BIOGRAFÍA
( el Premio Nobel para una maestra rural)
( 1889 -
1957)
..."Más querenciosa que
Santa Teresa, menos vibrátil que Sor Juana, más seca y fija que la madre
del Castillo, encarna en nuestro siglo la voz de la mujer
hispanoamericana, llegando a recordarnos, en el centro de su madurez, la
majestad de las incaicas Vírgenes del Sol y la pesadumbre de las madres
bíblicas", dice Cintio Vitier de Gabriela Mistral, la gran poetisa
chilena que viene al mundo el 7 de Abril de 1889 en Vicuña, pequeña
ciudad del Valle de Elqui situada al norte de la República de Chile.
Fueron sus padres don Jerónimo Godoy Villanueva y doña Petronila
Alcayaga de Godoy, quienes le bautizaron con el nombre de
Lucila.
...Don Jerónimo era un hombre muy
instruido, de aspecto imponente y maestro rural. Personaje un tanto
pintoresco, muy solicitado entre las familias del Valle, a causa de su
interesante conversación, sus versados conocimientos y sus infinitos
recursos frente a toda circunstancia; era también poeta, a la manera de
los gauchos argentinos, que cantan coplas improvisadas acompañandose de
la guitarra. A veces se ausentaba de su casa por varios días sin decir
nada, causando entre los suyos la consiguiente inquietud. Un día se
marchó para no volver nunca más. Años más tarde Gabriela escribiría
sobre su padre: "Mi recuerdo de él pudiese ser amargo por la ausencia,
pero está lleno de admiración de muchas cosas suyas y de una ternura
filial profunda." La pequeña Lucila creció entre fértiles aledaños,
entre campos y cerros con olor a tierra. Va a la escuela como cualquier
niña de su edad. A los nueve años ocurre un incidente en su vida que la
marcará indeleblemente. Una maestra la acusa injustamente de haber
robado hojas de papel pertenecientes a la escuela. En un ataque de
cólera, echa a Lucila de la clase, e incita a sus alumnos a que le tiren
piedras e informa oficialmente que es una débil mental. Es en ese
momento cuando Lucila intuye la crueldad humana, es allí cuando aprende
con sus estudios primarios acerca del dolor, de la injusticia y cuando
visiona los trágicos errores de que está lleno el mundo.
....La ausencia del padre determina en
la familia de Lucila un largo periódo de estrechez económica, subsanado
en gran parte por Emelina, su medio hermana, hija del primer matrimonio
de su madre, quien con su modesto salario de maestra ayuda en gran parte
para el sustento y supervivencia de la familia. Es ella también quien se
convierte en la guía de su infancia y quien inculca en la futura poetisa
su amor por la enseñanza. Pero según Carmen Conde en una conversación
sostenida con la poetisa, ésta le confesó que en la escuela era muy mala
estudiante y que su maestra, parienta de su madre, se la devolvió a la
familia, diciéndoles que hicieran otra cosa con ella, pues no servía
para el estudio. Pero también se negó a aprender labores caseras porque
se decía: "En cuanto me vean que soy útil para la casa estoy perdida." Y
se sentaba en un arca que había cerca de la cocina a soñar. Sea como
sea, Lucila se convierte en maestra y empieza a ejercer su profesión en
la escuela de Compañia Baja, pequeña población cercana a La Serena.
Tiene quince años y lee sin descanso cuanto libro se le pone al alcance
de su mano. Montaigne, Federico Mistral, Rabindranat Tagore, Rubén
Darío, José María Vargas Vila, figuran entre sus lecturas predilectas de
aquel periodo. Alguien la describe como una muchacha alta, delgada, de
facciones agraciadas y bellos ojos verdes, con unas manos que parecían
lirios.
....En 1905 ya colabora con sus
primeros escritos en la Voz de Elqui, periódico de Vicuña, con prosas
que para la época debieron parecer bastantes revolucionarias, aunque hoy
aparecen como una ingenua expresión de su rebeldía juvenil y que sin
embargo influyeron para que Lucila fuera rechazada en el instituto en
que quiso iniciar sus estudios magisteriales para la enseñanza
secundaria. Más, gracias a su caracter voluntariosos, realiza su
aprendizaje ella sola con un extraordinario espíritu autodidacta,
mientras que su vida cotidiana le va enseñando poco a poco la dura
realidad a través de sus actividades de maestra.
... Un año
más tarde se traslada a la Cantera para proseguir su magisterio y allí
conoce a un joven empleado ferroviario llamado Romelio Urueta, con quien
mantiene relaciones amorosas. Por causas que aparecen rodeadas de
misterio, puesto que la poetisa jamás habló públicamente de ello,
Romelio Urueta se suicida. La creencia general achaca a esta muerte
conflictos amorosos, mas no precisamente por el amor a Lucila, sino
presumiblemente por las veleidades de una cortesana con quien Urueta
tenía también relaciones. Otros suponen que el suicidio se debió a
deudas contraídas por el joven y otros aseguran que el hombre que se
suicidó ( suicidio que conforma el trasfondo de su primer libro
Desolación ) no había tenido con su autora más relación que el
intercambio de unas cuantas tarjetas postales. Según Carmen Conde, amiga
de Gabriela, ella escuchó de sus propios labios la confirmación de que
en verdad era su novia, mas había otra mujer que también lo fue o en
todo caso lo fue después. Incapaz de resistir la cercanía de esa otra
mujer, se traslada a un pueblo más distante, desde el cual tenía sin
embargo que venir todos los días a su aula, realizando una pequeña
travesía en barco. "En este barco -cuenta la misma poetisa- él me
esperaba siempre con las mismas palabras de antes, con las mismas
locuras de antes. Yo que lo sabía en relaciones con la "otra", no quería
escucharle; pero la tentación era terrible..." Una mañana la maestra
encontró una invitación a la boda de Urueta, que se casaba con la otra.
Lucila no vuelve más al barco para evitar encontrarse con él. Prefiere
perder su empleo para no sufrir más su presencia que en cierto modo la
humillaba, aunque él le decía que jamás se casaría con la otra. Quince
días después de recibir la invitación y en la víspera de contraer
matrimonio, Romelio Urueta se suicida. Es el 25 de noviembre de 1909.
Este desgraciado suceso habría de despertar en ella una fuerza
conmovedora cristalizando sentimientos que ya latían en su ser: la
soledad y la desesperación, entremezcladas con la influencia de sus
lecturas de D'Annunzio y José María Vargas Vila, cantor de la muerte
uno, del erotismo el otro, que determinarán en Gabriela el estallido
dramático que se advierte en su libro Desolación.
....Se traslada entonces a Barrancas,
un pueblo cercano a Santiago, donde le fue posible regularizar su
carrera y optar por los certificados del caso, que la acreditaban como
profesora de enseñanza secundaria. En el liceo de Antofagasta, inicia
esta nueva etapa de su vida. Es el año 1910. Sus versos comienzan a
aparecer en importantes publicaciones de la prensa chilena y goza ya de
cierto prestigio literario en el ámbito nacional. En su poesía se
advierte el influjo de la Biblia, que después va a marcar hondas huellas
en su creación, sobre todo en libros como Tala y Lagar. "Entre los 23 y
los 35 años -escribe- yo me releí la Biblia muchas veces, pero bastante
mediatizada con textos religiosos orientales opuestos a ella por un
espíritu místico que rebana lo terrestre. Devoraba yo el Budismo a
grandes sorbos; lo aspiraba con la misma avidez que el viento en mi
montaña andina de esos años. Eso era para mí el Budismo, un aire frío,
helado, que a la vez me excitaba y me enfriaba la vida interna; pero al
regresar después de semanas de dieta budista a mi vieja Biblia de tapas
resobadas, yo tenía que reconocer que en ella estaba, no más que en
ella, el suelo seguro de mis pies de mujer."
....En 1912 enseña lenguaje y
geografía en el liceo de Los Andes. Conoce a Pedro Aguirre Cerda,
político de gran prestigio, quien le ayuda a progresar y a quien ella en
agradecimiento dedica su libro Desolación. Sus poemas son publicados en
la revista Elegancias, que dirige Rubén Darío en París, con quien la
poetisa sostiene correspondencia en un tono de maestro a discípula: "Yo
Rubén, soi una desconocida, yo, maestra, nunca pensé antes en hacer
estas cosas que Ud., el mago de la Niña Rosa, me ha tentado i empujado a
que haga" -le escribe- (sic). En el mes de marzo de 1913, aparece su
poema "El Ángel Guardián" y en abril del mismo año su cuento "La Defensa
de la Belleza". Lucila agradece así el gesto de Rubén Darío: "Lucila
Godoy saluda muy afectuosa i respetuosamente al grande i caro Rubén i le
agradece la publicación en Elegancias de su cuento i sus versos. Va algo
inédito por si agrada i si acepta. Mis votos, poeta, por su salud y su
perenne i maravilloso florecimiento espiritual. (Chile) Los Andes (Liceo
de Niñas) 1913" (sic).
....Sigue trabajando en el liceo de
Los Andes como profesora e inspectora general, pero su prestigio
literario se afianza dentro del ámbito chileno, cuando decide participar
en los Juegos Florales, un certamen poético que se celebraba anualmente
en Santiago por iniciativa de la Sociedad de Escritores y Artistas de
Chile. Envía tres poemas, que después incluirá en su libro Desolación.
Como era necesario firmar con un seudónimo, la hasta ese momento Lucila
Godoy Alcayaga escoge la mitad de los nombres de dos poetas que son sus
ídolos: Dante Gabriel Rosetti y Federico Mistral. Al ganar los Juegos
Florales el 22 de diciembre de 1914, nace literariamente Gabriela
Mistral, suplantando a Lucila Godoy. Se cuenta que Gabriela no acudió a
recibir la flor natural y la magnífica medalla de oro, que conformaban
el premio, porque no tenía un traje apropiado para la ocasión y que
presenció el triunfo desde la galería popular del teatro donde se
celebraba el acto.
...Lo cierto es que la
fama de Gabriela se amplía, y en 1919, después de diez años de soportar
en su interior el sufrimiento de la pasión extraña y unilateral que
todavía la conmovía, vuelve a la normalidad psíquica y asume un papel
destacado en la educación y en el periodismo. Por influencia de su amigo
Pedro Aguirre Cerda, ministro de Justicia e Instrucción Pública, pero
también gracias al talento demostrado en su poesía y a su irreversible
vocación docente, es nombrada directora del liceo de niñas de Punta
Arenas (hoy Magallanes), liceo del que además es profesora de lenguaje.
Allí permanece dos años. Dos años que parecen más bien un destierro
voluntario; es como si huyera de los lugares donde se desarrolló la
tragedia de su amor. Escribe con pasión, casi con furia. Vuelca sobre el
paisaje todo su dolor, toda la profunda experiencia del sentimiento
vencido por la muerte. Los poemas incluidos en Naturaleza y las coplas
de amor del libro Desolación acaso fueron escritos allí. "Fielmente
traducen su humor sombrío, aquella oscura ansia de hundirse y
regocijarse en la soledad", escribe Margot Arce acerca de esta etapa de
su poesía. Al año siguiente pasa a Temuco con el mismo cargo de
directora, y en 1921, finalmente llega a Santiago, donde ejerce su
profesión y es directora del Liceo número 6. Gabriela se gana la
simpatía de quienes la tratan, por sus altas dotes espirituales y sus
aficiones teosóficas. Aunque no ha publicad ningún libro, su nombre es
ya famoso en varios países de la América hispana, donde sus poemas han
calado por su hondura espiritual y austera expresión.
....Fue en 1922 que José de
Vasconcelos, secretario de Educación Pública del presidente Obregón,
viaja a Brasil para representar a su país en las conmemoraciones de la
independencia de aquél, y finalizadas éstas regresa a México vía Chile.
Conoce a Gabriela, e impresionado por su poderosa personalidad y su
profundo conocimiento de la docencia, la invita a su país para colaborar
en las tareas educacionales.
....Gabriela parte de Valparaíso a
bordo del barco Aconcagua rumbo a Veracruz, atravesando el canal de
Panamá. A su paso por La Habana es homenajeada por un grupo de
escritores y periodistas. En México es rodeada por los intelectuales y
los poetas, entre los que se cuenta Amado Nervo, quien estuvo cerca de
ella siempre. México fue su segunda patria americana. Sintió como
propios los problemas de las gentes humildes y trabajó tenazmente para
sacarlos de su ignorancia. Gabriela siente que llega a la cima de la
vocación de su vida. La tarea que Vasconcelos le asigna es ardua, como
que se extendía no solo a los niños, sino también a los adultos. En la
Escuela Normal debe ser maestra de maestros. Crea la escuela-taller
"Gabriela Mistral" para mujeres adultas. México es también para Gabriela
la revelación de un mundo que no había vislumbrado: España. "México me
ha dado por sus huellas profundas de arquitectura, sensibilidad y
refinamiento, el respeto y el amor a España", escribe.
....Por la época en que Gabriela parte
para México, el profesor Federico de Onís, de la Universidad de Columbia
en Nueva York, escoge la poesía de Gabriela Mistral como tema de una
conferencia que da en el Instituto de las Españas. Su auditorio se
componía en gran parte de profesores norteamericanos de lengua
castellana, y quedaron tan impresionados por los versos que el profesor
citaba como ilustración de su exposición crítica, que quisieron conocer
mejor la obra de la maestra chilena. Cuando supieron que no había ningún
libro editado de sus poemas, concibieron la idea de publicarlo. Se
pusieron en contacto con ella y le comunicaron su intención, invitándola
a recopilar sus poemas hasta ese momento escritos. Gabriela acepta y en
1922 aparece Desolación, su primer libro. Consta de sesenta y tres
poemas cobijados bajo los siguientes títulos: Vida, Escuela, Infantiles,
Dolor y Naturaleza. "Desolación no es un libro como hay tantos, sin
materia dramática", dice Julio Saavedra Molina, y agrega: "Al revés, su
lirismo hunde las raíces en una tragedia vivida y en los sentimientos
derivados de ella." En cambio para M. Arce los versos de Desolación no
son "puros", pues están demasiado cerca de lo biográfico. Por otra
parte, Carmen Conde anota: "La tan celebrada y dichosa poesía
maternalista de Gabriela no es, a mí entender, su poesía más importante;
como no lo es Platero y Yo de Juan Ramón Jiménez; son, eso sí, lo
hermoso de ambos que puede llegar a una extensa mayoría, cuya orilla
espiritual es la ternura y la sensibilidad. Solamente."
continúa
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