las normas de la democracia formal, el respeto a los Derechos Humanos y la tolerancia
con las diferentes ideologías y los credos. Asimismo, podemos aprender
que es posible una sociedad multicultural, donde se puede convivir armónicamente
a pesar de las diferencias.
-Anteriormente este
año encontramos en Internet la proclama de un militar boliviano, de esos
que se ofrecen a liderar la lucha armada contra los bárbaros y comunistas
que acechan siempre al país y al mundo civilizado, y que en la primera
oración tildaba al nuevo presidente Morales de "aborigen semianalfabeto."
¿Son cosas de Bolivia, de un sur atascado en la colonia?
-En
la historia de la humanidad nunca han faltado los militares y civiles insensatos,
cuyas bravatas proyectan sus instintos más gregarios, poniendo en juego
los principios más elementales de la democracia y el Estado de derecho.
No cabe duda que Evo Morales, a diferencia de los presidentes criollos que ostentó
Bolivia, es un gobierno de consenso, el auténtico representante de una
nación mayoritariamente indígena. Es el primer mandatario que se
propone refundar la república y rescribir una constitución más
acorde con la realidad nacional y con los intereses de las mayorías. Su
lucha es legítima como legítima es su defensa de los recursos naturales.
Su elección a la presidencia no sólo marca un hito en la historia
de las naciones originarias, sino también un hito en la historia del continente
americano, y sus reformas, que avanzan no a paso de tortuga sino a saltos de canguro,
ponen en jaque a los enemigos de la nación andina, que desde la época
de la colonia ha sufrido el avasallamiento cultural y el despojo, y ha sido flagelado
por los látigos del imperialismo.
-Tus
escritos llevan profundamente la huella del aymara, del poblador originario que
como minero de por siglos barrena las vetas hacia el corazón terráqueo
de Bolivia. ¿Se ha convertido el aymara del altiplano, del Inti, en un
hombre subterráneo, como el Tío de la mina? ¿O recupera el
cielo y el sol?
-Es cierto, gran parte de mi literatura rescata
la memoria histórica y la tradición oral de las culturas ancestrales.
Mis "Cuentos de la mina", cuyo protagonista principal es el Tío
(dios y diablo que habita en los socavones, y a quien los mineros le rinden pleitesía,
ofrendándole hojas de coca, cigarrillos y aguardiente), es una prueba de
que la gran literatura boliviana, al menos la gran literatura minera, está
recién por escribirse. Ojalá que los últimos cambios que
se han producido en el país sirvan de estímulo a la nueva generación
de escritores, quienes deben hacer aflorar la literatura mágica y secreta
de los aymaras, quechuas y guaraníes.
-¿Piensas
volver a Bolivia algún día, o te es ya muy tarde?
-No
hay un solo exiliado ni emigrante que no desee volver a la tierra que lo vio nacer.
Abrigo las esperanzas de que algún día pueda establecerme en ese
país enclaustrado que cargo en lo más profundo de mi ser.
-¿En
qué trabajas ahora?
-Ejerzo el periodismo cultural y la literatura.
-¿Visitarás algún día
Washington?
-Si, algún día sin falta, al menos para
tener la sensación de que alguna vez estuve en el ombligo de uno de los
imperios más poderosos el mundo. Pero, además, porque quisiera encontrarme
con mis lectores y con tantos amigos que comparten conmigo los mismos sueños
y las mismas esperanzas de forjar un mundo más libre y más justo,
así sea aferrados a la "utopía" de que otro mundo es posible.
Nota
biográfica
*Víctor
Montoya (La Paz, Bolivia, 1958). Escritor, periodista cultural y pedagogo.
Vivió en las poblaciones mineras de Siglo XX y Llallagua. En1976, como
consecuencia de sus actividades políticas, fue perseguido, torturado y
encarcelado. Estando en el Panóptico Nacional de San Pedro y en la cárcel
de mayor seguridad de Chonchocoro-Viacha, escribió su libro de testimonio
"Huelga y represión".
Llegó
exiliado a Suecia en 1977. Egresado del Instituto Normal Superior de Estocolmo,
en cuya Institución Pedagógica cursó estudios de especialización.
Impartió lecciones de quechua, coordinó proyectos culturales en
una biblioteca, dirigió talleres de literatura y ejerció la docencia
durante varios años.
Ha publicado:
"Huelga y represión" (1979), "Días y noches de angustia"
(1982), "Cuentos Violentos" (1991), "El laberinto del pecado"
(1993), "El eco de la conciencia" (1994), "Antología del
cuento latinoamericano en Suecia" (1995), "Palabra encendida" (1996),
"El niño en el cuento boliviano" (1999), "Cuentos de la
mina" (2000), "Entre tumbas y pesadillas" (2002), "Fugas y
socavones" (2002), "Literatura infantil: Lenguaje y fantasía"
(2003), "Poesía boliviana en Suecia" (2005) y "Cuentos en
el exilio" (2006).
Dirigió
las revistas literarias "PuertAbierta" y "Contraluz". Su obra
mereció premios y becas literarias. Tiene cuentos traducidos y publicados
en antologías internacionales. Actualmente escribe en publicaciones de
América Latina, Europa y Estados Unidos. Es responsable de la antología
digital Narradores Latinoamericanos en Suecia: www.narradores.se