¿Es
un privilegio?
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Completamente, me hace especial, seductoramente especial. Además
tengo todas las garantías.
¿Cómo
así?
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Mira, como portador, tengo médico, sicólogo, dentista,
gratis. Estudio gratis. A quién le cuento el drama se compadece
y me dice al tiro que sí a lo que le pido.
Menos
al amor.
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Bueno, a la gente le gusta que tú te mueras, se sienten más
vivos, más seguros. Pero los portadores estamos más
allá del amor. Sabemos más de la vida, pero por descuentos.
Este mismo minuto, yo soy más feliz porque no habrá
otro.
Nunca
hay otro para nadie.
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Pero no es lo mismo; tú verás nevar alguna vez si vas
a Farellones o a otra parte donde van los ricos. Pero yo nunca, porque
puede que ya no esté. Y esa nieve se derrite siempre antes
que yo llegue. Es un sueño que siempre tengo. Pongo la mano
para recibir el copo y me cae agua. ¿Te fijas? Algo siempre
está partiendo.
¿Como
una carrera contra el tiempo?
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Se me evapora el alma antes de llegar.
¿Como
la canción?
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Claro, pero sin música. Los deseos, las ganas. Ahí estamos
tratando de agarrarlos.
¿Y
ser viejo?
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Bueno, ahí tienes otra garantía. Nunca seré vieja,
como las estrellas. Me recordarán siempre joven.
¿Y
si encuentran el remedio?
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Me muero igual, porque de aquí a que llegue a Latinoamérica,
y a qué precio. ¿Te imaginas lo que va a costar? Como
siempre se salvan las ricas primero.
Como
el AZT.
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Sí, pero para mí, el AZT es como la silicona, te alarga,
te agranda, te engorda, te pone unos tiempos más de duración.
Hay travestis que se lo inyectan ellos solos.
¿El
AZT?
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No, la silicona. En la Sota de Talca, una travesti me dijo que estaba
esperando la bencina para el avión. Y yo pensé que era
AZT. no niña, me dijo es para las pechugas. ¿Y cómo
lo haces? En una clínica supongo. Nada que ver, no tengo plata
para eso. Me compro dos botellas de pisco, me tomo una, cuando estoy
raja de curá con una guillete me corto aquí. Mira, abajo
del pezón. Ahí no hay muchas venas y no sangro tanto.
¿Y?. Cachay que la silicona es como jalea. Cómo esas
lágrimas de mar que hay en la playa. Bueno, te la metes por
el tajo y después con una aguja con hilo te hacís la
costura. ¿Y la otra botella de pisco? Te la echai en la herida
y te tomai el resto. Quedai muerta de cocida, después el peso
de la silicona cae y te tapa la cicatriz, no se te nota. ¿Veí?
Eso
era en Talca. ¿Hay mucho SIDA por allá?
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Igual que en todas partes. Ahí supe que los travestis le dicen
la sombra.
¿Como?
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Se pegó la sombra dicen. Es bonito fijaté. Es como la
sombra de los ojos. ¿Te fijas que todos los que tenemos SIDA,
tenemos una mirada matadora?
Sin
regreso...
-
¿Te fijas que algo se va cuando dejas de mirarme? Algo se rompe.
Mírame.
Te
estoy mirando.
-
No, no me estás mirando a mí, estás mirando mi
muerte. La muerte tomó vacaciones en mis ojos.
¿Por
qué tanta poesía? ¿Te ablanda el drama? ¿Es
más soportable?
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Mira yo no hablo de poesía, más bien de poseida.
¿Y
escribes?
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A veces, en esos días abochornados cuando está a punto
de llover. Me gustaría que estuviera lloviendo cuando... Cuando
me llegue la hora pues, las flores duran más tiempo con el
agua.