La literatura trabaja su heterogeneidad a partir de los materiales 
            puestos a prueba desde una, digamos, accidentalidad. Quiero decir 
            que las voces textuales son dispositivos justamente porque son intensidades 
            puestas en accidente y en riesgo de dejar de ser lo que son, o al 
            revés, llegar a ser lo que no son. Este punto medio. Esta zona 
            de libres desplazamientos, es la matriz del acontecer en todas sus 
            posibilidades. De allí que la totalidad de los poemas de Completa de Paula Ilabaca actúen como líneas 
            de acción móviles y múltiples que hacen que justamente 
            esta obra sea tal vez uno de los libros más fragmentarios y 
            menores. El movimiento de las materialidades en literatura suele ser 
            cercano al movimiento de las subjetividades. El cuerpo en blanco del 
            autor: de las páginas del texto: del lector. En estos tráficos 
            políticos las voces adversas, las que ponen en jaque al libro 
            que las sostienen, las que problematizan las convenciones de todo 
            tipo son los que más resaltan. Estamos ante uno de los grandes 
            libros de la poesía chilena. De eso no me cabe ninguna duda. 
            Sus virtudes son defectos y al revés porque han superado la 
            línea mor[t]al de discursos como el poético mismo o 
            el de literatura femenina.
 
            Completa de Paula Ilabaca actúen como líneas 
            de acción móviles y múltiples que hacen que justamente 
            esta obra sea tal vez uno de los libros más fragmentarios y 
            menores. El movimiento de las materialidades en literatura suele ser 
            cercano al movimiento de las subjetividades. El cuerpo en blanco del 
            autor: de las páginas del texto: del lector. En estos tráficos 
            políticos las voces adversas, las que ponen en jaque al libro 
            que las sostienen, las que problematizan las convenciones de todo 
            tipo son los que más resaltan. Estamos ante uno de los grandes 
            libros de la poesía chilena. De eso no me cabe ninguna duda. 
            Sus virtudes son defectos y al revés porque han superado la 
            línea mor[t]al de discursos como el poético mismo o 
            el de literatura femenina. 
          Frente a este último concepto tengo una [mala] suerte de reticencias 
            pues no existen más que subjetivizaciones de los materiales 
            y soportes literarios, cada uno cruzado con las condiciones de identidad 
            en que circula [o puede circular]. La "literatura femenina" 
            es un concepto codificador e institucionalizador para validar y generalizar 
            las producciones dentro de un metarrelato molar de agenciamientos 
            literarios. La literatura femenina se suele hacer coincidir con la 
            historia del feminismo, de hecho ambos conceptos trabajan formas de 
            poder aglutinante. 
           En "Las situaciones del hastío" la vacuidad de 
            un departamento en altura es el cuerpo cuya voz es la repetición 
            de una grabación telefónica y su hastío acalorado 
            es el que se repite y se mueve en una especie de vértigo serial 
            y centrípeto a través de las dependencias de esta habitación. 
            En el baño, el dormitorio, los corredores, el comedor la voz 
            busca espacios por donde escaparse de los ciclos reiterativos que 
            la atrapan en su subjetividad-mujer y en la subjetividad política 
            burguesa. Cito:
           
             
               
                ... los segmentos y sus números
                  ordenados
                  estaba midiendo
                  cada uno
                  en serie redonda
                  cíclica de sangre
                  y redonda ... [C: 19-20]
              
            
          
           La casa es el relato de un cuerpo que no halla una fuga ni un vector 
            de exterioridad a sus propios y nulos procesos de subjetivización. 
            Los días no son continuos pero es debido a su planicie temporal 
            en que la cronología se transforma en aritmética para 
            conviertir, deslizar y confundir territorios, cuerpos y discursos. 
            Cito:
           
             
               
                ... el teléfono
                  qué hacer
                  reverberan tanto los ídolos
                  esta casa tiembla
                  el teléfono
                  hacia el torso
                  enero cae hacia el torso ... [C: 22]
              
            
          
           En "IV cuidados paridos muertos" el hartazgo de ese cuerpo 
            se convierte en extrañeza de sí mismo trabajando un 
            golem femenino generador maternal y abortivo a la vez. Un cuerpo pertubador 
            en sus reproducciones que actúa como simulacro de mujer matriz 
            de lo monstruoso, de la animalidad de una rata, o del estado vegetal 
            de una planta. La enunciación amorosa hacia el remedo de hijo-creación-obra 
            realiza las mismas estrategias de proyección e introyección 
            desde su singularidad en cuanto al deseo y el miedo, pues su creación 
            literaria no es objeto: es una muñeca-mismidad.
           
            ... esta niña porcelana con dientes 
              perfectos quiere morder la leche que no existe hablo sola hablo 
              hablo de cunitas de pañales de aprender a que me digas mamá 
              mamá me encontró jugando a la mamá y ese rouge 
              pintando las paredes la cama llena de toallas oh esa sangre siempre 
              estuvo y yo creyendo que mi hija que el vientre que los nueve meses 
              de hartura y qué tengo quién me lame los pechos secos 
              ... [C:43].
          
          "La ciudad lucía" es el vector de fuga en el que 
            este cuerpo-simulacro, vacío y repetitivo desestabiliza el 
            panóptico urbano de la ciudad relevando y deslizándose 
            entre la voz de Santa Lucía intermediaria del sagrado amor 
            entre Beatriz y Dante en La Divina Comedia y a la vez punto de encuentro 
            sexual de la metropolis. Esta intermitencia del deseo, es decir, su 
            movilidad y al mismo tiempo su negación es una más de 
            las relaciones y fuerzas de ejecución que la poeta pone en 
            escena a lo largo de su libro. Cuerpo y no-cuerpo, corpus y no-corpus, 
            obra y no-obra. ¿Qué está completo? Nada. No 
            hay subjetividad completa sino que está siempre en tensión 
            de y contra sí misma. Devenir de una intensidad en contra de 
            compromisos con torrentes de signos distractores, totalitarios, o 
            vendidos (a priori) en el mercado de las valoraciones simbólicas 
            y materiales. Un cuerpo contingente de sí que reclama entrar 
            en juego con las anomalías dentro de cualquier constitución 
            fija que la doxa construya con los cuerpos, el deseo y las relaciones 
            posibles que ellos realicen. Esto se ve de sobremanera en "Cantos 
            arácnidos" en el cual la bicha plantea un mea culpa de 
            su encierro porque reconoce que es ella quien ha tejido su casa, su 
            pequeña ciudad, su yo. Para que nada se le escape ha enmarañado 
            su acontecer debajo de una tela con la que ha terminado de encerrarse 
            ella misma. Clausurada en la actualidad de su poder reconoce:
           
             
               
                 ...entre la cortina infantil de la pieza
                  inyectadas las ventosas diminutas
                  resbalaba hacia los juguetes
                  la mirada la dirigía torva
                  bajaba por el hilo luego
                  en la marquesa hurgaba la corte
                  esos jadeos la piel vellocina esos bultos
                  las niñas enseñaban fricción
                  amasando sus blandas partes
                  yo era fierro completo
                  mientras pisaba sus tocas malvas
                  tejía redes sobre los cuerpos bullentes ... [C:63]
              
            
          
          En la poesía de Ilabaca se ponen en relieves públicos 
            de recepción textualidades que han sido anormalizadas, o, simplemente, 
            silenciadas por maquinarias políticas, económicas o 
            religiosas a través de una brillante metaforización 
            de las condiciones políticas del proyecto moderno latinoamericano. 
            "Rasga Rasga Rasga pequeño diablo de corcho" viene 
            a ser un nuevo inicio del libro, una lectura de la lectura en la que 
            la voz demente del comienzo se llama sí misma con su propio 
            nombre no para revertirse sino para culminar con esta escisión 
            y fragmentación de la subjetividad a través de sus dispositivos 
            textuales y sexuales, pues aquí se realiza eróticamente 
            la clausura de sí mismo en relación a otro, digamos 
            un cuerpo otro, con todo la universalidad que puede caber en este 
            concepto. Aquí más que en otros capítulos queda 
            de manifiesto que el género es un CONTRATO y no una construcción. 
            Alianzas de representación y funcionalidad política 
            y cultural. Quien vuelve a llamarse a sí misma por su nombre 
            descorre la cortina moral de su oferta erótica y cito:
           
             
               
                ... soy la máquina más 
                  bella produceorgasmos
                  cuando me corresponde la inocencia
                  desplegar en verticilos el gemido tenue 
                  gemir por gemir orgullo gemir aeroplano 
                  alimentando su ego dulce en bajada en 
                  bajada la lengua prima complaciente ya
                  una vez bastó... [C:89]
              
            
          
           En "Jugadas de Reina" las mismas relaciones de exterioridad 
            se articulan desde una posición más rígida, pero 
            al mismo tiempo menos tensa, pues las jugadas de la reina negra que 
            luego se llamará Helena son las tretas del débil en 
            su doble juego de atrapar y atraparse. Re-cita las obras del teatro 
            barroco del siglo de oro español gongorino y lezamiano como 
            una textualidad con espesor visual. "Visitas" es la vuelta 
            a la casa inicial. El regreso de ulisa-caliope-circe que luego en 
            "Mitos" vuelve a fugarse a través de discursos de 
            creación y ofertabilidad cultural y política. Fuera 
            de sí todo. Hasta el sexo está fuera de sí. El 
            útero y el himen son una ciudad donde están pintados 
            todos los frescos de las catedrales del Mundo. La casa, la familia, 
            esa obra edípica que tanto ha sido acusada de carecer de sustancia 
            histórica y agenciamiento molecular aquí toma relatividad 
            como relato.
           
             
               
                ... Mi madre llora mientras desteje un 
                  zapato
                  mi padre herbívoro planea argucias incomprensibles 
                  En el baño los azulejos tienen mi rostro y
                  navego en la tina como nutria macabra... [C:136]
              
            
          
           Así se va cerrando el libro (si es que algún libro 
            se cierra) con una nueva salida y una nueva llegada. Una fábula 
            épica textual y política en la sociedad latinoamericana. 
            Un ir y venir del cuerpo en sus devenires. Un ir y venir en su deseo 
            subjetividad-mujer. Un ir y venir en las lenguas y los géneros 
            que se ven a través de sus citas de canciones en inglés 
            que por lo demás encuentran su especularidad en la siguiente 
            cita:
           
             
              
                ... no supongo pulcritud en el atrapar
                  dejaré la voz por el mudar después de todo 
                  silencio otorga canción... [C:92]
              
            
          
          Un ir y venir diagramático y productivo. Un ir y venir. Unir 
            y venir cuando todo ha estallado componiendo un orden y descomponiendo 
            un desorden como diría Sarduy.