Las edades, desde alta
adolescencia
hasta avanzada madurez de fruta,
nutren con sus
corazonadas y con la almendra
corazón del fruto
a las
colegialas, las señoras jóvenes casadas y las opulentas
mujeres
de caderas y trasero y pechuga.
En seguida la vieja vejez escupe
con eructos.
Porque las tías apergaminadas
se han muerto hace años ya
no piden
con un platillo a través de las naves
de la iglesia
limosna para el culto.
Hoy se encuentran en un lugar
oculto
que no abren ni las grandes llaves
de bronce, haciendo
ropa para niños y piden
lana y palillos de tejer las
nadas
Hay
una virgen desusada
una doncella con poco uso
( o con ninguno
), sepultada
que se clava los dedos ( un dedo ) con el huso
de
la vida. Rehuso
que se me muera el alma
almohada.
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PEOR VIDA : POESÍA de ARMANDO URIBE